Gremios de todo el mundo preparan movilizaciones contra Macri pero en Argentina se llamarán a silencio

Apenas aparecen las inversiones golondrinas en la bicicleta financiera y el acuerdo con el FMI, auspiciado explícitamente por el presidente Donald Trump. Ninguno de esos logros significó beneficio alguno para nuestra sociedad. Muy por el contrario, han sido la causa de la mayoría de los padecimientos del pueblo argentino, cuyas consecuencias resultan aún incalculables y se extenderán durante largos años. 

La derrota electoral en las PASO de Juntos por el Cambio motivó una especie de reacción en cadena de la prensa financiera internacional y de las direcciones de importantes bancos extranjeros, que modificaron sus juicios aprobatorios o un silencio tolerante por graves críticas a la gestión de Mauricio Macri, responsabilizándola por el grave estado actual de la economía argentina. Correlativamente, se ha desatado una especie de proceso de “des-demonización” del Frente de Todos, y en especial de su candidato, Alberto Fernández, a quien ya dispensan trato presidencial. 

Hace algunas horas llegó el turno de los trabajadores. La Confederación Sindical Internacional (CSI), el principal organismo internacional en la materia con sede en Bruselas, que incluye a las centrales obreras de todo el planeta, hizo llegar a la CGT y las dos CTA un documento titulado, sin medias tintas, “Fuera Macri”. 

La misiva, firmada por el presidente del CSI, Ayuba Wabba (Nigeria), y su secretaria General, Sharan Burrow, denuncia que “desde que Macri llegó al poder en la Argentina se han multiplicado los ataques a los trabajadores, con amenazas, detención, persecución y estigmatización de los sindicalistas”.

“Casi el 60 por ciento de los trabajadores con un empleo formal no gana lo suficiente para mantener a sus familias con dignidad -amplía el documento-. El salario mínimo se congeló en 12.500 pesos, ni siquiera cubriendo la línea de indigencia. La terapia de choque aplicada por su equipo económico, con el respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI), resultó en un aumento de la desigualdad en 20 por ciento y de la pobreza que ahora alcanza a 14,3 millones de argentinos”.

La comunicación del CSI no se queda en la denuncia, sino que dispone la realización de acciones internacionales concretas tendientes a propiciar el recambio institucional en nuestro país. En la nota dirigida las centrales obreras argentinas, se explicita que “la CSI solicita su solidaridad organizando manifestaciones frente a las embajadas y misiones argentinas durante los días globales de acción: 12 de septiembre y 16 de octubre”. ¿La consigna?. “Fuera Macri”

Si bien los referentes de todas las centrales argentinas mencionadas reconocieron haber recibido el envío, no se mostraron proclives a sumarse a la convocatoria global. Más aún, la CGT se comprometió con Alberto Fernández a no impulsar movilizaciones ni protestas callejeras hasta la realización de los comicios del 27 de octubre, para evitar resultar instrumentales a la estrategia de confrontación social y profundización de la grieta que propone el gobierno de Mauricio Macri. 

De este modo, el 12 de septiembre y el 16 de octubre se daría la aparente paradoja de que, mientras los trabajadores del mundo estarían movilizándose para exigir la salida de Mauricio Macri, los argentinos permanecerían en silencio. Es que, para ellos, el cronograma será muy diferente. La fecha fijada para poner punto final a las expectativas de continuidad en el poder de Juntos por el Cambio está fijada para el 27 de octubre, y su lugar de expresión no serán la calles sino las urnas, arcas sagradas de la expresión democrática de los pueblos. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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