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2 de abril de 2019 | Nacionales

Macri a contrarreloj

Cambiemos, sin balas de plata: Sólo le quedan Stornelli y la cosecha del campo

El gobierno llega a la etapa final de la campaña electoral mucho más débil y cuestionado de lo que esperaba. Los próximos seis meses serán clave para definir el milagro o el fracaso total.

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por:
Santiago Albizzatti

La decisión de Carlos Stornelli de no asistir cuatro veces seguidas a la declaración indagatoria a la que fue citado pareciera una muestra gratis de la cultura nacional. Un fiscal nacional que no tiene respeto por la Justicia, y una Justicia que no tiene respeto por sí misma.

Declarado en rebeldía, Stornelli fue al mismo tiempo ratificado al frente de la causa de los cuadernos. El apoyo del gobierno de Mauricio Macri se volvió patente cuando el propio ministro Germán Garavano arremetió contra el juez federal de Dolores, Ramos Padilla, acusándolo de “juez militante” y criticando duramente su presentación ante la comisión de Diputados.

“La actuación de Ramos Padilla parece guiada con fines políticos”, aseveró el ministro de Justicia nacional, que sabe tan bien como el resto del gabinete que al gobierno de Macri ya casi no le quedan balas de plata. Con la recámara vacía girando febrilmente, sólo podrá salvar el año una buena cosecha que contenga al dólar o un golpe mediático lo suficientemente fuerte como para provocar al electorado perdido que nade de nuevo hacia la costa de Cambiemos.

Con respecto al campo, el gobierno espera una cosecha que remonte al menos 22 puntos porcentuales a la del año pasado, cuando la sequía causó estragos en la mayor parte de la producción del agro. Con la liquidación del trigo y la cebada primero, y la soja, maíz y girasol después, se espera un repunte de hasta un 1,5 por ciento del PBI, dato que, potenciado por la acción de los medios de comunicación amigos, podría generar el golpe que necesitan para dar vuelta una campaña electoral a todas luces adversa.

La opinión de los exportadores del agro es, no obstante, heterogénea. No son pocos los que se encuentran sumamente molestos con el gobierno, considerando que muchas de las medidas tomadas en el último tiempo afectaron negativamente a las condiciones de financiamiento y la situación impositiva no pareciera remontar. En este escenario, se espera que productores, acopiadores y proveedores del campo se guarden una buena parte de la cosecha para vender más adelante, ahogando de este modo al gobierno de Mauricio Macri.

Con casi el 50 por ciento de los niños menores de 14 años por debajo del nivel de pobreza, la economía en franca recesión, el Merval en picada y el dólar alcanzando y superando máximos históricos, la inversión externa esquivando al país como si de una rara enfermedad incurable se tratase y una retracción que supera al 50 por ciento de sus votantes naturales, Cambiemos transita por un año clave, en el que logrará el milagro o sucumbirá en la tormenta. Hay algo, no obstante, que es seguro. Incluso si gana las elecciones de octubre, lo que le espera en el 2020 no será necesariamente mejor. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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