Salto: Develan una oscura trama de narcotráfico y corrupción que involucra al intendente

El intendente de Salto, Ricardo Alessandro, está cada vez más complicado por una serie de denuncias que lo involucran en una red de corrupción dedicada a la venta de drogas y la prostitución. Tras muerte de la joven madre, Solange “Luly” Ortiz, en febrero pasado, se develó una escandalosa trama delictiva que también implica al comisario de la ciudad, Miguel Ángel Paolini.

Desde la cárcel y siendo grabado en video, el criminal apresado por la muerte de “Luly”, Andrés Retamal, admitió que trabajaba vendiendo estupefacientes para el comisario. Esta impactante confesión no sólo involucra a la policía local, también implicaría al jefe comunal.

Alessandro vendería las drogas a través de la policía. En tanto, uno de sus hijos, que es concejal de Salto, Camilo Alessandro, es el que estaría encargado de llevar la droga a la ciudad, mediante el aval del padre para hacerse cargo del negocio familiar. Un capitán y jefe de calle de la policía, de apellido Pancera, sería quien trabajaría manejando el kiosco de la familia del intendente.

“PAOLINI MANDÓ A DECIR”

“¿Cómo hiciste cuándo la piba estaba muerta?”, le pregunta otro preso, “El Pájaro” Vivas, a Retamal, quien responde “y nada, me fui a la mierda boludo”. Además, el criminal investigado por la muerte de Ortiz da detalles de su complicidad con la policía local cuando señala que la joven “estaba muerta, y cuándo cayó la gorra agarré y me fui a la mierda. Me dijo la gorra que me tome el palo, les conté lo que había pasado y me fui a la mierda”.

El video fue grabado de forma curiosa. Vivas, preso por una causa que le habría armado la policía con ayuda de Retamal, instó a fuerza de golpes al narco para que confesara la verdad sobre el crimen de la joven y sobre el entramado delictivo que conforma junto a miembros de la fuerza pública comandados por Paolini.

Mientras fumaba, Retamal afirmó que “el Paolini mandó a decir” que huya tras el crimen de la joven. “Nunca me robaron. La gorra me apretó para que declare eso”, señaló el criminal en relación a la falsa denuncia por robo que mantiene a Vivas tras las rejas, y en otro de los cortos videos agrega una frase escalofriante: “Cuando la gorra aprieta, aprieta, es así”.

ARMADO DE CAUSAS

El comisario Paolini, según la confesión de Retamal, se estaría encargando de “empapelar” a mucha gente. El término implicaría que el jefe de la policía armaría causas acusando a personas de distintos delitos y sin pruebas. Consultado sobre si trabajaba con la fuerza de seguridad en la calle, el narco responde sin titubear: “Y sí, ¿si no cómo iba a hacer para poner gente y todo eso, boludo?”.

“Y de 100 mil pesos por mes para mí y 50 mil para la gorra”, confesó el vendedor de drogas sobre lo que ganaba mensualmente. Los tres breves videos tienen de fondo el ruido de las voces de los internos del penal, pero dejan un profundo silencio de asombro ante el nivel de impunidad que conmueve a toda la comunidad de Salto que expresa su repudio en Facebook, la red social dónde fue compartida la confesión de Retamal. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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