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18 de diciembre de 2018 | Nacionales

Ciclos económicos destructivos

El Observatorio de la UCA advirtió que la Argentina lleva 8 años de estancamiento estructural

Aseguró que los planes sociales provocan mejoras materiales, pero que no modifican en nada la pobreza estructural.

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En el marco del programa “Agenda para la equidad”, el Observatorio de la Deuda Social Argentina elaboró un informe que pone foco en el proceso socioeconómico, la pobreza monetaria, las capacidades de subsistencia y el acceso a programas sociales. Comparó, dato por dato, los años 2010 a 2018, incluyendo los datos de las últimas encuestas.

Además, presentó un documento de trabajo en donde se calcularon las tazas de indigencia y pobreza siguiendo la misma metodología del INDEC, y simulando una proyección para el tercer trimestre del 2018.

En el mismo, se destacó que a pesar del crecimiento económico, las políticas de protección del mercado interno y la ampliación de las políticas sociales, con cada ciclo económico vuelven a aparecer los límites a la caída de la pobreza. Además, la falta de constancia en un mismo modelo económico provoca efectos de exclusión, marginalidad y desigualdad socioculturales.

En este contexto, se comprobó que incluso en los casos en los que se expande la economía, no ocurren los famosos “derrames” hacia los sectores menos dinámicos, dado que no existen políticas efectivas de redistribución y desarrollo productivo.

A su vez, advierte que los planes sociales provocan mejoras materiales y una mayor protección social, pero no modifican en nada las brechas estructurales de pobreza, que son causadas por la falta de demanda de empleo productivo de calidad y políticas de inversión y desarrollo en materia de vivienda, hábitat, salud y educación.

Una vez más, se observó que las grandes crisis, como las del 2008, 2014 y 2016, no afectaron notablemente al sistema productivo ni al financiero, sino que fueron particularmente corrosivas con las micro, pequeñas y medianas empresas, así como con amplios sectores de la economía social.

De este modo, los beneficiaros de planes sociales conformarían un sector micro-informal de subsistencia de muy baja productividad, alta precariedad y ampliamente extendido, manteniendo la desigualdad estructural, que se expresa en la calidad del hábitat, el acceso al agua, energía, servicios de saneamiento y una vivienda digna. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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