Guiño para Massa: Cambiemos no descarta traccionar votos con otro presidenciable

La primera la dio el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, en una charla que brindó en la Bolsa de Comercio de Córdoba. Allí el canciller se despachó con que “si al presidente Macri lo tuvieran que votar en el exterior tendría un voto amplísimo”. Pero, para su desgracia, las elecciones se realizarán aquí, y la inmensa mayoría de los votantes tiene muy en claro cómo han afectado a sus bolsillos, a su calidad de vida y a sus expectativas de futuro las políticas implementadas a partir del 10 de diciembre de 2015. 

La demoledora frase dejó atónita a la audiencia. El propio ministro de RREE reconocía tácitamente que Cambiemos había gobernado en beneficio de los intereses extranjeros, a costas del interés general de los argentinos. No conforme con su definición, agregó: “El gobierno del presidente Macri tiene un compromiso absoluto, muy duro para todos nosotros, algunos tienen más recursos en el bolsillo para afrontarlo, otros tienen menos y eso le da una enorme dureza al ajuste para poder llegar al objetivo que tenemos este año y que ya viene dando indicadores que vamos a poder cumplir”. 

“Se han producido cambios que hacen parecida a Argentina a lo que hacen las economías en el resto del mundo". Debió aclarar que el mundo al que haría referencia no era el primero, ni siquiera el segundo. Los indicadores económicos de la gestión Macri colocaron a la Argentina a la cabeza del ranking del endeudamiento mundial, y precipitaron a la producción, el empleo y los niveles de ingresos a la retaguardia del denominado tercer mundo. 

La alocución del canciller puede incluirse en el marco de las confesiones brutales a que han acostumbrado los funcionarios del gobierno nacional desde inicios de su gestión. Pero las elecciones provinciales realizadas hasta el momento son prueba irrefutable de que la sociedad argentina ya no cree que esos terribles ajustes y transferencias de divisas al exterior tengan nada de necesario, ni que, en modo alguno, asfalten la ruta del progreso.

La segunda señal, también muy elocuente, consistió en la aprobación, por parte de la Casa Rosada, a la gobernadora María Eugenia Vidal, para su presentación simultánea como candidata de Cambiemos y de Alternativa Federal. El gobierno nacional extrema así sus recursos para tratar de retener la provincia de Buenos Aires. En la noche de ayer, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, sostuvo que "si al final del día hay más candidatos que apoyen a Vidal y con eso se consolida una decisión de no volver al kirchnerismo, no nos parece que sea un atajo". La decisión fue interpretada como un manotazo de ahogado para tratar de mantener a Sergio Massa al margen de un acuerdo electoral con el frente PJ-UC, y así evitar una derrota humillante en la primera vuelta electoral.

La tercera señal la proporcionó el propio Marcos Peña, al comprobar que la plataforma “Defensores del Cambio”, que invita a sumar apoyos individuales a la campaña electoral, con el lema: "Armá un grupo nuevo de WhatsApp con esos amigos, conocidos o familiares que sabés que apoyan al cambio. Respondenos este mail con el link del grupo para que podamos sumarnos a participar", no mueve el amperímetro en las provincias del interior.

El desencanto o, directamente, la condena de la sociedad frente a las políticas de Cambiemos resulta indisimulable. Mucho más cuando queda claro que los sacrificios que se exigen a los argentinos sólo consiguen incrementar cuentas bancarias de extranjeros o de un minúsculo grupo local cercano al gobierno. Pero, tal como se lamentó el canciller, lamentablemente para el gobierno son los argentinos quienes detentan el derecho a elegir su propio gobierno. Y han comenzado a utilizarlo. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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