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11 de julio de 2019 | Judiciales

Caso Eugenia Mercado

La Justicia bonaerense habría avanzado sobre una persona en base a indicios y datos sin verificar

A pesar de contar tan sólo con indicios y de que éstos fueron proporcionados por Lidia Perna, quien además de estar procesada fue vinculada a un detenido por robar campos y escapar de la cárcel limando barrotes, se negaron a liberarla.

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Lo inédito del caso de Eugenia Mercado es, tal vez, que el ataque de la Justicia sobre su persona es tan injustificado que representa en sí mismo la mejor estrategia de la defensa. Los artículos periodísticos publicados con el burdo objetivo de inculpar a la empleada administrativa detenida, hacen poco menos que dejar expuesta la fragilidad de los indicios en su contra.

¿Qué pruebas existen en su contra? Hasta el momento, ninguna. Incluso la propia jueza que entiende en la causa, Marcela Garmendia, admitió frente a Héctor Granillo Fernández, abogado defensor de Mercado, que la mantenía encarcelada porque “no quiere colaborar”. Dicho sea en castellano simple, como la Justicia cree que puede decir más de lo que dice, la meten en la cárcel para atormentarla con una experiencia violenta, marginal, con la esperanza de que el miedo y la locura la empujen a hablar. Increíblemente, Mercado pidió declarar una y otra vez, y cada vez que lo hizo contó todo lo que sabe. El problema, entonces, no es que la detenida no declara, sino que no dice lo que la jueza quiere escuchar.

Este capricho judicial le ha costado a Eugenia Mercado casi un año de encarcelamiento y un daño psicológico inconmensurable tanto para ella como para sus hijos, quienes no sólo se quedaron sin la cotidianeidad de su familia, sino que además deben ver semana a semana como su madre se desmorona física y mentalmente en un castigo que remite a las dictaduras caribeñas o las del norte de África.

¿Qué indicios hay en su contra? Acorde a la causa, dos. El primero consiste en una supuesta nota de crédito que Mercado habría cambiado por una cartera en la firma Jackie Smith, valuada en aproximadamente 4 mil pesos. El segundo, una supuesta reunión hace diez meses en un bar ubicado en diagonal 74 y 19, en la ciudad de La Plata, en la que le habrían dado a Mercado 30 mil pesos en un sobre. Ambos indicios nacieron, hasta donde se pudo comprobar, en la imaginación de Lidia Perna.

Perna es una de las imputadas y procesadas en la causa que instruye la fiscal Betina Lacki, por haber intermediado en beneficios procesales. El que “cayó” con ella fue su jefe, Ariel Heine, que tenía una banda dedicada a ocupar campos a base de violencia. Heine fue detenido en San Miguel del Monte, de donde escapó de la cárcel limando los barrotes de su celda. En una movida sorpresiva, Perna pidió declarar como arrepentida, aunque la figura no existe en los libros de la Justicia bonaerense.

Fue entonces cuando Perna deslizó los dos indicios que la Justicia utilizó contra Mercado. Consultado por REALPOLITIK, uno de los secretarios del juzgado –quien pidió reservar su identidad por miedo a represalias –aseveró que la medida es “absolutamente caprichosa. ¿Quién puede corroborar que estas personas se tomaron un café en septiembre de 2018? Resulta ridículo pensar que pueden comprobar algo si hasta la propia imputada admitió que no pidieron la factura y que el lugar no tenía cámaras. Es absolutamente incomprobable”, aseguró.

Algo similar ocurrió en la firma Jackie Smith. Un periodista de REALPOLITIK se dirigió a uno de los locales de la firma y consultó sobre la posibilidad de comprobar la utilización de un ticket de cambio de un año de antigüedad. “Es virtualmente imposible. Puede que la casa central tenga algún dato, pero si el ticket estaba a nombre de Perna, comprobar que quién lo cambio fue Mercado es extremadamente complicado. Casi te diría que imposible”, explicó la encargada.

Increíblemente, la declaración de Perna sí incluyo jugosos datos acerca de sospechosas movidas de jueces y fiscales de renombre, pero nada de esto fue tenido en cuenta por la Justicia y por los medios de comunicación contratados por ésta. Dejaron de lado a los peces gordos para poner la lupa en una empleada administrativa que, según indicios, habría comprado una cartera de 4 mil pesos.

Por otro lado, el martes 2 de julio los peritos doctores Pablo Capurro y el doctor especialista Forte, llevaron a cabo una pericia psiquiátrica sobre Mercado en la asesoría pericial oficial, con la presencia del Othon Aguirre, perito de parte. En la misma, los 3 especialistas coincidieron en determinar que el daño psicológico que la Justicia bonaerense concibió tanto en Mercado como en sus hijos ha sido impactante, y alertaron sobre la necesidad de otorgarle la prisión domiciliaria en forma urgente. Aún así, nada ha ocurrido aún.

Prácticamente incomprobables, éstos indicios parecieran ser todo lo que la Justicia tiene al día de hoy. Información que falló en avalar, brindada por una persona cuya virtud pareciera hallarse en estar imputada, procesada y vinculada con un ladrón de campos que se escapó de una cárcel limando los barrotes. Así de sencillo y escalofriante es ir preso, bajo la sombra de una Justicia bonaerense tan caprichosa como incompetente. Es por ello que los espacios periodísticos comprados en los matutinos platenses no son más que el manotazo de ahogado de un proceso que hace ya muchos meses que naufragó en la búsqueda de la verdad. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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