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Entrevista REALPOLITIK.FM
Berensztein: “Si Cristina gana, Argentina podría sumarse a esta tendencia de populismos autoritarios”
El politólogo y analista político Sergio Berensztein dialogó con RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) sobre los incidentes en la final de la Libertadores entre Boca y River, la organización del G20 y los dichos de Cristina en el Foro Internacional del Pensamiento Crítico.
El politólogo y analista político Sergio Berensztein dialogó con RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) sobre los incidentes en la final de la Libertadores entre Boca y River, la organización del G20 y los dichos de Cristina en el Foro Internacional del Pensamiento Crítico. “Antes de hablar de cualquier cuestión de este gobierno, ella tiene que explicar qué pasó con Nisman, con el pacto con Irán, país que tiene como propósito destruir Israel y matar a todos los judíos”, aseguró.
A continuación, lo más destacado de la entrevista.
RP.- ¿Cómo vio lo ocurrido en el encuentro por la final de la Libertadores entre Boca y River? ¿Cree que le van a terminar dando la victoria a Boca?
Fue un descontrol, un bochorno total. Me siento muy avergonzado como porteño, como hombre que adora el fútbol y también hincha de River. Si bien es cierto que esto ocurrió fuera del anillo de seguridad del cual el club es responsable, de todas maneras me parece que tendría que haberse involucrado más, justamente en todo el mecanismo de seguridad, para estar tranquilos de que el espectáculo se iba a desarrollar. Sobre todo teniendo en cuenta lo que pasó un día antes, con este sospechoso allanamiento a un barrabrava que, curiosamente, no quedó detenido. O sea, te allanan, te encuentran un montón de plata y entradas, ¿y no te detienen? Todo eso me pareció muy raro, mucha gente va a tener que dar explicaciones. Acá perdimos todos y creo que lo mejor que podemos hacer, lo más importante, es preguntarnos por qué pasa esto, qué otras cosas pueden pasar, o pasan, como estas y que no son tan visibles, pero peores.
El resultado la verdad es irrelevante, porque si se juega y gana River, yo no voy a festejar, acá no hay nada que festejar. Se desluce todo, porque el juego queda totalmente desnaturalizado, en un contexto institucional donde fracasa la seguridad y la organización. El que regula este campeonato es un ente absolutamente desprestigiado como la CONMEBOL, que no podía ni siquiera controlar si había futbolistas anotados y que efectivamente arrastraban suspensiones.
El tercer anillo implicaba coordinación entre fuerzas federales y de la ciudad. Acá hace falta una investigación, obviamente de la Justicia, pero en principio me parece que hay causas concurrentes, donde, por otro lado, lo que hay que evitar es que haya pase de facturas políticas, porque acá hay peleas dentro del propio gobierno, entre el nacional y el de la ciudad, que complican todo mucho más.
Acá hay algo muy importante para marcar y es que el gobierno nacional ha generado esta ficción de normalidad. Ellos supuestamente querían hacer de Argentina un país normal, creían que estaban gerenciando un cambio; esto en términos marketineros dio resultado, pero en la práctica el cambio necesita gestión, tiempo, evaluación y comprometer a todos los actores. De eso no hubo prácticamente nada.
RP.- ¿Cómo afecta esto a la reunión del G20? ¿Los presidentes verán con temor su venida al país?
Todos saben que Argentina es un país que tiene estándares de seguridad realmente bajos. Si no puede garantizar la seguridad del Congreso de la Nación cuando se discute un tema mínimamente polémico, imaginate un partido de fútbol. No hizo falta esto para que todo el mundo supiera lo mal que estamos. Por eso hubo mucha cooperación internacional para organizar el G20 de muchos países que han dado tecnología, acercado especialistas, con lo cual no compararía el desastre del otro día con una cumbre. Lo importante acá es tener en cuenta que la planificación de este evento lleva meses y que hay cooperación con organismos de seguridad internacionales que, por lo menos, van a ayudar a que las estupideces que hemos visto en la desorganización del partido no sucedan.
RP.- ¿Qué opina acerca de que Cristina Kirchner, en el Foro Internacional del Pensamiento Crítico, haya dicho que todos los miembros de Cambiemos son los Hitler modernos?
Hay una suerte de banalización de estas comparaciones, en parte por ignorancia. Creo que Cristina no sabe lo que pasó en la segunda guerra mundial, no sé si le importa pero claramente no sabe. Antes de hablar de cualquier cuestión de este gobierno, ella tiene que explicar qué pasó con Nisman, con el pacto con Irán, país que tiene como propósito destruir Israel y matar a todos los judíos. Yo creo que no tiene ningún tipo de autoridad, de ninguna naturaleza, para referirse a nada de lo que implica a la comunidad judía, antes de hacer estas explicaciones. Yo soy judío y me siento muy ofendido por lo que ella ha dicho, pero me parece que aquí la banalización de todo lo que fue el holocausto que es muy preocupante porque con algo de esa naturaleza no se puede jugar. Ningún discurso político, ninguna ventajita política de corto plazo puede ameritar un comentario de esa naturaleza. Yo creo que la ex presidente debería pedir perdón.
