Curiosa encuesta: Los argentinos creemos que la culpa por la corrupción la tiene el otro

En una curiosa encuesta llevada adelante por la consultora Taquión, se logró determinar que los argentinos tenemos un muy mal concepto de nuestra sociedad pero que, sin embargo, nos auto percibimos individualmente como correctos, inocentes y heroicos.

Por ejemplo, ante la consigna “está llegando tarde a un evento y hay una fila bastante larga. Tiene la opción de colarse. ¿Qué haría usted? ¿Qué piensa que haría la mayoría de los argentinos?”, el 62 por ciento de los encuestados sostuvo que “la mayoría” se colaría, pero sólo el 13 por ciento admitió que ellos lo harían. Es decir, la sociedad es mala pero yo, que soy parte de ella, soy correcto e inocente.

En relación al 2017, el comportamiento ético evaluado por la consultora ha comenzado a mejorar. Se demostró en el estudio que existe un incipiente escenario de mejora en la confianza ética que los individuos tienen de sus vecinos. Aún así, la responsabilidad de la corrupción, para los encuestados, continúa siendo “de la sociedad”.

La causa de los cuadernos parece haber quebrado la confianza, aun más, en las instituciones del Estado. Todos los indicadores referidos a la percepción de la corrupción han empeorado. Incluso los de la propia percepción del gobierno y de la sociedad. Pareciera que como ciudadanos confiamos más en las acciones individuales de las personas que en el accionar conjunto de la sociedad.

Existe un marcado descenso, no obstante, en la percepción de que la corrupción es inevitable. Aunque todavía el 45,4 por ciento de la sociedad cree que, en este país, lo es. No obstante, cuando más alto es el nivel socioeconómico del encuestado, más tiende a creer que la corrupción es combatible.

Resulta llamativo el contraste entre los estratos socioeconómicos más bajos y los más altos en relación a ésta temática. Para los primeros, la corrupción es inevitable y es culpa de los políticos y el gobierno. Para los últimos, es absolutamente evitable y es responsabilidad de los empresarios y el Poder Judicial.

Las dos instituciones más relacionadas con la corrupción son la Justicia y los sindicatos. Además, casi nadie cree que los recientes escándalos de corrupción tendrán como resultado un descenso de la misma. En una última nota curiosa, los niveles socioeconómicos más bajos están dispuestos a tolerar un gobierno corrupto, siempre y cuando mejore sus condiciones de vida. Cualquier semejanza con la realidad, no es pura coincidencia. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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