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23 de julio de 2019 | Judiciales

Nueva audiencia

Recargado: El espía “Roli” Barreiro prende el ventilador a fondo sobre el D’Alessiogate

El juez Ramos Padilla citó por sexta vez al fiscal federal Stornelli a indagatoria. También le pidió al ex agente Stiuso que presente las pruebas de la denuncia que hizo contra el propio D’Alessio, la diputada Carrió y el periodista Daniel Santoro.

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Por otra parte, el detenido ex agente “Rolo” Barreiro amplió su declaración indagatoria y sus salpicaduras llegaron a la ministra Patricia Bullrich. Incluyeron los mensajes de la banda para lavar 2.500 millones de euros, que incluyen un banco turco y la representación de un banco de las islas Comores.

El juez federal de dolores, Alejo Ramos Padilla, llamó por sexta vez consecutiva a declaración indagatoria al fiscal en rebeldía Carlos Stornelli. Lo citó para el próximo 18 de julio a las 10.00. En la misma resolución de diez páginas, llamó a testificar al ex jefe de contrainteligencia de la SIDE, Antonio Horacio “Jaime” Stiuso el 19 de julio a las 11.00 y le aclaró que lleve todo el material probatorio que justificaría su petición de querellante, ya que en un escrito presentado por sus abogados hace días vinculó a la diputada del ARI, Elisa Carrió, con el falso abogado y presunto agente de la DEA detenido, Marcelo Sebastián D’Alessio y un supuesto trío de operaciones judiciales, mediáticas y de inteligencia junto al periodista de Clarín, Daniel Santoro. Por lo menos, eso manifestó Stiuso, quien en un rapto de realismo mágico dijo haber sido “una víctima” del gobierno K, razón por la cual estuvo “exiliado” en Estados Unidos hasta 2016, cuando decidió regresar a la Argentina, con la gestión de Mauricio Macri.

Según Stiuso, su íntimo amigo profesional, el fiscal Alberto Nisman fue víctima de un “homicidio”. Claro que no identificó a los autores materiales, siendo que él mismo no atendió ninguna de sus llamadas en esa mañana angustiante de enero de 2015, aunque Ramos Padilla no se detuvo en las chicanas pretendidamente jurídicas del agente desplazado de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y se limitó a requerir su presencia y las pruebas que dice haber colectado.

Lo insólito es que Stiuso afirmó haber sido una víctima más de la banda de Marcelo D’Alessio y en ese redondel de relaciones peligrosas constarían las figuras de las féminas legislativas Paula Oliveto y Mariana Zuvic, del partido que destrozó el estado y endeudó al país en 180 mil millones de dólares en cuatro años, teniendo en cuenta que el grupo de expertos lavadores de dinero de D’Alessio planeaba fugar 2.500 millones de euros vía Turquía.

“El mejor equipo de los últimos cincuenta años” podría haber recurrido al agente informante de la AFI para evitar el carretel del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la sombra de Grecia, que resultó peor que el hundimiento de Argentina 2001.

Herencia del macrismo pero no la única, el pasado 7 de junio, el espía de la AFI en arrepentimiento culposo, Hugo Rolando “Rolo” Barreiro amplió por decisión propia su indagatoria ante el juez Ramos Padilla y la fiscalía federal de Dolores. ¿Qué dijo? Vinculó a D’Alessio con Elisa Carrió, se preguntó por qué él estaba preso y el fiscal Stornelli se mantiene fuera de derecho y en rebeldía.

“Yo podría hacer lo mismo, ¿no?”, le soltó al juez Ramos Padilla y a la fiscal Laura Ahumada, quienes lo escucharon ocho horas, que incluyeron momentos de ira y llanto. En su devenir por los recuerdos de las sombras con nombres, Barreiro habló de su paso por la base 85 de la SIDE, pero negó haber tratado asiduamente con Stiuso.

Sin embargo, el periodista Luis Gasulla –quien testificó en la causa como otro de los tantos amigos de D’Alessio- lo tenía agendado como “Roli Stiuso nuevo” y solía gestionar con Barreiro pedidos de reportajes con el ex líder de “la casa” de 25 de mayo 11.

