08 de noviembre, día del Afroargentino

Este pasado 08 de noviembre se celebró el día de los y las Afroargentinas o comunidades negras (término que reivindica la presencia de la descendencia africana en las Américas) una fecha para la conmemoración de la lucha por la reivindicación del grupo afro en Argentina. Sí estimado lector, los Afroargentinos existen, están en este país y bordean los 2 millones según información de las organizaciones afro aunque el gobierno nacional se niegue a admitirlo.

No lo tomen a mal, pero, como extranjera, una de las cosas que más me llamó la atención de la Argentina es como la palabra “negro” tiende a mantener una relación peyorativa del lenguaje respecto a distintas situaciones como el “trabajo en negro” en lugar de trabajo irregular, el “chorro negro” en lugar de chorro o simplemente ladrón, las “aguas negras” en lugar de aguas residuales y así muchas otras expresiones más, que tendencialmente son de carácter peyorativo e insultante. Mismas que se ocupan únicamente en Argentina, no existe ningún otro país sudamericano que mantenga este tipo de deformación del lenguaje.

Esto, a mi saber, como posible resultado de un profundo desconocimiento general de la multiplicidad cultural argentina, ya que tanto en las escuelas y colegios suelen eliminar del mapa histórico argentino, la presencia de pueblos minoritarios como los indígenas y especialmente los afro. Lo cual sólo exacerba la objetivación y exotización de dichas minorías.

Prueba de esto, son las declaraciones del actual mandatario, Mauricio Macri, que al pronunciarse el año pasado en el marco del Bicentenario de la Independencia aseguró que en la región principalmente “somos todos hijos de europeos”. Este año, en su intervención en el Foro Económico de Davos resaltó: “Yo creo que la asociación entre el Mercosur y la Unión Europea es natural porque en Sudamérica todos somos descendientes de europeos”. De allí se desprende que, para los que se criaron en estas tierras, la extranjerización de la población afrodescendiente sea el pan de cada día y que la sociedad crea casi imposible que la negritud y los pueblos originarios hacen parte de su esencia y construcción cultural.

Los Afroargentinos son descendientes de africanos, no de esclavos. Mismos que llegaron a América bajo el yugo colonial, y que, a pesar de lo que está instaurado en la memoria colectiva, existen como grupo que posee una identidad ancestral propia y están presentes al redor del mundo entero.

Las palabras calan en nuestras mentes, y la forma en la que se emplean habla de nuestras costumbres y saberes. La utilización de la palabra negro de forma peyorativa, requiere urgentemente de una interiorización personal y colectiva, para repensar cómo el tratar de esa forma a un colectivo que históricamente ha sido vulnerado, nos convierte en perpetradores del racismo y la discriminación.

Quienes me conocen, saben que siempre opino que el cambio individual es mejor que el cambio colectivo, porque tiene más poder y sostenibilidad en el tiempo, algo tan sencillo como modificar la forma en la que nos expresamos, puede cambiar totalmente nuestro mundo, porque hoy empezamos nosotros, mañana nuestros hijos, padres, hermanos, abuelos, amigos, conocidos y finalmente el mundo.

Y cómo parte de ese mundo, es importante entender que la Argentina como todos los países del cono sur es el resultado de un proceso de mestizaje que posee el acervo cultural africano, por ende desconocer este aporte, es desconocer nuestra propia identidad. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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