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30 de septiembre de 2019 | Nacionales

Depresión en Cuba

Corrupción K: Silencioso distanciamiento entre Florencia y CFK habría derivado en problemas psiquiátricos

Con cuadros de severos ataques de angustia y depresión, la hija de CFK continúa en tratamiento ambulatorio en el instituto CIMEQ de La Habana. A pesar del linfedema, su mayor preocupación son los procesamientos de Hotesur y Los Sauces.

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El mal que aqueja la salud de Florencia Kirchner fue una incógnita hasta una fría mañana de marzo de este año, cuando la ex presidente Cristina Fernández deslizó un video en el que, además de anunciar que viajaría a Cuba para acompañar a su hija, aseguró que la menor de la familia padecía linfedema, una hinchazón que aparece en los brazos o en las piernas de quien la padece y que se debe habitualmente a una obstrucción del sistema linfático.

Florencia estuvo internada en el 2018 en la clínica Favaloro a causa de un edema crónico en las piernas, muy posiblemente generado por la misma enfermedad. No existe, hasta el momento, una cura definitiva pero sí tratamientos muy eficaces para drenar las partes afectadas y llevar una vida normal.

No obstante ello, el viaje a Cuba resultó llamativo incluso para la comunidad médica. En la Argentina existen nosocomios privados que pueden brindar tratamientos exactamente iguales o incluso mejores que en el país del Caribe. ¿El viaje a Cuba se debía entonces a una estrategia judicial? En definitiva, Cuba no tiene tratado de extradición con la Argentina, con lo que su estadía también sirve como un protector judicial para la única integrante de la familia Kirchner que, además de estar procesada, carece de fueros que la mantengan fuera de las rejas.

Según supo REALPOLITIK, Florencia sufre un grave cuadro de depresión y lleva adelante un tratamiento ambulatorio por cuestiones psiquiátricas. Si bien el linfedema y la lejanía de su hija Helena han hecho estragos en su estado de ánimo, lo cierto pareciera ser que el problema comenzó mucho antes de Cuba, y a raíz de un duro enfrentamiento entre ella y su madre, la ex presidente Cristina Fernández.

Fue su madre, según fuentes allegadas, quien la convenció de integrar las sociedades que la llevaron a estar procesada en las causas de Los Sauces y Hotesur, por las que actualmente espera fecha de inicio para el juicio oral. Fue su padre quien, con su lamentable muerte, la benefició con una herencia multimillonaria que le valió miles de acusaciones de todo tipo. Sus padres son, a sus ojos, la raíz de todos sus males.

Aún en la Argentina, Florencia habría padecido ataques de angustia y desórdenes de alimentos, males que repitió apenas llegada al país del Caribe y que le valieron una internación en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas de La Habana (CIMEQ), reservado a los altos mandos del gobierno de Cuba e integrantes de las fuerzas armadas. Allí estuvieron Fidel Castro, Hugo Chávez y Evo Morales, entre otros.

Su mayor pesar, hoy por hoy, no lo constituyen sus piernas ni sus brazos inflamados, tampoco la intermitencia con la que sostiene en sus brazos a Helena, sino los procesamientos judiciales a los que la arrastró su madre. Cristina lo sabe, de ahí su perfil notablemente bajo, casi de manifiesta penitencia, en la campaña política que la tiene como aspirante a vicepresidenta. Las tensiones con su hija la atraviesan emocionalmente, a punto tal que debió interrumpir la conferencia de prensa en La Plata con la sola mención de Florencia.

La tensión por las imputaciones se elevó a la enésima potencia en la mañana en la que el juez Julián Ercolini ordenó abrir las cajas de seguridad a nombre de Florencia en el Banco Galicia, en las que se hallaron 4.664.000 dólares. Esto generó una situación impensada de críticas y burlas por igual. ¿Cómo podría ser que alguien que nunca trabajó tenga 4,6 millones de dólares ahorrados? Las especulaciones no se hicieron esperar, y la presión fue tanta que la hija de Cristina tuvo que salir a aclarar las cosas.

Para hacerlo, eligió el muro de Facebook de su madre: “Las dos cajas de seguridad del banco Galicia, de las cuales soy titular, contienen el dinero proveniente de la sucesión de mi padre y de la cesión de ganancias que efectuara mi madre”.

El nivel de nerviosismo de Florencia se evidenció cuando cargó contra la cobertura mediática del evento: “Es curioso y patético todas las denuncias que versan sobre lo declarado. Leía por ahí: 'Encontraron tantos millones en las cajas de Florencia…'. Nadie encontró nada. El dinero que está en las cajas de seguridad, es el mismo dinero que estaba declarado. Por lo que se verificó como cierta mi declaración y falsa la de Stolbizer”.

Paranoica, perseguida, asustada y enojada, se preguntó: “Cuando ya no queden lugares (para buscar), ¿qué van a hacer? ¿Inventar una bóveda bajo la cuna de Helena? ¿Entrar a allanar a mi casa a las 3.00 de la mañana por una denuncia anónima? ¿Los 70? ¿El 55? No sé”.

CFK viajó a Cuba en las últimas horas, por segunda vez en veinte días, y regresará sobre la primera semana de octubre. Intentará, con seguridad, resolver lo que para ella significó una derrota mucho más dura que la infligida por Mauricio Macri en el 2015: la pelea con su hija. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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