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5 de febrero de 2019 | Provincia

Todo sea por un voto

Vidal ordenó dar de baja los sumarios de todos los ñoquis de Salud Penitenciaria

En una polémica movida, la provincia de Buenos Aires dio marcha atrás con los sumarios iniciados en el área de Salud Penitenciaria por faltas sin justificación, incumplimiento horario, carpetas y vacaciones indebidas.

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La historia de Javier Zoulemian al frente de la dirección general de Salud Penitenciaria quedará enmarcada entre las más polémicas hojas del libro de la administración pública bonaerense. A poco de asumir y por orden de la gobernadora María Eugenia Vidal, hizo uso y abuso de la tijera que le permitió recortar y sumariar sin demasiadas averiguaciones a más de mil trabajadores de distintas unidades penitenciarias.

Las instrucciones eran claras y precisas. “Con este gobierno se trabaja y el que no trabaja se tiene que ir”, se aseguró desde gobernación. De este modo, se propuso “limpiar” a las unidades penitenciarias de enfermeros, médicos, radiólogos y administrativos que falten sin justificación, que no cumplan con los horarios, se tomen carpetas indebidas o vacaciones de más.

La ola de sumarios se agigantó en el plazo de días, lo que solo fue superado por dos movidas igualmente llamativas. Se “olvidaron” de sumariar a muchos trabajadores que tenían algún vínculo con funcionarios oficiales y familiares en el poder. Además, Zoulemian nombró a su alrededor a una populosa horda de asesores, quienes acorde a lo declarado en aquel entonces por personal de Salud con más de 18 años de servicio, cobraban en promedio 80 mil pesos mensuales. A modo comparativo, en aquel entonces un médico del mismo área cobraba 20 mil.

En lo que se configura como otra muestra de la contradictoria conducta de las autoridades bonaerenses, todos los procedimientos que tanto revuelo generaron en el pasado, parecieran haber quedado en la nada. La gobernadora Vidal parece haber borrado de un plumazo el grotesco orgullo con el que publicó la pancarta “el que no trabaja se tiene que ir”.

En una movida sorpresiva y, al mismo tiempo, llamativa en tiempos electorales, la provincia estaría dando de baja todos los sumarios, área por área, comenzando por Mar del Plata y San Martín. Fue todo una mentira: todos quedaron absueltos.

La maniobra consistió en dejar vencer los plazos legales, cerrar los procedimientos y luego publicar las disposiciones oficiales en el Boletín Oficial, bajo números insertados en el sistema GDEBA. El próximo paso, en un bizarro vuelco de la historia, será el beneficiarlos con los aumentos y ascensos correspondientes a cada categoría. Una vez más, lo que alguna vez pareció una decisión determinada a terminar con la corrupción, la terminó premiando sin atenuantes a cambio de algunos votos. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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