Por primera vez, encuestadores anticipan un triunfo de Alberto Fernández en primera vuelta

La sola mención de la posibilidad en el Instituto Patria era, hasta hace pocas semanas, una atrevida esperanza, una epopeya digna de uno de los episodios de Game of Thrones, la novela que tanto le gusta a Cristina Fernández de Kirchner. La apoteosis de una figura que pareciera no tener rival.

“Ganamos en primera vuelta”, se susurra en los pasillos del Patria, en los despachos de la Legislatura, el Congreso y los municipios a lo largo y ancho del país. Aún nada hay seguro, cualquier asevero camina sobre el suelo resbaladizo de un 10 por ciento de indecisos que podrían llegar a torcer la balanza para cualquier lado. Aún así, asoman los primeros encuestadores nacionales dispuestos a afirmar que Alberto Fernández le podría ganar en primera vuelta a Mauricio Macri.

La agencia Federico González & Asociados, una de las más prestigiosas del país, hizo punta con una encuesta de cara a las PASO que le otorga un 42 por ciento de intención de voto a la fórmula encabezada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, 10 puntos por encima de la oficialista de Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto. De este modo, deja sentadas las bases para el apoteótico triunfo en primera vuelta.

Para María Eugenia Vidal significaría una derrota cantada de antemano por sus propios asesores. El corte de boleta histórico en Buenos Aires, cercano al 4 por ciento, es la mitad de lo que necesita para despegarse de Macri y poder derrotar a Axel Kicillof.

Las PASO confirmarían así dos tendencias que atraviesan la lógica electoral de este 2019. La polarización y la posibilidad o no de otro ballotage. La primera benefició a ambos espacios por igual y sacó definitivamente del juego a Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey, quienes con un promedio de 4 puntos son poco más que una candidatura testimonial. La segunda, aún un misterio pero que comienza a resquebrajarse con el correr de las semanas, pareciera apuntar por primera vez a un triunfo opositor en primera vuelta. Aún así, existen dos fenómenos a tener en cuenta: Los indecisos, que oscilan entre el 8 y el 10 por ciento de los votantes, y el fenómeno del “voto útil” entre el electorado de Lavagna y el de José Luis Espert. Según el propio “think-tank” de Jaime Durán Barba, los votantes de estos dos espacios se volcarían mayoritariamente hacia el oficialismo en caso de un ballotage y hasta podrían influir en octubre con 1 o 2 puntos decisivos.

En las llamadas telefónicas entre consultores y en íntimos grupos de WhatsApp, por primera vez se sugirió dejar de sondear las elecciones de octubre. Las PASO pueden cambiarlo todo. Un triunfo holgado de la fórmula Fernández-Fernández influiría en el espíritu exitista de la sociedad argentina y representaría un casi seguro triunfo en primera vuelta. Un resultado más ajustado revitalizaría la esperanza de Juntos por el Cambio y prometería una dura batalla en octubre que terminaría estirándose hasta el ballotage.

Mientras tanto, todo es incógnita. El mercado de valores argentino, uno de los más imprevisibles y espásticos del mundo, tiene a los expertos corriendo detrás de los hechos, ensayando teorías que expliquen las súbitas alzas y las bruscas tomas de posiciones. Los proveedores del Estado, posiblemente el único sector empresarial beneficiado por la gestión de Cambiemos, le enciende velas a la estampita de Vidal y el agro sube la guardia para atajarse de un potencial golpe en el 2020. Los dados comenzaron a rodar, y faltan pocos días para que se detengan. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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