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7 de septiembre de 2019 | CABA

El último bastión de Cambiemos

Con los peores indicadores del país, Larreta se acerca a una dura derrota

Larreta está muy preocupado. La paliza electoral recibida por Juntos por el Cambio en las PASO amenaza, por efecto de “arrastre”, su liderazgo, hasta entonces incuestionado, en CABA. Es que lejos de “no haber existido”, según insiste en reiterar un desencajado Mauricio Macri, las elecciones del 11 de agosto sentenciaron el proceso electoral. 

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por:
Alberto Lettieri

Con los resultados a la vista, el jefe de Gobierno porteño advirtió que la jugada que había considerado como ganadora, al incluir en su alianza a la UCR con Martín Lousteau y al Partido Socialista de Roy Cortina, sólo significó tener que ceder lugares en las listas y la sucesión porteña en 2023, sin que le hayan sumado un solo voto respecto de los comicios anteriores realizados en la ciudad. Muy por el contrario, dejó sin otra alternativa que votar a Matías Lammens al 54 por ciento opositor en la CABA, abriendo la puerta a un eventual “batacazo” en el mes de octubre. 

Por eso es que Rodríguez Larreta recalcula su estrategia y ahora se encamina a profundizar el tono vecinal, despegándose del sepulturero que arrastra a todos al cementerio de sus carreras políticas: el presidente Mauricio Macri.  

Sin embargo, no parece tan sencillo despegarse de su antiguo jefe, ni tampoco escindir a la ciudad de Buenos Aires de los pésimos indicadores que expresa la política nacional. Muy por el contrario, en la ciudad más rica del país los resultados de la gestión Larreta son aún peores que los obtenidos a nivel país por la administración de Cambiemos. 

Si tomamos por caso el nivel de desempleo, la CABA ya supera el 10 por ciento. Un estudio realizado por el Observatorio de Comercio Exterior, Producción y Empleo (CEPE), con datos de EPH-INDEC, MEyF, MPyT GCBA, constató que, en los últimos 18 meses, se destruyeron en la CABA 40.300 puestos de trabajo formales. Nada menos que la cuarta parte de los empleos perdidos a escala nacional (-24 por ciento).

El informe demuestra que, además, se acentuaron las desigualdades entre distintas zonas de la CABA. Los jóvenes son los más perjudicados, y la mayor brecha se establece entre el sur y el norte. También es critica la desigualdad de género, ya que mientras la tasa de desocupación masculina entre los jóvenes porteños aumentó un 3,2 por ciento, entre las jóvenes la cifra fue más del doble: 7,5.

La dinámica del mercado de trabajo porteño es marcadamente recesiva. En los últimos 18 meses –según demuestra el informe- se perdieron más de 40 mil trabajos asalariados registrados. Nada menos que una caída del 2,6 por ciento de los puestos de trabajo de mejor calidad de la ciudad. 

El documento del CEPE ha demostrado que “los jóvenes son los más afectados por la falta de empleo en la ciudad de Buenos Aires, con tasas de desocupación que superan el 30 por ciento”. En los últimos cuatro años, la tasa de desempleo de los jóvenes porteños de entre 18 a 25 años aumentó un 5,2 por ciento. Este indicador corresponde a más de 70.800 jóvenes que buscaban trabajo sin conseguirlo en el primer trimestre de 2019, 18.400 más que cuatro años atrás.

Según Nicolás Trotta, rector de la UMET, en la que funciona el CEPE, “en este período la desocupación en la ciudad creció a un ritmo marcadamente superior al nacional. Esto da cuenta que no existen respuestas de política laboral estructurales ni coyunturales a esta problemática de los porteños. La tasa de desocupación local alcanzó un 10,7 por ciento en el primer trimestre de 2019, el último dato disponible. Son más de 185 mil porteños que se encuentran hoy desempleados”.

Estos números representan un balde de agua fría para las expectativas reeleccionarias de Rodríguez Larreta, ya que ponen su futuro entre signos de interrogante. En caso de imponerse en los comicios y conseguir su continuidad, no habrá nadie en condiciones de disputarle el liderazgo de lo que quede del Pro en el futuro. Una derrota, en cambio, lo pondría en un pié de igualdad con María Eugenia Vidal y Mauricio Macri, sin caja y sin cargo. Y bien es sabido el recorte de expectativas que implican tales condicionantes. 

En su vertiginosa declinación, Macri no quiere caer solo. Ya prácticamente se deglutió a la gobernadora de Buenos Aires, a quien muchos sindicaban como la aparición más rutilante en el cielo de la política argentina durante los últimos años. El tiempo dirá si, como muchos creen, también le llegó el turno al jefe de Gobierno porteño. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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