Por medio de Barreiro, Gasulla comenzó a tratar con D’Alessio, a quien conoció dentro del country Saint Thomas, de Esteban Echeverría. Barreiro lo calificó como “un periodista de tercera” y resumió su inquina contra el mundo de los libres de barrotes: “Bueno, era bastante extenso lo que tenía que decir, voy a tratar de ir sacando puntos –comenzó Barreiro-. Primero, con motivo de mi defensa, quiero aclarar que yo no realicé ningún tipo de tareas de inteligencia, ni para la AFI, ni para la doctora Carrió, ni Paula Oliveto, ni para Mariana Zuvic, ni para el señor Stornelli, ni para nadie. El que sí realizaba estas actividades a mi entender era el señor D’Alessio, el cual se definió como un investigador apasionado, a lo cual me gustaría que el señor D’Alessio, aunque es su derecho de defensa no declarar, lo haga y explique esta situación, para quién trabajaba él.

“Tampoco lo hice para la DEA, como se ha insinuado, ya que D’Alessio me tenía agendado en su teléfono como ‘Rolo DEA’, y yo de la DEA no conozco a nadie más que el señor D’Alessio, que según sus dichos dijo que trabajaba para esa agencia”.

Psemos en limpio: Gasulla tenía agendado a Barreiro como ‘Roli Stiuso nuevo’, pero el espía en retiro de la AFI aclaró que D’Alessio lo tenía como tropa propia, es decir “Rolo DEA”. ¿Entonces? ¿Dónde comienza el hilo de D’Alessio y termina el tejido de Stiuso?

Barreiro continuó con su diatriba ante Ramos Padilla y reclamó garantías, visitas familiares, mejores condiciones de detención y hasta la libertad inmediata, porque juró que no tiene nada que ver con los delitos graves que se investigan en el juzgado federal de Dolores. También se hizo el desentendido de los mensajes en los que asegura que se iba a reunir con Margarita Stolbizer para intercambiar información: “No me considero ni siquiera un partícipe necesario de las actividades del señor D’Alessio, ya que él en sí mismo casi era un servicio de inteligencia, lo que necesitaba el señor D’Alessio eran los datos que le aportaba el señor Bidone, información sensible que él le aportaba, y puedo nombrar a modo de ejemplo dos o tres casos que están investigando acá, como el del señor Cifuentes, el del señor Brusa Dovat, en el cual no tengo nada que ver. En el caso de Pedro Etchebest también, D’Alessio ahí no me necesitó absolutamente para nada, ni en eso, ni en todas las cosas que él hacía, solo necesitaba la información, él solo después se ocupaba de diferentes cuestiones, pasárselas o a la AFI, a través de Ricardo Bogoliuk, al ministerio de Seguridad, a través de Patricia Bullrich, y en lo que es política a Carrió, Oliveto, con las cuales él decía tener contactos, y me ha mostrado esos contactos, aunque yo no las haya conocido ni nunca estuve con ellas”.

Barreiro quiso aportar un dato sobre las declaraciones del ex funcionario Claudio Uberti. “Por otro lado, quiero aportar a la investigación algo que me fue dicho por una persona sobre el fiscal Stornelli, en relación al señor Claudio Uberti, y el aporte que hago es porque quiero que se sepa la verdad de todo, más allá de estar ya como cansado de yo esté privado de mi libertad y acá haya un fiscal que se niegue sistemáticamente a declarar, me parece que eso no es algo bueno para el estado, para nuestro estado de derecho, si él se niega a declarar y evade a la Justicia. Yo creo que puedo llegar a tener el mismo derecho, ¿o no? En el pabellón donde yo estoy somos seis personas fijas, voy a nombrar una por una. Está el señor Ibar Pérez Corradi, de la causa de la efedrina y el triple crimen; Federico Main, del operativo Sapucay Itatí; Gonzalo Calandria, en una causa de narcotráfico con avionetas, una fue encontrada acá cerca de General Belgrano; y Ariel ‘Guille’ Cantero, de la banda de Los Monos de Rosario. Lo curioso es que todos tenemos lo mismo en común, que es Marcelo D’Alessio”.

