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10 de septiembre de 2019 | Nacionales

¿Qué hacemos con los hambrientos? 

Catástrofe social en el “granero del mundo”

Ayer por la tarde se reunió la cúpula de la CGT con la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y el ministro de Producción, Dante Sica, para definir un plan para contener el hambre provocada por las políticas económicas de Cambiemos, y que afectan a amplísimos sectores de la sociedad argentina.

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por:
Alberto Lettieri

Por la central obrera participaron Carlos Acuña, Armando Cavalieri, Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez y Héctor Daer

La reunión excluyó el tratamiento de una reapertura de paritarias, aunque las demandas de los trabajadores sindicalizados difícilmente permitan excluir este tema en los encuentros futuros. De hecho, en el día de hoy pararán los estatales de todo el país y buena parte de la docencia universitaria, exigiendo dicha reapertura, y el cronograma de paros, movilizaciones y reclamos para las próximos días y semanas prácticamente no tiene interrupción alguna. 

Pero este lunes, el tema excluyente de conversación fue la definición de un mecanismo de apoyo de los sindicatos para tratar de abastecer las crecientes demandas de los comedores que alimentan a los sectores más vulnerados. Por su parte, los ministros se comprometieron a estudiar la provisión de una ayuda social extraordinaria para los trabajadores desocupados de los sindicatos que revistan en la CGT. La iniciativa que cobra fuerza es la implementación de una tarjeta alimentaria complementaria que se sumaría a la ayuda social ya vigente. 

En el curso de la reunión, los líderes sindicales manifestaron su extrema preocupación por el aceleradísimo incremento de la pobreza y resaltaron el impacto que provoca la inflación en los precios de los alimentos de la canasta básica sobre amplias capas de nuestra sociedad. 

La CGT acordó con los ministros asistir al gobierno en la contención de la demanda insatisfecha de alimentos, y la identificación de las zonas a las que el estado, la iglesia o los movimientos sociales no llegan. Para eso elaborarán un listado de los comedores que deberán incluirse en las iniciativas. 

El encuentro se dio en un marco de tensa cordialidad, y ministros y sindicalistas coincidieron en que no es necesario declarar la emergencia alimentaria, ya que la ley vigente dispondría de las herramientas adecuadas para afrontar la gravísima situación existente.  

Sin embargo, esta opinión no es compartida por la mayoría de los legisladores nacionales, que se manifiestan extremadamente preocupados por las consecuencias y probables estallidos sociales a que podría dar lugar la prescindencia del gobierno Nacional para revertir la catástrofe social existente. 

Horas más tarde de la reunión entre sindicalistas y ministros, los diputados de la oposición presentaron un proyecto consensuado para declarar la emergencia alimentaria en la Argentina, y anunciaron que intentarán tratar la iniciativa de manera inmediata, el próximo jueves, en sesión especial.

El gobierno de Cambiemos parece más preocupado en evitar la sanción de la emergencia alimentaria antes que abocarse a resolver las gravísimas consecuencias sociales que han generado sus políticas de ajuste y liquidación del trabajo y de la producción en nuestro país. Y no falta quienes especulen con que el objetivo de la gestión Macri consiste en echar leña al fuego para forzar un estallido, para poder retirarse de manera acelerada, acusando a la oposición. 

La movida de la oposición coloca al gobierno nacional en situación compleja, ya que si intenta impedir la sesión extraordinaria podría cosechar un repudio social aún mayor, que seguramente se traduciría en una paliza electoral de proporciones mucho mayores a la que recibió en las PASO.

Por el contrario, si el Congreso Nacional finalmente terminara aprobando la iniciativa, quedaría en claro que le han torcido el brazo a la gestión Macri, lo que resentiría el lapso restante hasta la transferencia del poder, el 10 de diciembre. 

El gobierno nacional no parece comprender, ni tener la intención de hacerlo, la gravedad de la situación social. Y sus decisiones sólo consiguen echar más leña al fuego, llevando la situación social y políticas a zonas de tensión extrema. (www.REALPOLITIK.com.ar)  


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