Tras el fracaso de PIM, despidieron a toda la cúpula de Nación Servicios

De un tiempo a esta parte, la gestión de la nueva comisión directiva de Nación Servicios, empresa del Banco Nación que gestiona la tarjeta SUBE y lanzó la billetera virtual PIM, viene generando polémica y rechazo por igual. Especialmente cuando se supo que, mientras desde el estado nacional se pugnaba por un ajuste y la no incorporación de nuevos contratos a la administración pública, la empresa incorporó a 32 costosísimos nuevos empleados que venían directamente de la venta del Citi al Santander Río.

A pesar del publicitado plantel, el equipo hizo agua. Peor aún, los mismos trabajadores de la empresa no dejaban de compararlos con su antecesora, María Isabel Romero, quien además de tener un contrato más accesible tenía, además, una trayectoria apabullante para el cargo, con experiencias en legales y técnicas en Nación AFJP, Nación Seguros S.A. y como abogada por la UBA especializada en asesoramiento de empresas. Increíblemente, en aquel momento fue reemplazada por Sebastián Espino, cuya carrera comprobable era la de haber trabajado un año, entre el 2008 y el 2009, en el área de Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires.

El fracaso de la billetera móvil PIM fue indisimulable. Con sólo intentar bajar la aplicación uno se ve abrumado con protestas y funestos comentarios de quienes ya son usuarios. “Es una estafa la aplicación y el servicio en sí. No se puede ni consultar el saldo”, explicó uno. “Por el bien de ustedes, no descarguen esta aplicación. Me estafaron con 1.800 pesos que nunca pude sacar. Son unos estafadores, encima los llamar al 0800, te quitan crédito del celular y no te resuelven nada”, aseguró otro. “No la descarguen. Puse plata y ahora no me deja sacarla. Pero tengo que hacer la extracción sí o sí por acá, y encima no se puede dar de baja”. “Hace muchos días que no puedo retirar mi dinero y veo muchos casos similares al mío. Ofrecen un servicio rápido y práctico y es una porquería”, son las sentencias que se repiten una tras otra a la vista de todos.

No hubo manera de salvar al supuesto dream team. No alcanzaron las publicaciones de su por entonces gerente general, Leonardo Coca, quien aseguró una y otra vez que “PIM es la primera billetera móvil universal del país, con la que generamos inclusión financiera y logramos 1.4 millones de usuarios en un año, mejorándole la vida a muchísima gente, a una velocidad que incluso muchas empresas privadas no podrían hacerlo”. Tampoco sirvieron sus aportes de campaña para el PRO. Los proyectos inconclusos, los programas multimillonarios tirados a la basura por el rechazo de los usuarios y la incorporación masiva de amigos personales a la gestión colmaron el vaso. Desde hace algunas horas, Nación Servicios tiene otro presidente, otro vice y otro gerente general. Se terminó, con más penas que gloria, una gestión que nunca debió haber comenzado. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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