
CABA
La presidenta del Instituto de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires habló con RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) sobre el impacto del caso de Thelma Fardín en la sociedad y en el área en la cual se desempeña.
La presidenta del Instituto de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires habló con RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) sobre el impacto del caso de Thelma Fardín en la sociedad y en el área en la cual se desempeña. Además, Agustina Ayllón sostuvo: “Tenemos que estar socialmente todos convencidos, apoyando estas causas, creer las cosas que se dicen y dejar de juzgar a las víctimas”.
A continuación, lo más destacado de la entrevista.
RP.- Más allá de qué diga la Justicia en cuanto a Juan Darthés culpable o inocente, ¿ya se produjo un efecto, ha cambiado algo?
Absolutamente, hay un punto de inflexión y esto va más allá incluso de Thelma. Yo no sé si esperaba y habrá sido consciente de lo que ha despertado, no sólo porque ser una persona conocida asegura esta empatía sino porque creo que ha roto otro tipo de prejuicios en relación a que esto le puede pasar a cualquiera, en cualquier ámbito y los que trabajamos en estas cuestiones lo sabemos. Sin embargo, seguimos escuchando el asombro por ejemplo porque esto pase en la política o dentro de ámbitos laborales, esto estuvo siempre.
Lo importante, que nosotros reforzamos continuamente es el poder hablarlo, sacarlo es lo que alivia.
Después seguramente no termine de ser todo lo necesario, seguramente cuando haya una denuncia y una condena judicial termine un ciclo respecto de que se le respete y se le reconozca su derecho pero el poder contarlo, poder decir: “A mí eso me pasó”. Incluso en algunos casos darse cuenta de eso que les pasó porque en el seguir para adelante lo han tapado, es importante.
RP.- ¿Ayudó el trabajo que vienen haciendo en el Instituto, porque al hablar del acoso creo descomprimió la cabeza de la mujer, generó conciencia?
Por eso ha sido de una importancia mayor el caso porque ha despertado no sólo esta necesidad y este decir: “Yo además voy a hablar”. En la línea han aumentado un 30 por ciento los llamados por casos de abuso cuando en general la línea tiene una orientación más a casos de violencia física o psicológica en general. Esto ha permitido que también empiecen a hablarlo y se haya despertado en otro ámbitos.
Ahora se dice: “Estoy en un trabajo aguantando que me digan barbaridades”; y: “Esto está mal, ya no se puede tolerar”. No es: “Bueno, porque es la personalidad de la persona”. Esto ya no se deja pasar más y la realidad es que la gente que lo hace tiene que saber que no se deja pasar más.
En esto tenemos que estar socialmente todos convencidos, apoyando estas causas, creer las cosas que se dicen, dejar de juzgar a las víctimas. Y claramente ha hecho crear mayor conciencia social en general, más allá de los que están trabajando específicamente en temas de género.
RP.- ¿Nota que hay una resistencia de un grupo de la sociedad?
Es que claramente se ha hecho con el caso Fardín una gran evolución y esto también va a generar la reacción contraria, cuando además no se entiende que no es una cuestión de mujeres o varones sino que es una cuestión social general en donde lo que está mal, está mal.
Eso también lo trabajamos mucho en el tema masculinidades, qué es ser un hombre, qué es romper con estos códigos de que si pasa algo o un amigo está haciendo algo, yo me quedo callado porque es un varón: De ninguna manera, y esto tiene que ver con muchos cambios que tuvimos que ir haciendo.
Lo que sí creo que pasó a través del caso Fardín es que se hizo un avance muy rápido. La posibilidad de hablar, decir lo que pasa y lo que está mal se venía dando como más despacio y esto lo que ha hecho es darle mayor velocidad.
Las resistencias van a estar como también pasa en los casos de violencia, muchas veces cuando se exponen algunos de estos la violencia termina siendo mayor después. El hombre piensa: “Si al principio con esto ya te controlaba, ahora necesito mayor violencia”, porque la mujer empieza a entender que hay cosas que no están bien y no tiene por qué aguantarse.
La víctima empieza a hablar, a buscar algún tipo de ayuda al respecto y en personas controladoras y violentas esto genera mayor violencia. (www.REALPOLITIK.com.ar)
¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS