Alberto Fernández lanza el plan Argentina sin Hambre

Entre los invitados se cuentan “líderes de opinión, religiosos, industriales y sindicales”, y algunos referentes sociales y mediáticos como Marcelo Tinelli, Juan Carr y Facundo Manes.

El objetivo de Alberto Fernández consiste en “terminar con el hambre en la Argentina” que generó la gestión de Cambiemos. Los responsables de la conducción de la mesa de trabajo, encargados también de convocar a empresas y líderes nacionales e internacionales son Santiago Cafiero, Daniel Arroyo y Victoria Tolosa Paz. Arroyo sería el ministro de Desarrollo Social de la próxima gestión, Cafiero el jefe de Gabinete y Tolosa Paz aún no es asociada con ningún ministerio preciso, pero no caben dudas de que desempeñará un papel protagónico. 

El plan Argentina sin Hambre reconoce dos influencias significativas. El programa Hambre Cero, implementado por Lula en 2003, y el que diseñó Sergio Uñac en San Juan, Mis Primeros Mil Días, ampliamente elogiado por Alberto Fernández durante su visita a esa provincia. Se trata de un programa de alimentación para embarazadas y recién nacidos, que fue puesto en marcha en 2017, y que incluye una batería de medidas para paliar no sólo la ausencia absoluta de alimentos sino también el problema de subalimentación, que hace que los chicos, en los primeros años de vida, no tengan los nutrientes que corresponde y padecen las consecuencias en su capacidad cognitiva. El programa de Uñac implementa además controles y suplementos dietarios, tanto para embarazadas como para los niños hasta los 24 meses.

En varias de sus intervenciones Alberto Fernández reiteró que “un presidente solo no puede acabar con el hambre”. Bajo esta premisa, convocó a comprometerse a referentes de distintos sectores. empresarios, científicos del CONICET y de universidades, productores, la cadena comercial, los sindicalistas y los formadores de precios. También fueron convocadas Facebook y Google, que ya comprometieron su asistencia para este lunes.

El diagnóstico de la catástrofe social generada por las políticas de Mauricio Macri es devastador. En una economía que produce alimentos para 400 millones de personas, 15 millones de argentinos sufren inseguridad alimentaria. 

El plan Argentina sin Hambre reflota la ley de Góndolas, resistida por los supermercaditas y productores de alimentos a punto tal que impidieron su tratamiento legislativo. La nueva versión que se añade en esta iniciativa incluye tanto a los grandes productores como aquellos que integran la producción familiar y cooperativa, con el fin de facilitar el acceso a los productos de la canasta básica y garantizar el acceso a la alimentación de quienes están debajo de la línea de pobreza y que hoy reciben la asistencia de comedores, merenderos y organizaciones sociales.

En el entorno del candidato del Frente de Todos se aclara que “es una convocatoria más que un plan ya delineado”, en el marco de una campaña con “pocas promesas y a la vez de mucha convocatoria a todos los sectores”. La idea es que tome forma definitiva al momento de acceso a la presidencia de Alberto Fernández.  

En su versión inicial, el plan incluye una serie de ítems fundamentales. La creación de un Consejo Federal, la definición de mecanismos de acceso a la canasta básica, el rediseño de los canales de comercialización y de la economía social, la creación de un programa nacional de Seguridad Alimentaria y la definición de un Sistema Federal de Financiamiento. 

Los ministerios involucrados serán, en principio, cuatro: Desarrollo Social, Salud, Educación y Producción y Trabajo. Y estarán comprometidos los tres niveles de gobierno: nacional, provincial y municipal. 

Hoy Alberto Fernández comienza a desplegar una nueva esperanza para la Argentina. No se trata de una cuestión electoral, sino de supervivencia. La catástrofe social y económica actual así lo amerita. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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