Para frenar la inflación, el gobierno nacional recurre al “manual K”

En medio de un escenario económico y social de alta volatilidad, con una inflación que no da tregua y que se filtra en todos los aspectos de la vida cotidiana de los argentinos, el gobierno nacional activó el “modo campaña” y presentó una serie de medidas tendientes a frenar los precios de los alimentos hasta las elecciones.

El combo anti inflación incluyó tarifas, peajes, créditos y alimentos entre otros rubros. Nos ocuparemos de este último, que en el transcurso de 2019 ha registrado aumentos de gran magnitud. Como muestra, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Gran Buenos Aires sufrió un aumento del 4,7 por ciento el pasado mes de marzo. 

En concreto, la medida anunciada abarca a 60 productos que no aumentarán de precio en los próximos seis meses y se podrán comprar en 2.500 puntos de venta en todo el país. En el caso de carnes, se podrán adquirir asado, vacío y matambre a 149 pesos. 

Al analizar la letra chica de este acuerdo, empiezan a verse sus imperfecciones. En el caso de los alimentos, se contabilizan productos de primera necesidad, como aceite, fideos, leche, polenta y arroz entre otros. Las empresas “dieron su palabra” (según sostuvo el gobierno) para que no falte ninguno de los sesenta productos incluidos en el acuerdo.

En esta instancia deben tenerse dos puntos en cuenta: en la previa a este anuncio, las grandes cadenas remarcaron casi a voluntad, como para “readecuar” sus precios, mientras advirtieron en más de una ocasión que si el gobierno anunciaba un plan de congelamiento, se podría generar un desabastecimiento de esos productos.  

Por el lado de la carne bovina, a primera vista es un anuncio tentador poder comprar los principales cortes parrilleros a 140 pesos el kilos. Pero en este caso también hay que analizar la medida con detenimiento. 

Según informaron desde el gobierno, los frigoríficos exportadores proveerán 120 mil kilos semanales de estos cortes. Pero sólo se podrán comprar en la feria minorista del Mercado Central y en las bocas de expendio de los frigoríficos. Esta circunstancia limita de manera notable a los consumidores y apunta a generar expectativas en el conurbano bonaerense. ¿Qué opinará del anuncio un mendocino que quiera comprar asado a 149 pesos? 

En todos los casos, según detallaron fuentes oficiales, “la secretaría de Comercio Interior, con el apoyo de asociaciones de consumidores, fiscalizará el cumplimiento del acuerdo”. Más allá de cómo se implementará el plan y si surtirá efecto, el análisis político de esta medida muestra a Cambiemos en caída libre. 

En lugar de presentarse ante los medios para dar detalles y responder preguntas, el presidente Mauricio Macri optó por un video –de pésima calidad técnica- en donde un atribulado presidente –que buscaba sonar casual- le explicaba a la vecina los alcances del plan, en un lenguaje que rozó lo chabacano.

Como solución, envío a un tridente de ministros para que den la cara. Nicolás Dujovne (Hacienda), Carolina Stanley (Desarrollo Social) y Dante Sica (Producción), fueron los encargados de brindar los detalles. 

El otro aspecto saliente es que el macrismo, al borde del precipicio, apeló a las recetas kirchneristas para impulsar el consumo. Cambiemos no quiere resignar el poder y frente a un peronismo que empieza a insinuar unidad, apela a cualquier herramienta con tal de calmar al electorado, de cara a las elecciones presidenciales de octubre. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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