Balvanera: Más de 500 narcos protegidos y 250 cohechos policiales a comerciantes

Los resultados son alarmantes, en especial al compararlos a nuestros análisis publicados en REALPOLITIK, de  450 manzanas de Flores y otras 480 de Avellaneda. Porque además, no reflejan los innumerables delitos que aparecen cruzando avenida Rivadavia ni la plaza Miserere. 

Como aclaración para los trolls y servicios, antes que empiecen a tirar piedras, vale mencionar que abundan las denuncias penales sin resultados, tanto de narcos como de cohechos policiales (al menos en cinco juzgados federales).

H. Yrigoyen y Catamarca presenta a una veintena de transexuales traficantes peruanas, casi todas de “la banda de Daniela”. Tuvo innumerables denuncias, el hotel ubicado en esa esquina con ingresos por ambas calles. Buena parte de estas transexuales han vivido en Moreno 3190, conforme las denuncias de los vecinos. Cinco prostitutas dominicanas traficantes viven en ese  hotel y solo entran y salen por la “puerta para discapacitados” de Yrigoyen.

Existe una manzana que se gana todo los laureles narcos del barrio de Balvanera: Urquiza 116, más los números 154 y 116, 151  y 191 de la vereda de enfrente, son hoteles irregulares con denuncias por venta de cocaína y otras sustancias. Urquiza 178 es el denominado “shopping de drogas” por los vecinos; han vivido en él decenas de traficantes y existido denuncias de niñas o jóvenes, secuestradas y atadas con cadenas, a la espera de ser vendidas a redes de tratas nacionales e internacionales; fueron denunciados, el encargado y el empleado nocturno, y con nombre y sus rangos,  los delincuentes de la brigada que iban a cobrar las coimas (la solución de los jefes corruptos, totalmente metodológica, fue trasladar a uno diez policías delincuentes). El “shopping” tuvo distintas simulaciones de allanamientos, se detuvieron a distintos perejiles y no a los transas  principales. 

Doblando en la esquina de Alsina (e) Urquiza y La Rioja, tenemos una cuadra en la cual se quedan durante toda la noche decenas de adictos al paco, a la espera de la llegada de los vendedores ambulantes protegidos: los vecinos no pueden entrar o salir de sus viviendas en horarios nocturnos. Además, se paran por allí a vender cocaína cuatro mujeres argentinas y paraguayas bastante obesas; puede observarse cómo los patrulleros pasan por el lugar y los compradores y vendedores ni se inmutan. Alsina 3080 es un hotel totalmente irregular, en el cual se venden drogas y se alquilan habitaciones por quince minutos para drogarse. Alsina 3059, 3063 y 3065 también son hoteles truchos, llenos de transas y delincuentes. Se venden también sustancias a la vuelta por La Rioja, y también por H. Yrigoyen entre esta última y Urquiza, en inmediaciones de los hoteles de pasajeros y el garaje.

Otra manzana con “grandes premios”, es la ubicada en Alsina entre Catamarca y Jujuy, con varias traficantes transexuales peruanas, quienes también venden a la vuelta por Jujuy y por Moreno entre esta avenida y Catamarca. En inmediaciones del albergue transitorio con entradas por Catamarca y por Moreno, se ubican a vender transexuales peruanas y ecuatorianas -a metros de policías ubicados en la esquina o en la plaza de enfrente-, quienes también venden por Catamarca hacia Alsina.

A simple vista pueden observarse en las cien manzanas, una treintena de fumaderos de paco a cielo abierto, es decir un fumadero casi tres manzanas: México 2550, 2950, 2810, 2949 y esquina Catamarca; Misiones 150 y 349;  Sánchez de Loria 90, Loria y Moreno y Loria 750; Deán Funes 360 y 569, H. Yrigoyen 2918, 3040 y 2650; Esparza 50; Urquiza 290 frente al Colegio Mariano Acosta; 24 de Noviembre 520, contrafrente del hospital Ramos Mejía; Rivadavia 3120 y 3250; H. Yrigoyen 2850, lugar en que para además una banda que sale a robar por la zona a transeúntes y a trabajadoras sexuales. También paran adictos en Alsina 2984, un quiosco regenteado por un matrimonio peruano, denunciado por ventas de cocaína y marihuana y por ser la base, desde la que operan varios motochorros.

Además del albergue mencionado, resultan coimeados al menos otros diez, ubicados en Maza 370,  Alsina y Catamarca, Venezuela 2980, La Rioja 163 con entrada también por Alsina, 24 de Noviembre 350 y 337, Jujuy 47 y Maza 250. Les pagan a jefes o la brigada de la ex comisaría octava, por sus irregularidades y contravenciones, por escándalos y agresiones y para que encubran los hurtos cometidos a sus clientes, por prostitutas y transexuales. En distintos decesos, han arreglado incluso, certificados de “paro cardiorespiratorio”.

