Municipales
Caos financiero
El escenario más temido: En al menos cuatro provincias volverían las cuasi monedas
Sometidas a una asfixia financiera insoportable, Chubut, Neuquén, La Pampa y Chaco estarían analizando volver a los bonos para el pago de salarios y planes sociales. La falta de ingresos del petróleo y la toma de préstamos en dólares, las principales razones de la debacle.
Cuando, diez días atrás, el ministro de Hacienda Hernán Lacunza presentó la primera tanda de medidas para “contener al dólar”, tuvo una compañía muy especial: la de varios referentes y legisladores de la UCR, que mucho habían insistido por poner freno al alza incontenible de la divisa norteamericana.
Antes de que empezara la alocución, un querido amigo economista que atravesó estoico las últimas seis décadas de la avasallante sociedad argentina me miró y me dijo con cara de desesperación: “¿Un ministro puesto de apuro por un gobierno antipopular, presentando medidas económicas acompañado de radicales?” Se le cayó un lagrimón al concluir: “¡Este país parece no tener remedio!”
Inmediatamente, vinieron los anuncios y mi amigo no salía del paroxismo. “¿Otra vez radicales en la escena de anuncio de un default?”-susurró resignado. Inmediatamente vinieron a mi mente las imágenes de 1989 y la híper de Raúl Alfonsín, del 2001 con Fernando De la Rúa y el reguero de sangre que descargó sobre las calles porteñas. En 2019 ambos escenarios, escalada inflacionaria y deuda detrás de los anuncios de Lacunza.
Los economistas profesionales, en su casi totalidad, criticaron las medidas adoptadas ese día. ¿Para qué entrar en default con una deuda en pesos, cuando tenés la máquina de imprimir billetes a la mano?-se preguntaban. Pero había otra pregunta que formularles, que pocos se animaban a hacerlo en un principio: ¿Volverá el festival de bonos provinciales del tramo final del Gobierno de de la Rúa?
La mayoría aseguraba que la situación era diferente, que no había razón para emitir bonos, ya que en 2001 la justificación era que, por la vigencia de la Convertibilidad, no podía emitirse moneda sin respaldo en dólares, situación muy diferente a la actual.
Pero en la Argentina la realidad casi siempre supera a la ficción y, al día de hoy, varias provincias están considerando seriamente la posibilidad de imprimir sus propias cuasimonedas, habida cuenta de la restricción financiera a que las ha sometido el gobierno de Mauricio Macri.
Sólo en la provincia de Buenos Aires, los intendentes han sufrido una quita de 13 mil millones de pesos respecto de lo percibido el año anterior, en moneda constante. La inflación desatada, la caída de la actividad económica, la eliminación del "Fondo Sojero" y el drástico recorte de recursos para obras públicas explican la merma.
La situación es tan complicada que, en el día de ayer, circuló un video de la gobernadora María Eugenia Vidal en el que, resignada, responde a sus interlocutores que “ya no puede hacer nada”. No habrá fondos ni recuperación económica. Ni siquiera perspectivas de sostenimiento de los niveles actuales de actividad económica. Las consecuencias del cambio que vino a instalar Mauricio Macri. No es mala praxis. Daniel Scioli lo anunció en el debate presidencial de 2015. Muchos lo advertimos desde antes de que Cambiemos asumiera la presidencia. Ver para creer.
Este viernes, el gobernador tucumano Juan Manzur admitió que varias las provincias están estudiando volver a emitir cuasimonedas para tratar de afrontar la crisis económica provocada por la caída en los ingresos fiscales, especificando que la suya no era una de ellas.
Durante la gestión de Cambiemos, las provincias fueron alentadas a endeudarse con la banca internacional, en dólares y a intereses siderales. Con sus sueldos en el corralito de los Fondos Comunes de Inversion institucionales, la eliminación del IVA dispuesta unilateralmente por el gobierno nacional y la vigencia del compromiso de mantener superávits fiscales, la calificación de las deudas provinciales se fue a pique ante el riesgo de que sus pagos se vean discontinuados.
Cuatro provincias, en particular, están sometidas a una asfixia financiera insoportable, con graves riesgos de que se traduzca en protestas y conmoción social. En una de ellas, Chubut, el conflicto ya comenzó a desmadrarse. Las otras tres son Neuquén, La Pampa y Chaco.
"Por el momento, nosotros vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que los bonos no vuelvan a Tucumán"-afirmó Manzur. Pero, agregó, "sí es verdad que hay algunas provincias que están evaluando emitir cuasi monedas."
En realidad, la asfixia económica amenaza a todas las provincias argentinas, pero algunas de ellas, ya sea por su capacidad de generar recursos o por recibir regalías petroleras en dólares, se encuentran en una situación comparativamente mejor.
Todos recuerdan la experiencia de 2001 y desearían no tener que repetirla. Sobre todo porque las cuasi monedas circulan a una cotización muy inferior a su valor nominal, por lo que terminarían afectando aún más la ya muy decaída capacidad de compra de los salarios y ayudas sociales. También saben que, en las circunstancias actuales, su lanzamiento estaría acompañado de un incremento exponencial de la protesta social, a niveles impredecibles. Pero les queda en claro que el gobierno nacional prácticamente las ha librado a su propia suerte, tomando medidas que afectan sustancialmente su capacidad de recaudación, sin siquiera consultarlas.
Por estas razones, aunque no lo admitan tan públicamente como Manzur, casi todos los gobernadores tienen en sus escritorios estudios e informes detallados sobre el tema. Y también tienen en claro que, aún a desgano, en caso de que el gobierno nacional no modifique su política, deberán echar mano, en muchos casos, a tan desagradable solución. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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