El juego de Sergio Uñac, con los ojos en la presidencia 2023

Durante los primeros dos años de su gestión (2015-2017), se dedicó a construir un liderazgo propio dentro de la provincia de San Juan, tarea nada sencilla ya que eso le exigía desarticular el armado político construido pacientemente durante décadas por su mentor, el histórico José Luis Gioja. Sin embargo, Uñac consiguió superar la prueba con éxito y en tiempo récord, coronando ese ciclo con una de las pocas victorias resonantes que obtuvo el PJ en las legislativas de 2017.

El triunfo de Uñac en esas elecciones lo posicionó en un lugar expectante dentro del tablero político del peronismo a nivel nacional. Sin embargo, mantuvo su tono moderado y en lugar de salir a la escena con declaraciones extemporáneas que pudieran generarle enconos innecesarios, siguió avanzando paso a paso.

De este modo, fue reconocido inmediatamente como un interlocutor ineludible de la mesa de decisiones del PJ, lo cual le habilitó el target indispensable para iniciar sus visitas y recorridas por otras provincias y, en particular, por el conurbano bonaerense, donde se paseó reiteradamente del brazo de varios intendentes peronistas.

El sanjuanino siempre fue claro en su propuesta de unificación del peronismo con “todos adentro”, incluida la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner. Por eso coqueteó sin integrarse orgánicamente tanto con Alternativa Federal como con el espacio UC-PJ bonaerense. Para algunos pasó a ser el dirigente peronista de la generación intermedia con mayor potencial de crecimiento, desplazando a un Juan Manuel Urtubey derrotado en las legislativas de 2017 y cuestionado por su proximidad con el gobierno nacional. Para otros -y en especial para Roberto Lavagna-, se trataría del candidato ideal para ocupar la vicepresidencia en un gobierno de transición, cargo que lo dejaría en situación expectante para aspirar a la presidencia en 2023.

Uñac agradeció esos reconocimientos, pero no tomó decisión alguna. Simplemente se dedicó a restablecer su relación con José Luis Gioja de cara a su renovación como gobernador sanjuanino en 2019, y a fortalecer sus alianzas internas dentro del pan peronismo y, también, con el socialismo santafesino.

Su contundente victoria en las PASO de su provincia el domingo pasado no pasó desapercibida. Uñac recibió llamados de felicitación de Cristina, Juan Schiaretti, Lavagna, Daniel Scioli y Miguel Lifschitz, lo que, en la práctica, lo convierte en un punto de encuentro para una eventual unificación de todo el arco panperonista. A esta altura, solo Urtubey y Miguel Pichetto se muestran intransigentes en su negativa a una alianza con la ex presidente, ya que Sergio Massa expresa muchas coincidencias con la mirada del sanjuanino.

Uñac sueña con una gran PASO con todos adentro y así se lo hizo saber a Roberto Lavagna, sumándose a las declaraciones previas en tal sentido de Urtubey, Schiaretti y el propio Massa.

En el entorno de Uñac reconocen que al sanjuanino le atrae una candidatura presidencial y creen que los planetas se le alinearían si Cristina decide finalmente resignar su candidatura. La opción de ir como vice no le atrae demasiado, ya que se vería en figurillas frente a los sanjuaninos en caso de tener que renunciar a la gobernación para ocupar otro cargo que no fuese el de primer mandatario.

Solo habría una excepción a considerar en la que la candidatura a vice no sería despechada de plano: una candidatura de Lavagna, con Cristina auto excluida de la carrera presidencial, pero con Unidad Ciudadana formando parte de las listas. De ese modo, quedaría en claro que el próximo sería un gobierno de transición, que lo dejaría en situación inmejorable para el 2023. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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