Según el imputado Barreiro, cada uno de sus compañeros de pabellón fue investigado y encarcelado por la gestión del inefable D’Alessio con autoridades judiciales, la AFI y el ministerio de Seguridad de la Nación.

En el caso específico de Uberti, Barreiro aseguró ante el juez que dos personas a quienes identificó como “x1” y “x2” (una de ellas amiga personal de Uberti) le reveló que Uberti habría sido coaccionado por el fiscal Stornelli para que declarase contra funcionarios del gobierno anterior.

“(…) Me hace referencia a lo mismo que ya me había dicho, y me dice: ‘Qué querés, si acá todo se maneja así, mirá lo que le pasó a Uberti, que lo apretaron para que diga, que no vio plata, que vio sí que subían bolsos a un avión, que si declaraba eso se iba a la casa’. Y así fue como pasó, porque Uberti fue a declarar y automáticamente salió por la puerta hacia su casa y con custodia”.

En el mismo tono, Barreiro se dedicó a defender a sus vecinos de prisión. Entre otros, al vaciador y presunto socio de Sergio Bartolomé Szpolski en el cierre del Grupo 23, que dejó a 200 familias en la calle de un día para el otro sin indemnización ni aportes jubilatorios en enero de 2016. Mariano Martínez Rojas “fue víctima de aprietes, Pérez Corradi fue víctima de pedidos de dinero en la causa del triple crimen, a la cual no accedió, porque él decía que no tenía nada que ver y no iba a poner 400 mil dólares para nada. ¿A cambio de qué? Hoy tiene el sobreseimiento por el triple crimen. En el caso de Gonzalo Calandria, se ve a Marcelo D’Alessio en una foto en la televisión en la avioneta que a él le adjudican en una causa por narcotráfico, o sea falta que aparezca mi carpeta en la computadora de D’Alessio, porque ya estamos todos”.

Cuentan desde su entorno que, a comienzos de 2016, apenas asumió el gobierno de Macri, un íntimo amigo de “Jaime” se reunió con Gustavo Arribas, alias “Señor 5” de la AFI. ¿El tema? Qué demonios hacer con la inteligencia nativa en términos internaciones. El hombre ya veterano le espetó: “Si usted no vive en el país hace años, como me dijo, lo mejor es que no asuma. No quiero tener más problemas con gente inexperta que no sabe trabajar, porque echan a los profesionales y toman a cualquier y después pasan cosas”, entre ellas, la prisión de D’Alessio y su grupo multifunción.

De la aduana a Ezeiza, y de la seguridad del country Saint Thomas a la fuga de 250 millones de euros y un supuesto plan para llevar 2.500 millones de euros vía Europa. Lo que se dice “primer mundo”. Claro que con tonos del hampa de la más baja estofa. Por ejemplo: al amigo de Stiuso –a quien no mencionamos, por una cuestión ética- lo habrían querido embaucar unos viejos comisarios. ¿quiénes? Los socios de D’Alessio, entre otros, Degastaldi y Bogolouk, que fue a merodear con la AFI por Ezeiza en una zona histórica de Stiuso. O sea: encima de aventureros del abismo, hicieron todo, todo, mal. Se metieron con un ex líder de la maldita policía en retiro, amigo íntimo de “Jaime” y encima quisieron apoderarse de sus negocios.

Ese combo explosivo fuera de lógica sería inaceptable para el pensamiento panóptico de Stiuso. Las consecuencias están a la vista. El gobierno de Macri logró que Stiuso y Pérez Corradi se conviertan en garantistas: denuncian al estado, a Carrió y hasta la AFI. Pidiendo ser querellantes en Dolores despertaron a los monstruos humanos más temibles y no saben qué hacer. Desde esta crónica aconsejamos al menos el silencio, nadie sabe qué hay detrás del frío y la niebla. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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