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3 de marzo de 2019 | Provincia

Otra de Becerra

Ploteos de paredes y bizarros trofeos: Los absurdos gastos de la subsecretaría de Atención Ciudadana

Sus principales responsables son un entrerriano que extrañamente asegura querer a la provincia porque se siente porteño y un funcionario denunciado por cajonear denuncias a la gestión de Rodríguez Larreta.

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La subsecretaría de Atención Ciudadana, liderada por un desmañado Juan Pablo Becerra, se ha convertido rápidamente en el hazmerreír de la administración provincial. Tan poco se ha llegado a concretar desde su oficina, que hoy por hoy se festejan logros que de tan pobres y menesterosos casi que obligan a quien sigue la labor de este equipo a dejarse llevar por una ola de piedad y compasión, y esperar que la gestión mejore de alguna forma inesperada.

Nueve personas, dos escaleras y un andamio necesitó Becerra para plotear una vidriera y un pequeño cartel horizontal. Para cualquier repartición del Estado que se jacte de ser eficiente, la actividad representa un fracaso, un vergonzoso traspié que merece el esfuerzo de eliminarse del recuerdo de sus empleados. El subsecretario de Atención Ciudadana, en cambio, lo publicó en su cuenta de Twitter con vivos colores rojos y azules, exclamando: “Agradezco el buen trabajo que están haciendo desde la DiPIDE por el “plotteo” (sic) del edificio de la subsecretaría de Atención Ciudadana. Aplausos a todo el equipo”. Es lo que hay.

Tal vez el error de Becerra se encuentre en el armado del equipo. Su dream team se compone de Guillermo Vallarino, un entrerriano que conoce tan poco la provincia de Buenos Aires que asegura trabajar en la subsecretaría de Atención Ciudadana por ser un “porteño por adopción”, y de Nicolás Galvagni Pardo, quien saltó a la fama por cajonear denuncias contra Horacio Rodríguez Larreta y cometer todo tipo de irregularidades como titular de Ética Pública. Entre ellos se saludan por las redes sociales, se felicitan y se mandan emoticones como si estuvieran a miles de kilómetros de distancia y no a seis metros. No les queda otra, nadie más les comenta las publicaciones.

Entre ellos confeccionaron el divertido “Premio Buenas Prácticas en Atención al Ciudadano”, que supuestamente premiaba a quienes se preocupaban por sus coetáneos, pero luego recibió una denuncia en Bragado por haber comprado los trofeos sin tratamiento formal de ningún tipo.  Acorde a la denuncia, para premiar a los ciudadanos se saltearon todas las prácticas de legalidad, malversando los fondos que le pertenecen a todos.

Según pudo conocer REALPOLITIK, no serían pocos los trabajadores de la subsecretaría que intentaron presentar una denuncia sindical por estos hechos, pero se toparon con un inesperado escollo. En una de las pocas maniobras inteligentes de su gestión, Becerra decidió reclutar para su troll center a personal afiliado a UPCN, que se ven beneficiados al pasar de sus dependencias de origen a las oficinas de Atención Ciudadana. “Como no quieren perder las ventajas que tienen acá, nos piden que nos callemos la boca”, aseguró un trabajador del lugar. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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