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29 de mayo de 2019 | Cultura

Material histórico

Hermética en la cárcel de Caseros y un debate vigente

Aparecieron videos del concierto que el grupo había dado en el penal hace 25 años, donde más allá del show se “filtran” las complejidades del sistema penitenciario.

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por:
Juan Provéndola

Aquel lunes de otoño había amanecido nublado pero templado. Sin amenazas desde el cielo, el patio entonces se fue acomodando durante la mañana entre el despliegue de equipos y accesos cada vez más exclusivos. Todos miraban con curiosidad un hecho absolutamente inédito para el lugar. Pasadas las 14.00, Hermética salió a dar el show más curioso de toda su carrera: en la cárcel de Caseros para 150 detenido del pabellón de menores. Ocurrió el 18 de abril de 1994, hace 25 años y exactamente ocho meses antes del último concierto de la banda.

El episodio era relativamente conocido por los fanáticos o interesados en la “historiografía” de Hermética. En su breve pero intensa existencia (seis años, tres discos de estudio), el grupo además acumuló una interesante cantidad de presentaciones exóticas o fuera de lo común. Como la participación en el célebre festival de la cárcel Olmos de 1993 o su mismo “acto” debut: el  viernes 6 de mayo de 1988, dentro de una performance del Centro Cultural Recoleta.

Pero lo que le dio nueva circulación al show en el penal de Caseros (hoy demolido parcialmente y utilizado como escenario de la serie “El Marginal”) fue la “aparición” de unos videos sobre aquella experiencia. La organización estuvo a cargo de la Universidad de Buenos Aires a través del Centro Cultural Rojas y el programa de extensión universitaria. Aunque el contacto se había aceitado entre dos Claudios amigos: Peña, profesor de un taller de música en Caseros, y Strunz, baterista de Hermética.

Los videos en cuestión son dos. Uno de casi 25 minutos y otro de 35. Juntos constituyen un crudo de una hora con Hermética en Caseros y todo el universo penitenciario que lo rodeaba.

El primer video comienza con una breve entrevista que una mujer le hace a Ricardo Iorio, a quien presenta como “bajista y líder de Hermética”.

- ¿Qué expectativas tuvieron ustedes cuando tocaron en Olmos y cuál es la expectativa que tienen hoy?- preguntó la periodista.

- El significado es poder darle un poco de alegría, arrimarse. Nuestro beneficio es ser uno de los que vengan a brindarle un poco de comunicación con la música y con lo exterior. Así que, bueno, muy contentos de poder ser nosotros. Adonde nos llaman, vamos. Y cuando nos dijeron de venir, fue una gran emoción. Así que acá estamos de temprano, con lo mismo con lo que tocamos afuera. Agradecemos la oportunidad de que cualquiera, desde cualquier rincón del penal, pueda escuchar nuestra música- respondió Iorio.

- ¿Y qué sienten al tocar ante gente que la única posibilidad que tiene de ver un grupo en vivo es ahora?

- Bueno… muy gratificante para nosotros: no vacilamos en dar la afirmación para que esto se haga posible. Y estamos dispuestos de hacerlo en cualquier otro penal o en cualquier otro lugar que tenga el mismo tipo de significado.

Luego se observa cómo se van acomodando los presos autorizados a ver el evento sentados en el piso del patio (aunque también otros se las rebuscaban entre las ventanas enrejadas). La actividad en verdad comienza antes de Hermética: un trío de detenidos llamados “Queremos ser libres” tocó “Libros sapienciales” y “Cristo: Muerte o resurrección”, ambos del disco “La Biblia” de Vox Dei, mientras que después se entregaron dos guitarras y un walkman como premios a un concurso de letras dentro del penal.

El primer video termina con el inicio de Hermética a través de “Atravesando todo límite” y “Del camionero”. Ambas pertenecen a “Ácido Argentino”, disco que un mes después sucederían con “Víctimas del Vaciamiento”.

La H prosigue su faena en el segundo video, que comienza con una piña en la pera: “Gil trabajador”. Y luego se suceden “Traición” (anticipo del inminente tercer disco) y “Evitando el ablande”. Pero en un momento la cámara deja de prestarle atención al “micromundo” del show en el patio y empieza a meterse por recovecos oscuros y -en ese momento- vacíos de la cárcel.

“Orden, disciplina y dignidad” indica un cartel colgado sobre una reja de un pasillo vacío, mientras curiosamente se oye de fondo a Iorio cantar “Del colimba”, aquella canción que dice con ironía: “Ser vigilante pareciera ser mejor”.

La arquitectura penitenciaria se sucede en el video entre lugares sin terminar, partes derruidas, restos de escombros y otras postales de precariedad edilicia. En un momento dado, entrevistan en uno de esos espacios a una persona cuya identidad no se aclara, aunque parece ser un detenido. El mismo habla sobre el centro universitario de Caseros y otros emprendimientos con el mismo fin formativo.

“Surgió por iniciativa de los mismos internos, por la necesidad de estudiar y querer superarse. Nació este espacio de libertad para progresa y demostrar que podemos lograr algo”, explica el muchacho, quien luego subraya: “Acá el servicio no colabora con nada, todos se logra con el aporte de los internos”. Finalmente, el muchacho concluye que “queremos demostrar que somos gente” en el tramo final de estos videos inéditos. Hasta ahora. (www.REALPOLITIK.com.ar)


ETIQUETAS DE ESTA NOTA

Hermética, Ricardo Iorio, Claudio Strunz

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