Intendente peronista despidió a una enfermera discapacitada por ayudar a realizar un aborto

El intendente de la localidad de Salto, Ricardo Alessandro, recibió una nueva acusación que pone en jaque su desempeño. Marisa Páez, enfermera del ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires con más de 25 años de servicio, y con un hijo y un nieto a su cargo, denunció públicamente al intendente por dejarla sin trabajo a razón de una “causa armada”.

Páez sufre una discapacidad tras haber vivido un cruento episodio de violencia de género en el año 2002. Su ex marido le disparó en el rostro y, tras sobrevivir milagrosamente, perdió un ojo y parte de su nariz. Desde entonces realiza tareas pasivas. 

“No entiendo por qué tanta maldad del intendente conmigo, siendo que tiene trabajando en el hospital a un médico con antecedentes penales por mala praxis”, afirmó la enfermera haciendo referencia a Fernando Portillo, a quien acusa de armarle la causa judicial por la cual Alessandro la suspendió de sus funciones.

Para la denunciante, el intendente municipal no hace caso de la causa que pesa sobre Portillo pero tomó una rápida decisión en su caso, en el que se la investiga por ayudar a realizar un aborto, porque “soy una simple empleada”. Páez afirmó: “Acá el ayudante del fiscal, el intendente municipal y director del hospital están todos comprados, hasta el comisario”.

En este sentido, la enfermera dice ser un chivo expiatorio de Portillo, quien la habría acosado sexualmente años atrás. “Alessandro dice que no puede tener una persona por antecedentes penales, y por eso me suspende, ¿y el doctor Portillo? Me dejó sin trabajo, sin mutual y no me quiere atender, me dijo que me va a sacar con la fuerza pública. Es un maleducado, un soberbio”, expresó Páez respecto del intendente de Salto.

“ES TODO CIERTO”

Según la enfermera, “es todo cierto lo de la droga”, respecto del video en el que el joven apresado por el crimen de Solange “Luly” Ortiz, Andrés Retamal, afirma que vendía droga para el comisario Miguel Ángel Paolini. En este marco, producto de la causa en la que se investiga, y de la que nunca fue notificada correctamente, Páez estuvo presa dos semanas. 

La denunciante relató que en sus días tras las rejas vio cómo Paolini pedía información de punteros porque “prefieren meter presa a otra persona, y dejar libre al que sabe para hacer sus negocios”. Además, contó con espanto que en prisión pudo ver cómo las mujeres apresadas intercambiaban sexo por favores. 

“Quiero que me devuelvan mi trabajo y que Portillo pague por las calumnias e injurias que realizó contra mí”, afirmó Páez. 

Desesperada, acudió a este medio para romper el cerco de impunidad que dice que existe en Salto, en el que nada sale a la luz porque los poderosos “son todos amigos”. (www.REALPOLITIK.com.ar)

SI TE GUSTA
LO QUE
HACEMOS

Ayudanos a seguir haciendo
periodismo con la mayor
independencia y objetividad
posible.

COLABORÁ A PARTIR DE $500

COMENTÁ / VER COMENTARIOS