Estamos viviendo en el mundo un momento de alta polarización, donde líderes populistas, de izquierda y de derecha, hacen uso de estas exageraciones e incrementan muchas veces las distancias ideológicas, en términos discursivos y prácticos. Esto no es algo nuevo, Cristina se inscribe en ese sentido, en una dinámica más bien general, donde hay una crisis de los valores democráticos, con algunos riesgos, como que la democracia fuera a sucumbir frente a estas tentaciones autoritarias. Por otro lado, creo que la política necesita debate, y tiene que haber libertad absoluta, con un sentido de las proporciones y respeto por algunas verdades históricas, que son patrimonio de la humanidad, como lo fue la experiencia del holocausto. Garantizar la libertad de expresión y el debate político es necesario y que los líderes en todo caso se preparen para contiendas políticas donde el discurso es importante y la crítica también son parte de las reglas del juego. En particular con los gobiernos que están en funciones son tan malos. Entonces yo creo que una oposición fuerte es necesaria, para que los gobiernos traten de limitar los errores.
RP.- ¿Cómo ve las elecciones del año siguiente?
Me parece que la dinámica política de hoy te dice poco del proceso electoral, un año en Argentina es muchísimo tiempo. Los números de hoy marcan un desgaste muy fuerte del gobierno y una reincidencia de Cristina como líder, que a pesar de las causas de corrupción, el desgaste, entre otras cosas, sigue teniendo un piso bastante alto de apoyo, aunque el techo es muy bajo y el rechazo a ella es más grande que a Macri. Lo que se ve es una fatiga con los líderes más importantes de Argentina por parte de la sociedad. La pregunta clave es: "Al margen de la imagen que tienen, ¿qué le ofrecen a la sociedad argentina?"; porque Macri ofrece que Cristina no gana y ésta dice que quiere sacarlo a él del poder, nadie sabe para qué quieren llegar al poder.
La pregunta es si esto genera un espacio potencial para una tercera fuerza, que en principio podría ser la Alternativa Federal: los gobernadores, Pichetto, Sergio Massa, que en principio tratan de diferenciarse de estos dos polos desgastados. Pero que el gran drama que tienen es que todavía no tienen un candidato competitivo, tampoco veo un programa de política pública del todo consensuada en obras, están trabajando en eso; así que veremos qué pasa ahí, hay un potencial interesante.
RP.- ¿El G20 sirve para algo? ¿Le va a traer algún beneficio a la Argentina que esté dentro de esa mesa en este país?
El G20 tuvo algún impacto positivo y es llevado por una agenda de desarrollo, plantear algunos temas; pero hay que decir las cosas como son: Argentina entró por la ventana al G20, por una gran capacidad de diplomacia del canciller Guido Di Tella. Logró convencer a los Estados Unidos de que Argentina representaba a los países de la región en una especie de balance de poder con Brasil.
Fíjense ustedes que España no está en el G20, ni Noruega, Dinamarca o Suiza; países mucho más importantes que nosotros, y nosotros estamos, básicamente, por casualidad. De hecho, muchas veces han intentado desplazar a la Argentina, porque nada ameritaba que estuviésemos. Los países que se hacen ricos no es porque están en esta clase de instituciones, sino porque hacen las cosas bien: educan a su sociedad, invierten en su estructura, tiene buena justicia, así se logra el desarrollo. Estas reuniones son bastantes simbólicas, uno puede aprender, lograr alguna afinidad con un líder, pero si te va bien o mal no es porque pertenezcas a esta clase de instituciones.
RP.- ¿Cuál cree que es la causa del rechazo del G20 con Cristina Kirchner?
Cristina se alejó del mundo antes de que el mundo se alejara de ella. Fueron sus políticas, sus alianzas absurdas, sus desatinos los que hicieron que el mundo desconfiara de ella. Pensar que ella podía aislarse, suponer que los líderes no iban a evaluar negativamente los desatinos que ella estaba haciendo y diciendo, era una cuestión muy ingenua.
Yo creo que los problemas de Cristina con el mundo siguen, no por su experiencia como líder, sino porque realmente lo que ella propone implica el fin de la democracia. Dijo que hacía falta repensar las constituciones, sus poderes no sirven, tira casi 30 años de historia de la democracia por la ventana. Ese tipo de cosas alarma porque implica que Argentina podría sumarse, si Cristina gana, a esta tendencia de autoritarismos o populismos autoritarios de derecha o izquierda en el mundo. (www.REALPOLITIK.com.ar)
*La entrevista se realizó en el marco del programa Fondo a la derecha que se transmite de lunes a viernes de 12.00 a 14.00 por RADIO REALPOLITIK.
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