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El anuncio de la precandidatura presidencial de Alberto Fernández por parte de quien será su vice, Cristina Fernández de Kirchner, corrió como reguero de pólvora por la espina dorsal de la política argentina.
A partir de entonces, las interpretaciones y repercusiones no cesaron. Del lado del gobierno se presentó la decisión como resultado de que las encuestas que maneja no serían tan favorables como las que se difunden, o bien como una estrategia manipulatoria para atraer a sectores del peronismo que han sido remisos hasta ahora a integrarse a la unidad entre el PJ nacional, el PJ bonaerense y Unidad Ciudadana. Los más críticos presentaron a Alberto Fernández como una especie de Chirolita, y Hernán Lombardi la asoció al slogan “Cámpora al gobierno, Perón al poder”, anticipando que a los pocos meses de gobierno Alberto Fernández renunciaría para permitir que Cristina asuma la primera magistratura. Estas intervenciones coinciden en que el anuncio no habría cambiado nada, por lo que la polarización se mantendría intacta. Resulta lógico, ya que el gobierno nacional insiste en afirmar que no tiene ni piensa considerar ningún plan B.
Del lado de la UCR tampoco hubo cambios. La convención de la provincia de Buenos Aires, reunida ayer por la tarde en Brandsen, reafirmó su pertenencia a Cambiemos. Desde Mendoza, el gobernador Alfredo Cornejo afirmó: “Alberto Fernández le da garantías de impunidad a Cristina”.
La decisión de Cristina motivó el inmediato retiro de las precandidaturas de Agustín Rossi y Felipe Solá, quienes afirmaron que, con Cristina candidata, ya no tendría sentido mantenerlas. Fernando Gray, presidente del PJ bonaerense, aceptó la movida sin objeciones. Algunos gobernadores se manifestaron de manera similar: Domingo Peppo (Chaco), Juan Manzur (Tucumán), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Lucía Corpacci (Catamarca), Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Sergio Casas (La Rioja). Llamativamente, estas intervenciones manifiestan coincidencias con las formuladas por los referentes del Pro, ya que, más allá de su corrimiento a la vicepresidencia, siguen reconociendo el liderazgo de la ex presidente. En las redes sociales, la militancia K consideró la decisión como una maniobra magistral de Cristina, que no afectaría en absoluto su jefatura.
Sólo Daniel Scioli reafirmó su decisión de mantener su candidatura presidencial. Pero llamaron la atención las declaraciones de Juan Grabois que lamentó la decisión de Cristina y de alguna manera condicionó el apoyo a Alberto Fernández a su desempeño. “Reconocíamos en Cristina el coraje para enfrentar las corporaciones y los sectores concentrados de poder. Queríamos un nuevo gobierno popular, sin corruptos ni hipócritas, liderado por una mujer, para desarrollar la agenda de tierra, techo, trabajo, de la juventud y el feminismo popular. La decisión de Cristina de renunciar a la postulación a la presidencia nos entristece porque creemos que estos dos sectores sociales se quedan sin su candidata natural”. Para concluir: “Respetamos y aceptamos su decisión y desde el frente Patria Grande vamos a acompañar la candidatura de Alberto Fernández - Cristina Fernández de Kirchner”.
Sergio Massa, por su parte, manifestó su aprobación con la decisión y reafirmó su voluntad de competir por la candidatura presidencial en Alternativa Federal. “Yo soy candidato a presidente, hoy más que ayer, porque creo que tengo una enorme responsabilidad con la gente que me toca conducir, dentro de Alternativa Federal”, tuiteó.
Eduardo Duhalde, en declaraciones periodísticas, equiparó la decisión a la quema del cajón de la UCR por parte de Herminio Iglesias y consideró que se trataba de una demostración de debilidad de la candidatura de la ex presidente y de su preocupación por las difíciles situaciones personal y judicial que atraviesa. “Con esta fórmula pierden seis o siete puntos, es como el cajón de Herminio Iglesias”, aseveró en declaraciones periodísticas. Para Duhalde, el correlato natural deberá ser un necesario crecimiento del espacio de Alternativa Federal. En sentido similar se expresó Alfredo Atanasof, miembro de la mesa directiva de Consenso 19, ante la requisitoria de REALPOLITIK, para quien la decisión de Cristina “ratifica que el camino tomado es el acertado. Una propuesta moderada y con eje en el consenso que será imprescindible para gobernar, no sólo para ganar la elección”.
La decisión de Cristina invisibilizó en los medios la gran noticia política que se produjo el viernes a última hora: la cumbre de presidenciables y de dirigentes progresistas a la que convocó el gobernador cordobés, Juan Schiaretti, para el próximo miércoles. La intención de Schiaretti consiste en reunir a Sergio Massa, Roberto Lavagna, Juan Manuel Urtubey, Miguel Pichetto, Miguel Lifschitz, Margarita Stolbizer y los radicales disidentes Ricardo Alfonsín y Federico Storani.
Para guardar las formas, Schiaretti habría solicitado a Lifschitz que invite a Roberto Lavagna como “extrapartidario”, aunque su participación podría estar supeditada a su aceptación a participar en las PASO que tendrán lugar en ese espacio. Schiaretti pretende reeditar la composición de “Hacemos por Córdoba” a nivel nacional y aspira a obtener resultados igualmente exitosos. En el entorno del economista aseguraron que, si es invitado, asistirá.
Desde la organización informaron: “La reunión está en pleno proceso de armado y es un trabajo de orfebre. Hay que ser cuidadoso, no herir susceptibilidades y combinar muchas agendas”.
El objetivo de la reunión consiste en acercar posiciones y sellar el compromiso de ir todos juntos a los comicios presidenciales. Cuestiones más ríspidas, como las candidaturas y el modo de definirlas -si habrá o no PASO-, quedarían para una segunda reunión.
Por esta razón es que Schiaretti no convocará a los gobernadores que juegan su reelección y acompañan la iniciativa hasta la conclusión de las elecciones en todas sus provincias, para respetar la participación en sus propios procesos electorales, tal como él mismo fue respetado para el caso cordobés. La última de estas elecciones se realizará en Santa Fe el 16 de junio y allí confrontarán el peronismo y el socialismo en un cabeza a cabeza.
A última hora de este sábado circuló la especie de que el encuentro tendría lugar el próximo miércoles 22 de mayo.
En la tarde de ayer, Juan Schiaretti realizó declaraciones terminantes sobre la decisión de la ex presidente, que despejan cualquier posibilidad de duda. Cristina Fernández “pertenece a otro espacio”, aseguró. Y remató: “No opinamos sobre las decisiones de otra fuerza política. Estamos trabajando en la construcción de una Alternativa Federal y esta construcción va a tener una representación en las próximas elecciones presidenciales”.
En horas de la tarde, Miguel Pichetto y Juan Manuel Urtubey opinaron en términos similares.
El juego sigue abierto. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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