Maio-Coliche: “La política de igualdad entre hombres y mujeres es transversal a la Unión Europea”

La embajadora de la Unión Europea en Argentina dialogó con Rosario Castagnet, periodista de REALPOLITIK, y el legislador Juan Manuel Pignocco, durante su visita al Senado bonaerense. En ese marco, Aude Maio-Coliche habló sobre el rol de la mujer en la sociedad y las medidas en relación a la perspectiva de género tomadas por la Unión Europea: “La igualdad empieza por el derecho humano a una vida libre de violencia y los derechos humanos de la mujer”, aseguró.

A continuación, lo más destacado de la entrevista.

RP.- ¿Qué programas está desarrollando la Unión Europea en relación a la perspectiva de género?

La política de igualdad entre hombres y mujeres es transversal a la política exterior de la Unión Europea. Es decir, defiende esta igualdad en todos los países del mundo donde puede, entre ellos, Argentina. Esto se traduce en actividades en diferentes ámbitos. La igualdad empieza por el derecho humano a una vida libre de violencia, empieza por los derechos humanos de la mujer, entonces, trabajamos el tema de la violencia hacia las mujeres. El segundo tema es el empoderamiento económico de la mujer: una mujer que tenga sus propios ingresos puede vivir libre y tomar sus decisiones. El tercer aspecto es el empoderamiento político, la participación política de la misma, para tener políticas públicas que respondan a las necesidades. 

En Argentina estamos activos por el momento en los dos primeros campos. En cuanto a la violencia hacia las mujeres, ya hemos financiado a través de un programa bi-regional, tanto en la provincia de Buenos Aires como a nivel nacional, todo lo que es la investigación de los femicidios para que los policías tengan herramientas cuando tengan un caso de homicidio sobre una mujer y puedan buscar las evidencias para indicar si es un femicidio. 

Ahora estamos lanzando un programa llamado Spotlight, que se basa en la lucha contra la violencia hacia las mujeres, que va a implementarse en el mundo entero con Naciones Unidas. La Unión Europea está invirtiendo 500 millones de euros en el mundo. En la primera fase, Argentina como país va a iniciarse con 4 millones en tres años para luchar contra la violencia hacia las mujeres de manera integral. Va a trabajar sobre los ejes de prevención, policía, justicia, escuelas, en todo el conjunto, especialmente en tres provincias: Buenos Aires, Jujuy y Salta, que son las que tiene  el índice más alto en el país. 

Además de este gran programa, implementado por las agencias de Naciones Unidas con el INAM, tenemos un programa de empoderamiento económico de la mujer. Es un programa regional, de varios países, que se basa en favorecer la presencia de mujeres en las empresas a todos los niveles, incluso en cargos directivos. Buscamos sensibilizar a las grandes empresas de los que son los principios de empoderamiento de la mujer (WEPs, por sus siglas en inglés) adaptados a nivel de las Naciones Unidas. Las empresas que quieran suscribir a los WEPs, van a ver financiado un consultor o especialista que pueda definir un plan de acción para ponerlos en marcha en su empresa. Cómo adaptar los principios a esa empresa para que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres en su empresa. Este es el programa “Ganar Ganar”. 

RP.- La vicepresidenta Gabriela Michetti dijo que las mujeres suelen tomar la mayor cantidad de decisiones pero no son tenidas en cuenta al estar en un directorio. ¿Cómo ve esa forma de reorganizar? ¿Es la solución una ley de Cupos?

Lo que decía la vicepresidenta Michetti es que, mientras en las empresas son los hombres los que están en las juntas directivas, venden productos que al final son las mujeres quienes compran, porque son las que toman las decisiones de compras en la casa. El 86 por ciento de la decisión de compra la hace la mujer. Para tomar en cuenta lo que las mujeres compran, sería lógico que las decisiones se hagan con consideración de lo que las mujeres están buscando. Entonces, quiso demostrar el valor económico en incluir mujeres. 

Ella no es la única en decirlo. El FMI, encabezado por una mujer, hizo estudios para demostrar el valor económico de incluir a la mujer en las decisiones de las empresas y el mercado laboral. Hay cifras que demuestran que un país, incluso Estados Unidos, donde muchas mujeres trabajan, si todas lo hicieran podrían ganar un 2.8 por ciento de PIB. El país donde más se vio es Egipto, si las mujeres trabajaran, ganarían un 34 o 37 por ciento de PIB. 

No es solamente un derecho que las mujeres puedan participar del proceso de decisión que les concierte, sino también una cuestión de valor económico y desarrollo de los países. Es un beneficio para todos. Podría, por ejemplo, pasar un hombre más tiempo en su casa, tener contacto con sus hijos. Que no impida la norma social a los hombres a interiorizarse a sus hijos y que la norma social no impida a una mujer a hacer una carrera profesional que le interesa. 

RP.- En el G20 se habló de un tratado con la Unión Europea, ¿de qué trató el mismo?

El foro del G20 es muy interesante, ya que los países pueden identificar cuáles son los desafíos que tienen en frente y cuál sería el camino para enfrentarlos de manera razonables. Con esto hay nuevos temas que se identifican. La Argentina puso muy bien en sus prioridades, por ejemplo, toda la temática digital, que evoluciona a nivel exponencial. Los estados, los procesos democráticos, a veces tienen cierta lentitud para responder a esos desafíos. Cómo enfrentamos la digitalización, el futuro del empleo, que fueron las temáticas puestas para Argentina, y la seguridad. Todos esos temas se trabajan y, desde la Unión Europea, cuando tenemos una hoja de ruta vamos viendo qué tenemos que hacer. También corresponde a hechos como el cambio climático, financiamiento del terrorismo y así miles de temas.

RP.- ¿Cómo pueden solucionarse los problemas más locales a nivel supranacional? ¿Es conveniente que el pueblo tenga una mirada supranacional y no sólo piense que el más cercano pueda solucionar los problemas?

En el tratado de la Unión Europea hay una definición de la competencia a nivel europeo y la nacional. El principio transversal es la subsidiariedad: lo que mejor se puede hacer a nivel local se hace a nivel local, lo que mejor se puede hacer a nivel supranacional se hace a nivel supranacional. Una vez que la Unión Europea ha implementado una política que no se ha tocado, se vuelve de nivel europeo, con el acuerdo de todos. También es válido en la política exterior. 

El parlamento europeo, al principio de la construcción europea, tenía poco poder, principalmente era para aprobar ciertas medidas por sí o no, sin poder de modificación o decisión. Esto fue cambiando. Hoy en día el Parlamento Europeo tiene un gran poder de decisión, con un Consejo, que es la representación de los estados miembros. La Comisión Europea propone legislación que deciden el Consejo que representa a los estados y el Parlamento Europeo. Una vez que la decisión está tomada, las implementan los países. 

Que tenga cada vez más poder aproxima a la gente. El problema es que la gente, cuando vota a un diputado europeo, vota por un partido político de su país y el contexto de su país. Esto impide que haya un real vínculo entre la persona y el parlamento europeo. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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