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25 de julio de 2019 | Provincia

Panorama candente

La pesadilla de Kicillof: El fantasma de La Cámpora, el enojo de los intendentes y el corte de boleta 

Una simple mirada sobre las encuestas aparecidas en las últimas horas permite advertir una marcada contradicción entre las elecciones nacionales y las provinciales. 

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por:
Alberto Lettieri

Mientras que, en promedio, las encuestadoras asignan una ventaja de 8,5 puntos a la fórmula Fernández - Fernández, la diferencia se estrecha a menos de 2 puntos en la puja entre Axel Kicillof y María Eugenia Vidal, e incluso alguna da por ganadora a la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires.

¿Existirá realmente tal disparidad? ¿Se registrará realmente un corte de boleta de casi un 7 por ciento de los votos?

En realidad, no existe en la provincia una práctica instalada en ese sentido, aunque no debe olvidarse que el único antecedente que la avala se registró, precisamente, en la elección de 2015, cuando los bonaerenses le dieron la victoria simultáneamente a Vidal en la gobernación y a Daniel Scioli en la puja presidencial. En aquella ocasión, la práctica se atribuyó al “fuego amigo”, como retribución al sospechoso escrutinio de las PASO entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez

¿Se repetirá esta situación en las elecciones del presente año?

Es un secreto a voces que la mayoría de los intendentes no está conforme con la candidatura de Axel Kicillof. También que hay muchos acuerdos en vigencia con María Eugenia Vidal, beneficiosos para ambas partes, que se caerían automáticamente en caso de una victoria del Frente de Todos. Más aún si, tal como denuncia el oficialismo, detrás del ex ministro está realmente La Cámpora tomando las riendas de la gestión. En tercer lugar, debido a la legislación provincial, prácticamente todos los intendentes se verían imposibilitados de postularse a su reelección en 2023, una vez cumplido su segundo mandato consecutivo. En consecuencia, mientras Vidal estaría sometida a similar restricción, y dejaría vacante la gobernación en 2023, una victoria de Axel exigiría pensar en su recambio recién para 2027.

También es sabido que los intendentes han tenido la tendencia a fomentar el corte de boleta en sus distritos respecto de la fórmula que encabeza la lista “larga”, para demostrar quiénes son los “dueños” de los votos. 

La aceptación de la candidatura de Kicillof estuvo sujeta a varios condicionamientos: la concesión de uno o dos ministerios en la provincia para los jefes municipales, uno de ellos Gobierno y el segundo, aún a la espera de contestación, el de Desarrollo, con su preciada caja incluida. También aspiran a detentar la presidencia de la Cámara de Diputados, otra fuente muy significativa de recursos. 

Pero no sólo se trata de un reclamo de manejo de grandes cajas provinciales, sino también de recuperar poder político. En efecto, otra demanda significativa de los alcaldes sería la aceptación de su capacidad de designar a un jefe territorial, algo de lo que el peronismo adolesce desde los tiempos de Eduardo Duhalde y Alberto Balestrini. Ese jefe, naturalmente, no sería Axel –al que no consideran “bonaerense”- sino uno de los suyos. 

Esta presencia determinante dentro de la gestión de Axel Kicillof, sin embargo, es puesta entre signos de interrogación por la ambigüedad con la que el candidato responde a la pregunta sobre su relación con La Cámpora. Saben que con Axel podrían llegar a un acuerdo conveniente para ambas partes, pero si las sospechas que difunde el oficialismo fuesen ciertas, sería impensado que la agrupación ultra K accediera a tales exigencias. Por eso el apoyo que aparece en las fotografías no se traduce en un trabajo de campaña más esforzado. 

Axel Kicillof parece tener a mano la posibilidad de replicar los números de la fórmula Fernández - Fernández en la provincia, a condición de explicitar su independencia respecto de La Cámpora y de aceptar los requerimientos de los jefes municipales. Sabe que su ambigüedad le juega en contra y que será tomada, a medida que pasen los días, como una validación de esa sospecha.

Mientras eso suceda, posiblemente la brecha que lo distancia con María Eugenia Vidal se seguirá estrechando. El problema para el candidato del Frente de Todos pasa por conformar simultáneamente a La Cámpora y a los intendentes. ¿Existirá esa fórmula mágica?. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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