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2 de junio de 2019 | Nacionales

Martes, día D

Elecciones: Mientras los Fernández controlan la agenda, Massa define su postura

El día jueves 30, el encuentro nacional del Frente Renovador otorgó potestad a Sergio Massa para negociar una alianza opositora con el Frente Patriótico para poner punto final al gobierno de Cambiemos. 

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por:
Alberto Lettieri

En su discurso de cierre, el líder del FR manifestó su deseo de concretar una amplia unidad capaz de incluir tanto al Frente Patriótico como al espacio, cada vez más acotado, de Alternativa Federal. Pero, tal como lo analizamos recientemente, esa construcción sólo podría alcanzarse en el caso de que Cristina Fernández de Kirchner estuviese dispuesta a dar un paso al costado y renunciar a su candidatura a la vicepresidencia. En caso contrario, la decisión del FR, a pocos días del cierre de alianzas y frentes, sería una especie de salto al vacío. Y tal parece que, en definitiva, es lo que ha sucedido.

El día viernes, tanto Juan Manuel Urtubey como Miguel Pichetto se expresaron en duros términos hacia Massa, lo que significó una especie de ultimátum. O estaba con ellos o en su contra, ya que no estaban dispuestos a participar de ninguna construcción de la que formara parte la ex presidente. Urtubey fue contundente: "Es incompatible Alternativa Federal con el kirchnerismo", mientras que Pichetto dejó abierta una puerta: “Yo confío en el compromiso asumido por Massa 48 horas antes en Córdoba”. Sin embargo, el paso dado por el FR parece definitivo y, ya sin Massa ni la mayoría de los gobernadores peronistas, Alternativa Federal quedará reducida a una opción puramente testimonial. Pragmático, Juan Schiaretti hizo las valijas y se fue de viaje prácticamente hasta el cierre del plazo de presentación ante la Justicia Electoral.

Pero la política se construye en base a realidades y no a simples expectativas o deseos. Durante mucho tiempo Sergio Massa bregó por la creación de un tercer espacio, al margen de la polarización, pero los plazos se agotan y esa construcción, una vez más, no ha conseguido tomar calibre. En la elección que se avecina, el Frente Renovador deberá revalidar gran cantidad de bancas legislativas y varias intendencias que obtuvo en 2015, cuando se alzó con el 20 por ciento de los votos. En 2017 ese porcentaje disminuyó al 12 por ciento y ahora ha llegado la hora de la verdad. Deberá decidir entre un acuerdo político con UC/PJ que le garantice la mayoría de los cargos y territorios puestos en competencia, o lanzarse a la lid electoral con Alternativa Federal a riesgo de que la propia construcción del Frente Renovador quede pendiente de un delgado hilo, en caso de no conseguir incrementar drásticamente los sufragios a los niveles de 2015. Las encuestas no autorizan a imaginar semejante recomposición. Y Sergio Massa lo sabe.

Por esta razón sólo le queda tratar de negociar con la fórmula FernándezFernández el mejor acuerdo para conservar su inserción institucional, con el menor daño posible para su estructura partidaria. Las candidaturas en nación y en provincia del Frente Patriótico ya han sido anunciadas, y resulta difícil pensar en una reconsideración que no sea tomada como un gesto de debilidad. Por esta razón, deberá decidir si acepta encabezar la lista de diputados nacionales, distribuir razonablemente los cargos legislativos y preservar sus municipios, compartiendo una lista común con Fernández - Fernández (lo cual de por sí no sería un mérito menor), o bien asume una posición más confrontativa, compitiendo en las PASO con una fórmula propia. 

Haciendo un crudo diagnóstico de su situación, Massa afirmó taxativamente en su discurso de Parque Norte que está preparado “para liderar”, pero que también “está dispuesto a empujar el carro desde donde sea para derrotar al gobierno del presidente Mauricio Macri”.

Un problema adicional que se le presenta es que a partir de la presentación de “Sinceramente” en la Feria del Libro, Unidad Ciudadana ha tomado el control de la agenda política, no sólo dentro del Frente Patriótico, sino también a nivel general. Algo que también deben soportar el gobierno nacional –que no consigue definir un vicepresidente de fuste para acompañar a Mauricio Macri-, Roberto Lavagna, Alternativa Federal y el propio Frente Renovador. 

Por esa razón, Massa ha anunciado que mantendrá el silencio de radio hasta el próximo martes, cuando anunciará su decisión. Sin embargo, ese silencio puede resultarle caro, ya que sus eventuales socios no paran de producir novedades con capitalización inmediata. 

En el día de ayer, Alberto Fernández acompañado de una calificada comitiva, visitó al patriarca regional, José Mugica en el Uruguay. Allí no sólo recibió su respaldo, sino que también convocó a Sergio Massa a competir en internas transparentes para definir la candidatura definitiva del Frente Patriótico. Inmediatamente, como en efecto espejo, el presidente del PJ nacional, José Luis Gioja, celebró la realización de la interna, mientras que, en simultáneo, un importante número de diputados del Parlasur emitieron un comunicado en el que manifiestan su “apoyo a la fórmula presidencial de Argentina integrada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner”. 

Segio Massa sabe que el tiempo juega en su contra, ya que, en la medida en que la situación se dilate, los apoyos a la fórmula Fernández - Fernández se irán incrementando. De hecho, Sergio Uñac, el predecible vencedor en las elecciones provinciales de San Juan, se sumó a otros gobernadores que ya lo habían anticipado. Y así lo seguirá haciendo –salvo que rápidamente surja una opción atractiva-, la mayoría de gobernadores peronistas que resulten electos o reelectos en las próximas semanas. 

Por lo pronto, el impacto de la fórmula de unidad Fernández - Fernández, también se ha hecho sentir en el Chaco, donde, luego de una larga y acalorada controversia, Domingo Peppo terminó desistiendo de presentarse a su reelección, en beneficio de su antecesor, Jorge Capitanich, conformándose a una postulación como senador nacional. 

Las últimas encuestas disponibles han encendido otra vez la luz de alarma en el gobierno nacional, ya que no sólo anticipan una holgada victoria del Frente Patriótico sobre Cambiemos en la primera vuelta, sino también en el ballotage. Sin embargo, en vistas de la volatilidad de la opinión pública argentina y la eficiente presión de la prensa “amiga” del gobierno, la fórmula Fernández - Fernández asegura que agotará todos los recursos a su alcance para obtener una victoria en primera vuelta. Las experiencias de 2015 y de 2017 en la provincia de Buenos Aires lo ameritan. Allí es donde Sergio Massa exhibe su principal carta negociadora, ya que todo el universo político considera que sus votos resultan indispensables para concretar la victoria en octubre. 

Lo saben Cristina y Alberto Fernández. Y también del gobierno nacional. Por esa razón no resulta extraño que el operador mediático Eduardo Feinmann haya anunciado hoy como compañera de fórmula de Sergio Massa a Natalia De la Sota. En el Frente Renovador se guardó riguroso silencio. La mayoría de los medios periodísticos no dieron entidad a la especie, incluso los que comparten la misma señal que el periodista citado. De aquí en adelante, las maniobras para embarrar la cancha se multiplicarán, por eso tanto los Fernández como el FR se manejan con sumo cuidado. Pero la decisión de Sergio Massa no podrá esperar. El tiempo lo apremia y la agenda les es impuesta desde afuera. El líder del FR lo sabe y se ha propuesto obrar en consecuencia. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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