Paul Zaloom, de “El mundo de Beakman”: “Trump es divertido y un idiota, y también un poco peligroso”

Para los criados en la década del 90, Beakman es sinónimo de ciencia y entretenimiento. Interpretado por Paul Zaloom, un comediante que se inició como titiritero y llegó a trabajar con Jim Henson, el creador de los Muppets, el personaje fue un punto de referencia para muchos chicos que disfrutaron sus programas de televisión.

Sin embargo, lo que no muchos saben, es que su verdadero placer está en un ámbito radicalmente opuesto al del entretenimiento infantil: la sátira política. Sí, es cierto que disfruta seguir dándole vida a Beakman en las presentaciones en vivo que hace con su personaje, pero nada lo pone más feliz que un show de marionetas en donde puede interpretar todos los personajes que quiera.

Así es la vida para este actor que, con 67 años, sigue intercalando sus días entre la ciencia y los títeres. En medio de una gira por México, el artista habló con REALPOLITIK sobre su llegada a la televisión y de la pasión que tiene por el mundo de la política.

RP.- ¿Cómo se elegían los experimentos que mostraban en cada episodio de “El mundo de Beakman”?

Los guionistas y los productores eran los que estaban a cargo. Nos inspiraban los mensajes de los chicos cuando preguntaban, porque servían para ver qué podía ser interesante. Si bien la ciencia es peligrosa y no está bien experimentar sin supervisión, hay cosas que se pueden hacer de manera muy sencilla.

RP.- ¿Cuándo te diste cuenta de que eras famoso en Latinoamérica?

La segunda vez que me invitaron a Brasil, que fue como un recital de rock. Era un festival de animé en el que había 1500 personas. Siempre me dijeron que Beakman era querido porque explicaba bien la ciencia, pero creo que la conexión emotiva con la audiencia tiene que ver con que Beakman es divertido, gracioso y les habla a los chicos directamente, lo que hace que conecten.

RP.- ¿Qué es lo que más extrañás de la televisión?

Me gusta ese juego de inventar cosas, la búsqueda de la perfección y la presión del tiempo que hay, a veces lo extraño, pero cada tanto me invitan para hacer algún video y vuelvo a revivir un poco de eso.

Era una producción muy cara y las señales ya no gastan eso en programas infantiles. Pensé en hacer algo con marionetas que es lo que me interesa, y quizás pase en algún futuro.

RP.- ¿Cómo llegaste inicialmente?

No encontraban a alguien lo suficientemente raro para el papel. Cuando me llamaron no me interesaba mucho, yo hacía sátira política con marionetas. El director que contrataron me conocía porque habíamos intentado llevar mi show a HBO en los 80, me llevaron hasta Los Ángeles, estaba un poco nervioso pero también entusiasmado, no dormí nada. Terminé improvisando un poco y eso fue lo que les gustó.

RP.- ¿Qué lugar tienen las marionetas en tu vida?

Fue lo que hice cuando empecé, lo que hice toda mi vida. Trabajo con todo tipo de marionetas, y me gusta. Es una gran forma de arte, te toca hacer todas las partes. Hago una gira ahora con un show en el que hago 53 papeles.

RP.- ¿Qué tan importante es la política en esos shows?

Es la fuerza que lleva adelante mis shows. Cuando empecé, no había tanta sátira política, pero ahora todos los comediantes lo hacen. Cambió un poco el entorno.

A veces hago cosas sobre Trump porque es divertido y es un idiota, todo el mundo sabe que es idiota, y también un poco peligroso. Entonces, una de las cosas que podés hacer con eso es reírte.

Pero se hizo más difícil hacerlo porque hay mucha gente que lo hace. Además, es difícil reírse de un payaso porque un payaso se ríe de sí mismo, así que en general trato de evitarlo.

En este momento tengo un show que trata sobre ser caucásico, que se llama “Un hombre blanco como yo, las aventuras del hombre blanco”. Habla sobre el arquetipo de hombre caucásico y hay algunas referencias al idiota en jefe, siempre hay mucho para hacer sobre político.

RP.- Tu trabajo se ancla bastante en la política. ¿Cuánto sabés de la historia argentina?

Tengo un conocimiento muy superficial, sobre todo sobre el peronismo y la junta militar de los 80, así como también lo que pasó con la guerra con Inglaterra. Claramente no tienen una historia aburrida. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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