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Las Fiestas vinieron de la mano con la crisis económica. Según la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), las ventas de este año para Reyes cayeron un 13,5 por ciento, si se las compara con el mismo período del 2017-2018.
“No pensé que se iba a llegar tan mal a Navidad”, expresó Juan Ignacio García, juguetero y miembro de CAIJ, en una entrevista con REALPOLITIK. “La gente llega sin un peso”, remarcó, y a pesar de estar en contacto con la Secretaría de Comercio, el empresario disparó: “El gobierno tiene la mente liberal de que se mantenga el más fuerte y uno como empresario no tiene problema en cerrar sus puertas, pero deja muchas personas en la calle a las que les va a faltar de comer”.
Los juguetes estuvieron mucho más baratos pero, aún así, las ventas estuvieron deprimidas. “Veníamos de la Navidad pasada con un ticket promedio de 350 pesos y para este año aumento sólo a 450 pesos y con una inflación de casi el 50 por ciento. Toda esa diferencia fue una caída del consumo brutal”, contó García. “La gente le deja algo en el arbolito a los nenes, pero lo más económico posible”, agregó.
Ahora se viene la cuenta regresiva para el Día del Niño, para el cual faltan siete meses. “El juguete es algo indispensable porque habla de la dignidad del trabajador, y si no se puede regalar un juguete a un hijo, es lo más indigno laburar todo el año y no poder comprarlo”, lamentó el empresario, y finalizó: “No sabemos para dónde ir y mientras tanto el barco se nos llena de agua”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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