Juan Pablo Mercuri, otro ñoqui en la Cámara de Diputados bonaerense

Juan Pablo Mercuri, quien es el hijo del histórico dirigente peronista Osvaldo Mercuri y de la actual diputada provincial del Pro, María Elena Torresi, se encuentra en el foco de la tormenta. Según información a la que accedió REALPOLITIK, el encargado de los negocios privados de la familia habría sido ñoqui de la honorable cámara baja.

Los datos que surgen de la investigación realizada por este portal es que el joven es dueño y, a la vez, empleado de la empresa Metsy Sociedad Anónima. La compañía en cuestión se dedica, según lo declarado ante AFIP, a brindar servicios de alojamiento en hoteles, hosterías y residenciales similares, en lo que se entiende como estancias cortas en un lugar determinado.

La actividad registrada en la sociedad antes comentada data del año 2014 a la fecha. Sin embargo, su rol como dueño y también como empleado no le habrían impedido a Mercuri hijo realizar en consonancia otras funciones dentro del estado provincial. En este sentido, en forma paralela, el joven trabajó entre febrero de 2012 y el mismo mes del 2018 en la cámara baja como asesor.

Desde este aspecto, Juan Pablo Mercuri cobró durante cuatro años, por una tarea que no se sabe en qué momento del día logró cumplir, alrededor de 65 mil pesos mensuales, un total de 3.120.000 pesos.

Se trata de un claro delito en contra de la administración pública provincial, que le podría traer serios problemas con la Justicia por defraudación e incumplimientos de sus deberes como funcionario público, que tendría altas penas a cumplirse de forma efectiva en una cárcel, además de la inhabilitación para volver a ocupar cargos en el estado.

Asimismo, según lo que se observa en los registro de la ART -que cubría los posibles accidentes de trabajo que como empleado de Metsy S.A. podía tener el joven Mercuri-, este personaje trabajaba durante ocho horas diarias en la empresa entre 2014 a la fecha, como ya se detalló. De esta manera, es imposible que tras llevar a cabo esa jornada laboral, luego realice otra de igual proporción o aún mayor, por su cargo como asesor en la Cámara de Diputados provincial.

A su vez, es importante destacar que en los reportes de la AFIP la empresa declara según su categoría que su ganancia va de los 500 mil al millón de pesos anuales. Sin embargo, Metsy S.A. habría declarado una cifra cercana a los 460 mil pesos en el año. En esta línea de pensamiento, podría tratarse de una maniobra para esquivar el pago del impuesto a las ganancias y bienes personales, siendo a su vez imposible que el mencionado sea el ingreso real, cuando la compañía cuenta con ocho empleados que cobran sueldos de entre 15 mil y 20 mil pesos. 

Todo parecería indicar que la firma de la que era titular, presidente y empleado, Juan Pablo Mercuri sea parte de una maniobra de blanqueo de dinero mal habido. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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