Habló el funcionario exiliado de la gestión Vidal y denunció amenazas

El ex director del Hospital Evita Pueblo de Berazategui, Rodrigo Castañeda, dialogó con RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) sobre la situación del nosocomio, los desmanejos políticos en torno al área de Salud y las amenazas que ha recibido por no querer formar parte de ciertos negocios. “Hoy la provincia de Buenos Aires tiene como máximo referente en Salud a un médico con diez años de graduado, sin experiencia médica, que nunca hizo una guardia y que tiene en su mochila de conocimientos como única carta de presentación ser amigo de Vidal”, aseguró.

A continuación, lo más destacado de la entrevista.

RP.- ¿Por qué dejó de ser director del hospital?

Porque no le ha convenido ni a propios ni a ajenos que yo fuera el director, porque estábamos haciendo las cosas bien, llevando una gestión impecable, no sólo desde el punto de vista sanitario sino también desde lo administrativo/contable, pero para hacer esto necesitas rendir números redondos, de forma transparente y clara. Eso lleva de la mano que no puedas responder a pedidos políticos, fundamentalmente económicos, entonces les dejó de convenir. Básicamente porque yo no era políticamente correcto, si lo que se me pedía me parecía que rayara con lo corrupto no accedía. Además, las cosas que veía mal las denunciaba. Tengo copias de expedientes en las irregularidades que había en la gestión y las denunciaba. 

RP.- ¿Es cierto que se le hacía un pedido de 1.200.000 pesos de la cooperadora del Hospital?

Sí. Son dos temas diferentes, el primero arrancó el 10 de marzo de 2016, cuando soy convocado por la ex ministra de Salud, Zulma Ortiz, a la casa de provincia, donde me avisa que al otro día iba a asumir como director ejecutivo del Evita Pueblo. Siendo Mussi uno de los consultores para la construcción del Evita Pueblo, él había puesto a José Potito, que inclusive fue presidente del Concejo Deliberante. Como no podía estar en los dos lados al mismo tiempo, el que manejaba el Hospital era Mussi. Cuando yo asumo, esto le molestó, me lo dijo él mismo.

Una vez que acepto el cargo y estábamos en pleno armado del equipo, recibimos un llamado del director provincial de Deportes de Vidal, y me dice que querían una reunión solicitada por el subdirector del RENAPER en un lugar neutral. Nos reunimos en el estudio de abogacía de mi hermano, que tenía un sistema de audio, motivo por el cual todo lo que digo está grabado, donde aparecieron, entre otros, el subdirector y, acompañándolo el doctor Gustavo Sastre, que venían exigiendo que al equipo directivo se le incorporase este último. Ante esto no pusimos demasiados peros porque yo ya lo conocía. Cuando dijimos que sí, el subdirector del RENAPER dijo que necesitaba que el doctor Sastre pueda ser la persona que maneje los fondos de la cooperadora del hospital, que recibía 1 millón 200 mil pesos mensuales. En este punto les dije que de ninguna manera, porque las cooperadoras son entes autárticos y los directores del hospital no tienen injerencia, tienen un estatuto, un órgano rector de las cooperadoras que es el ministerio de Salud, entonces quedaba claro que no tenía por qué ser manejado por ningún director de hospital. El pedido era al menos extraño, hacía ruido que un político pusiera a una persona a manejar ese dinero. Les dije que bajo esa condiciones yo, al otro día, no asumía, pero que iba a hablar con la doctora Ortiz, que en ese momento era ministra de Salud, sobre el por qué no podía asumir. Me dijeron que asuma pero a partir de ahí empezó una persecución hacia mi persona.

RP.- ¿Cómo vivió los años como director del hospital?

En los años que estuve como director sufrí aprietes de verdad. Un domingo, Mussi me llamó diciendo que había visto un comentario mío o de mi esposa en redes sociales y que iban a tomar cartas en el asunto, que íbamos a sufrir las consecuencias. Desde eso hasta que empapelaron todo el frente de la escuela de mis hijos, con amenazas como: "Rodrigo Castañeda, ya sabés que conocemos de dónde vienen tus hijos" o "Que lindos que son tus hijos". e insultos eróticos de todo tipo hacia mi esposa. En ese momento, Andrés Scarsi, el actual ministro de Salud, era Jefe de Gabinete de la ministra Ortiz. Él me llamó, porque yo hice un descargo en redes sociales, entonces Mussi fue al Ministerio y fue recibido por Scarsi, con quien tiene una relación política. En lo que fuera la oficina de la dirección provincial de Hospitales, entra Scarsi y me dijo "te cité porque vino Mussi enojado por lo que escribiste en redes sociales. Te voy a decir una cosa, bajá la espuma con Mussi porque te echamos". Saqué las pruebas que mostraban las cosas que había hecho gente de la municipalidad y Scarsi agarró los papeles y me dijo "todo esto no me importa". Esa es la política que lleva adelante. Pocos meses después, pasó a ser ministro. 

El día que le estaba firmando la renuncia a Scarsi, le pregunté cuál era su trayectoria como médico en la provincia y me confesó que cumplía nueve años de médico, ni siquiera los 10 años que exige la ley para poder darle al médico una licencia decenal sin goce de haberes. Se recibió y una vez que lo hizo dijo: "Me voy a trabajar con Mauricio" y ahí comenzó una carrera y una amistad con Vidal, que lo llevó a ser ministro de Salud. Hoy la provincia de Buenos Aires tiene como máximo referente en salud a un médico con 10 años de graduado, sin experiencia médica, que nunca hizo una guardia y que tiene en su mochila de conocimientos como única carta de presentación ser amigo de Vidal. Esto marca lo que está pasando en los hospitales públicos. 

RP.- ¿Por qué firmó la renuncia?

Porque me llamó una de las secretarias de Scarsi pidiendo una reunión con él. Me dijo que me agradecía, que me lo comunicaba en la cara porque creía que había gestionado bien el hospital, que me tenía que correr por cuestiones políticas y que había manejado las cosas bien, pero él lo hubiera hecho distinto. Luego me dijo que yo era tan buen gestionador que me querían tener en su quipo, que arreglara el lugar donde quisiera trabajar. Días después me dijeron "queremos que estés en una zona de confort, devolverte todo lo que hiciste por la provincia" y me propusieron pagarme el sueldo aunque no trabajara. Que me den 30 horas cátedra de Ministerio y que no tenía que dar una clase. Le dije que mi hombría de bien y dignidad no hacían posible que yo fuera un ñoqui. 

Luego me presenté para trabajar en el Hospital Fiorito pero llamaron al director del hospital  y le dijeron que yo no podía estar ahí porque era asesor de la Dirección de Hospitales. Entonces, di un paso al costado y presenté la renuncia. No puedo ser parte de una organización tan nefasta y mafiosa como la que lleva Scarsi, con sus dos laderos: el subsecretario de salud y el director provincial de hospitales. 

RP.- ¿Es cierto que el hospital Evita no tiene en funcionamiento las morgues?

Hay expedientes que versan sobre el descanso de cadáveres en el piso del hospital fuera de heladeras porque no funcionan, que hay cadáveres con olor a descomposición, tirados por la zona de ingreso de los pacientes de guardia. Si se fuera a atender a Evita Pueblo, uno entra por el mismo acceso de los cadáveres que van a la morgue, que tiene su estructura edilicia en paupérrimas condiciones y las heladeras no funcionan. Yo denuncié esta situación, envié los expedientes al ministerio cuando la actual directora ejecutiva del hospital era la directora provincial de hospitales y me respondió "no jodas porque no hay guita para eso". (www.REALPOLITIK.com.ar)

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