Criticando el crecimiento exponencial de la deuda, Lavagna le respondió a Macri

Pero no fue esa la única novedad que produjo el economista. Mucho se había especulado con la respuesta que daría a la convocatoria del presidente Mauricio Macri en torno a la agenda de diez puntos que, en la práctica, implica una demanda de consenso sobre las desacertadas políticas implementadas por el gobierno de Cambiemos.

El suspenso no duró mucho. Poco después del mediodía, Lavagna respondió la carta presidencial reiterando sus conceptos ya adelantados durante el fin de semana. Con precisión, Lavagna destacó la conveniencia de que el Gobierno, "de forma inmediata inicie un proceso que dé sostenibilidad de la deuda" mediante el alargamiento de los vencimientos con el FMI. Un terreno que el ex ministro conoce a la perfección: la renegociación de la deuda externa argentina.

Lavagna afirmó, de manera taxativa, que el crecimiento económico constituye una precondición para el crecimiento del empleo, de las exportaciones con valor agregado y de la inversión, por lo que resulta indispensable un drástico golpe de timón en las políticas económicas de Cambiemos. Sin un aumento del trabajo real y en blanco que permita incrementar los aportes al sistema jubilatorio, cualquier perspectiva de futuro será utópica.

"No solo importan las nuevas realidades sino también las viejas necesidades y en ese sentido hay que tener presente que tenemos hoy como sociedad 7 millones de personas en condiciones laborales de desempleo abierto o encubierto y de bajísima productividad".

Lavagna subrayó, asimismo, su cuestionamiento a la “independencia” del Banco Central que postula el gobierno –ya envió un proyecto de reforma de su carta orgánica- y los economistas del ala liberal. En su opinión, debe contar con la “autonomía” indispensable para instrumentar el rumbo económico que fije el ejecutivo, pero "sin desatender, como ocurre en todo el mundo, el objetivo del empleo".

Lavagna señaló que resulta innecesario el debate del punto del decálogo presidencial referido a la transparencia del INDEC y a la necesidad de que las transferencias de fondos entre nación y provincias no sean discrecionales. “Ya existe ese marco normativo en la constitución nacional, sólo se trata de respetarla”, aseveró, al tiempo que se mostró satisfecho con el funcionamiento actual del INDEC.

Otro punto del decálogo que juzgó redundante es el referido al cumplimiento de los compromisos financieros asumidos. “Ya todos hemos señalado la importancia de cumplir con las obligaciones”, recordó. En cambio, reiteró su convicción de que afrontar esos egresos “requerirá, dada la enorme deuda tomada en los últimos tres años, un proceso serio de alargamiento de las fechas de vencimiento de lo adeudado con al FMI. Este hecho -puntualizó- es reconocido por el propio organismo internacional y sería positivo que el gobierno, aprovechando sus relaciones con el FMI, sea quien de forma inmediata inicie un proceso que dé sostenibilidad de la deuda”, en lugar de tomar la cómoda posición de descargar la renegociación de la fabulosa deuda que este gobierno tomó en el que lo suceda.

En su conclusión, Lavagna solicitó a la dirigencia un mayor compromiso con la sociedad, en lugar de centrarse exclusivamente en los mercados externos. “El acuerdo debe buscar, además, generar un compromiso entre la sociedad y el oficialismo y las alternativas políticas. Es la sociedad la que en medio de la actual situación de crisis económica demanda certezas”.

Con corrección y claridad, el economista fijó posición. Como siempre, lejos de las declaraciones extemporáneas. Un típico producto Lavagna. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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