Otro punto relevante de la recaudación delictiva policial -y sin duda de inspectores de GCBA-, lo constituyen al menos unos setenta hoteles y pensiones irregulares (instalaciones eléctricas deplorables, riesgos de derrumbes, insuficiencia de baños, baños o habitaciones auto clausuradas, todo tipo de humedades y suciedades, etcétera), muchos son nidos de delincuentes y traficantes: Moreno 2553, 2559, 2716, 2707,  2750, 3040, 3190; Agrelo 3028 y 3039 -a la vuelta de la comisaría-; Catamarca 237; H. Yrigoyen 2942, 2952, 3062 , 3072, 3073; Yrigoyen y La Rioja, un buen establecimiento que paga para evitar robos; Rivadavia y Jujuy, similar al anterior, como también Rivadavia 2910, y los de los  números 3168, 3186; Saavedra y Venezuela, paga para que no sean robados sus clientes; 24 de Noviembre 167, 177, 190 y 249; Alsina 2632 con distintas infracciones, como también los de las alturas 2810 y 2737;  La Rioja 195, 250, 277 y 507; Venezuela 3027, 3029 y 3031, a la vuelta de la comisaría; Misiones 184; Loria 58, 66, 88 y 90 con habitaciones en estado lamentable y una banda de ladrones y transas constituida en el lugar (ponen conos para que nadie estacione allí); Deán Funes 358, 530 y 567, esta última con un sinnúmero de habitaciones.

También se presentan cohechos policiales en no menos de cincuenta restoranes o bares, en algunos de los cuales se venden sustancias o presentan distintas irregularidades, y otros que simplemente pagan coimas para no ser robados nuevamente: en primer lugar los gastronómicos peruanos de Catamarca 49 y 33, La Rioja y Alsina, Urquiza e Yrigoyen -en el cual festejan sus cumpleaños muchas transexuales peruanas transas-, Alsina 226 y Venezuela y Urquiza, a metros de la comisaría (casi todos con denuncias por venta de drogas). Restorán de La Rioja y Alsina; Jujuy 80, Jujuy e Yrigoyen; bar de Urquiza y Moreno; pizzerías de Rivadavia y Misiones, de Jujuy y Rivadavia, y de Rivadavia 2742, Rivadavia y Catamarca; confitería Sofía de Rivadavia y La Rioja; bar de Rivadavia 3010; pizzería de Rivadavia y 24 de Noviembre; bar pool de Rivadavia 3216; dos pizzerías de Rivadavia y Esparza; resto bar de Rivadavia 3626; pizzería de Rivadavia y Liniers, de Saavedra y Alsina, de Alsina y Misiones y Alsina 2760; bar de Alsina y Jujuy; ex pool la Cautiva de Catamarca 38; comederos de Liniers y Venezuela, e Independencia y Liniers, con diversas infracciones municipales; bares de Yrigoyen y 24 de Noviembre y de Yrigoyen 3155, cercanos a la Facultad de Psicología; confiterías de Yrigoyen 3300 y 3301; México 3057 con distintas infracciones y frecuentada por malvivientes; bar de México y Deán Funes; pizzerías de Liniers y México, Belgrano y Liniers y Belgrano 3383. Entre otros lugares gastronómicos coimeados.

También tuvimos acceso a un listado de otros comercios que pagan coimas policiales, entre otros, diecisiete quioscos de golosinas -por venta de alcohol a menores y en horarios prohibidos-, cinco estaciones de servicio que pagan para no ser nuevamente robadas, cuatro lavaderos de autos con distintas infracciones, tres distribuidoras mayoristas de productos, que también abonan para evitar nuevos robos, y no menos de quince supermercados chinos, por iguales cuestiones. A veces la coima permite que pongan a algún policía en las inmediaciones y otras que cada tantos minutos pase un patrullero por el lugar. Cuestión a la que se denomina “pintar la zona”, con un dibujo previo de un GPS, motivo por el cual el policía que va solo en el patrullero muchas veces a excesos de velocidad, es denominado por los propios policías “el pintor”. Hasta donde sabemos, este fue otro aporte cultural del ex secretario Sergio Berni a la inseguridad y a las “ventas de humo” (amén de los gendarmes caranchos y sus distintas pisadas a las escenas de crímenes).

Los resultados del análisis resultan alarmantes, tal como afirmamos. Y demuestran el crecimiento de los narcos y los delitos, acorde con todos los distritos del país, de entre 70 y 100 por ciento con este gobierno. Mientras que la población no tome conciencia, que detrás del narco y el delincuente, existe una ecuación que además incluye a jueces, fiscales, jefes policiales y los políticos, no solo los gobernantes, seguiremos reproduciendo la imagen del perro que da vueltas y vueltas, intentando morderse la cola. Por eso estamos a la espera de octubre, y escuchando a Los Redonditos de Ricota: “Sheriff, Sheriff, que limpio el templo está. Sheriff, Sheriff, si Alí Baba se va”. 

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