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24 de agosto de 2019 | Séptimo Arte

Entrevista REALPOLITIK

Marina Huerta: “Los Simpson fue la primera serie en la que no hubo censura para el doblaje”

La actriz conocida como la histórica voz de Bart Simpson en toda Latinoamérica habló con REALPOLITIK del proceso de traducción de la serie animada más famosa del mundo. Además, explicó por qué a veces las canciones quedan en inglés y cuál es la palabra de su personaje que menos le gusta

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por:
Federico Carestia

Aunque actualmente posee un centro cultural en la que se llevan a cabo diferentes expresiones artísticas que van desde el yoga hasta el teatro, pasando por la lectura de cartas, Marina Huerta será siempre recordada como la voz de Bart Simpson. Si bien hoy en día también le pone la voz a Marge, son los capítulos iniciales de la serie los que más se recuerdan.

Todo empezó casi de manera casual, cuando unos compañeros de teatro le comentaron que estaban dando un curso de doblaje, donde terminó descubriendo la pasión por darle vida a varios personajes animados. “Creo que el doblaje es una disciplina que atrapa a cualquier actor porque te permite hacer muchos personajes en un mismo día”, aseguró la actriz a este medio.

Dentro de una profesión que parece hecha a medida de los mexicanos, Huerta piensa que la cantidad que llega al país de Centroamérica ha disminuido a raíz del crecimiento de otros mercados como el de Argentina, donde se empiezan a ofrecer los servicios de traducción para las ficciones. Sin embargo, destaca: “El doblaje que se hace en otros países todavía no está bien posicionado, muchos proyectos tienen que redoblarse en México. Cuesta más caro, pero está bien posicionado por costumbre, no por otra cosa”, al tiempo que agrega que “es complicado para nosotros porque ha bajado la cantidad de trabajo que llega, eso hizo que los actores se tengan que especializar mucho más y ser más eficientes”.

RP.- ¿Cómo fue el casting para Los Simpson?

Querían elegir a la familia, se mandaban los kits de prueba, recuerdo que fue un casting muy largo, fueron varios meses -tres o cuatro- que se mandaban cosas y volvían porque no gustaban. Hasta que un día nos citan a algunos, llegamos y nos damos cuenta que hay otras personas en la sala, de traje. De inmediato nos dimos cuenta que no era un llamado normal.

Me habían llamado siempre para testear a Marge, pero era muy joven en ese momento. Yo en esa canción ya iba para Bart, Patty Acevedo para Lisa, y así, y el de Homero no llegaba. Empezamos, creo que fui la primera, alguien en inglés nos iba dirigiendo, que fue aprobando de a uno. Después me enteré por palabra de Humberto Vélez que, al no llegar el actor citado, que salió a buscar a alguien porque tenía a los gringos en la sala, Humberto (Vélez) se iba al baño y así fue como llegó a la serie, fue de pura casualidad, no estaba ni considerado.

RP.- ¿Qué les dijeron en esa reunión?

La indicación principal era que aunque eran dibujos animados, querían que sonaran como personas de carne y hueso. En mi caso mi risa parecía un dibujo, querían que fuera más natural, pero yo me reía así. Me empecé a enojar, yo en ese momento era una persona súper explosiva. Estaba enojada, era una toma y otra toma, y en una de esas grité una grosería (“que no me sale esta chingadera”) y ahí Matt Groening me dijo: “Eso quiero que sea Bart”. Ahí no le importó lo de la risa.

RP.- ¿De qué manera se traducen los chistes que a veces no son muy literales?

En el caso de esta serie, fue la primera que yo recuerdo que no hubo censura. La indicación fue que digamos lo que quisiéramos, nos daban la libertad. Grabábamos casi toda la familia junta y con Humberto se nos ocurrían muchas cosas, cambiábamos y lo dejaban todo. El traductor nos proponía algo y nosotros a veces lo dejábamos y otras lo cambiábamos, dependía del humor que teníamos, de la escena, de muchas cosas. Particularmente el traductor se me hacía acostumbrado a la censura, a hacer todo más light para que se pudiera pasar a las 16.00 en cualquier país. Antes el dibujo animado era solo para niños, y era complicado entender que éste era para adultos.

RP.- ¿Cuál es tu frase favorita de Bart?

Me gusta la de “Ay, caramba”, por supuesto la de “yo no fui”, que es icónica. Más que las frases, me gusta cómo las digo. Acá en México, Claudia (Mota) -que lo hizo después que yo a Bart (durante un conflicto gremial)- le metió una que se me hace guarrísima y que jamás hubiera dicho, que es “changos”. Bart no es un niño corriente, no es de un estrato socioeconómico bajo, es un niño de clase media, que tiene educación. Al contrario, por la sagacidad mental hubiera inventado una expresión más elaborada y no tan burda.

RP.- Ahora la tenés que decir...

Fijate que no, les digo que no sé ni cómo se dice y me la saco. Es donde te das cuenta que el actor no hizo un análisis del personaje.

RP.- ¿Qué pasa con las canciones que no se traducen?

Siempre que cantan Los Simpson es un reto, más ahora que hago dos personajes (Bart y Marge), peor. Pero no siempre doblan las canciones, por una cuestión económica, porque se tabula aparte. Depende cuánta gente participa en la canción se dobla o no, depende del cliente. Si no está doblada es porque no hubo plata para hacerlo.

Es bien interesante el doblaje de las canciones. Si el actor que dobla canta, él hace las canciones, pero si no, se busca uno que suene parecido. Son cantantes que tiene la experiencia para poder igualar la voz con la del actor que hace la voz en español. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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Marina Huerta, Bart Simpson, Simpson

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