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7 de febrero de 2019 | Provincia

La inversión es la más baja en dos décadas

Fuga de cerebros: Continúan las renuncias en el ministerio de Ciencia y Tecnología

Con la inversión estatal en plena decadencia, el ministerio continúa depurándose de sus mejores perfiles. Preocupación en Casa de Gobierno.

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A pesar de la promesa de duplicar la inversión pública y privada en ciencia, tecnología e innovación hecha por Mauricio Macri durante la campaña presidencial 2015, diferentes científicos e investigadores aseguraron haber sufrido un serio desfinanciamiento durante la gestión Cambiemos. Ahora, dos nuevas renuncias sacuden la estructura de un ministerio que se encuentra en plena decadencia, a la sombra de prioridades políticas más prácticas, como el dinero y las próximas elecciones de octubre.

A la hora de analizar la inversión pública en una determinada cartera, se suele utilizar como medidas válidas la comparación con el presupuesto total y con el Producto Bruto Interno, que sería lo mismo que relacionarlo con el tamaño de la economía y lo que gasta el Estado en ese escenario.

De esas comparaciones surge que la inversión en ciencia y tecnología bajó tanto durante la gestión Cambiemos que incluso llegó a tocar el menor porcentaje de gasto total desde el año 2004, el primer año de gestión de Néstor Kirchner. En diciembre de 2015, cuando Cristina Fernández dejó el cargo, la inversión estatal superaba el 1.46 por ciento del PBI, en el 2016 bajó al 1.27, en lo que corresponde la mayor caída en las últimas dos décadas.

En este escenario de descuido sistemático, no sorprende notar una creciente tendencia de los científicos nacionales, que abandonan una estructura estatal que los ahoga financieramente para acercarse al ámbito privado. Tal es el caso de Jésica Monzón, especialista en biotecnología y, hasta ahora, directora de Fortalecimiento del Sistema de la Innovación, cuya renuncia fue aceptada por la provincia a través del decreto 2018-36-GDEBA-GPBA. Algo similar ocurrió con Sebastián Oscar Mateo, quien renunció a su cargo de planta temporaria y se alejó de un ministerio de ruinas.

Alejados de las prioridades del gobierno, científicos e innovadores por igual corean una vez más la vieja costumbre argentina de la fuga de cerebros. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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