Seguridad en la red, prioridad absoluta

Todos estos avances deben traer consigo progresos en la seguridad para que nuestra privacidad no se vea comprometida. Más si cabe cuando hoy por hoy la conocida como ciberdelincuencia está más que nunca a la orden del día. 

Todos los lugares a nivel mundial se ven afectados por este tipo de malas prácticas, pero es sin duda en Latinoamérica donde con mayor contundencia y repetición se realizan. Según un reciente informe de la empresa de seguridad Kaspersky, en tan solo seis meses se han producido más de 677 millones de ataques informáticos, o lo que es lo mismo América Latina sufre un ataque de este tipo cada 33 segundos. 

Esta nueva delincuencia tiene bien claro los objetivos a los que atacar para obtener un beneficio mayor. Las entidades bancarias están a la cabeza de estas acciones, ya que, en ellas, pueden obtener de manera rápida la mayoría de datos comprometedores de todos los clientes que verían así peligrar su dinero. Lo cierto es que estas entidades financieras buscan maneras de limitar al máximo que estos ataques lleguen a buen puerto, y para ello día tras día intentan innovar en maneras de detección de fraudes de este tipo.

Pero los bancos no son un oasis en el desierto donde los delincuentes ponen sus ojos. En las últimas fechas, los juegos de azar y casinos online crecen de manera exponencial tanto en número de clientes como en cantidad de dinero apostado, con lo que se están convirtiendo en una nueva partida de bolos donde los “hackers” quieren realizar un nuevo pleno.

Dos son las actuaciones más comunes por parte de estos vándalos del siglo XXI: el phishing y el cryptojacking. El primero de ellos hace referencia a la suplantación de identidad de un individuo para así poder obtener información comprometida de éste que atente contra su privacidad. En cambio, el cryptojacking utiliza tu ordenador o dispositivo inteligente para la obtención de criptomonedas, al usar el rendimiento de dicha máquina para enviar procesos que generen ese beneficio para el delincuente en forma de moneda virtual.

No debemos olvidar tampoco del uso que hacen estas personas de los conocidos como “malware”. Éstos son software instalados en los dispositivos personales de cada usuario final sirven información comprometedora a los hackers, en especial datos bancarios.

En definitiva, todo avance tecnológico tiene sus ventajas, ya que mejoran nuestra vida y nos permiten ahorrar tiempo y dinero en muchas de nuestras acciones cotidianas diarias. Pero, como dice la mítica frase cinematográfica: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad” y esto se cumple al cien por cien en la red de redes. Todos estos avances deben traer consigo la responsabilidad de tener todos nuestros datos personales a salvo para que nadie haga un uso fraudulento de los mismos. (www.REPUBLIK.com.ar)

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