Victoria Donda y la intimidad de su polémico homenaje a Iron Maiden en el Congreso

Este lunes una gacetilla anunciaba que los músicos de la banda heavy metal británica Iron Maiden recibirán una declaración de “visitantes de honor” en el Congreso de la Nación. La misma es patrocinada por la diputada Victoria Donda, contará con la presencia de varias bandas argentinas del género y “periodistas especializados” y se efectuará en el salón de los Pasos Perdidos el viernes a las 15.00. Es decir, un día antes del concierto que el grupo ofrecerá en el estadio de Vélez Sarsfield.

Asimismo, es que el texto de difusión da por descontada la participación tanto del cambiemista Emilio Monzó como del kirchnerista Daniel Filmus en calidad de presidentes de la Cámara de Diputados y de la comisión de Cultura, respectivamente.

Sin embargo, la presencia de ambos no fue confirmada por el entorno de ambos legisladores, iniciando un dominó de polémicas que fue más allá. De hecho, el diario La Nación afirmó que Monzó decidió declinar su asistencia, en tanto que Filmus aún lo está analizando. 

Ambas posturas obedecen a perspectivas similares. Por un lado, genera rispidez la pompa que implica un evento con semejante logística en un año como el 2019 donde todo parece indicar que la Cámara de Diputados perforará su piso histórico de sesiones: tan solo seis desde la apertura en marzo, número irrisorio comparado tan solo con el del 2018, donde a pesar de las dificultades para conseguir quórum igualmente las distintas fuerzas se las rebuscaron para alcanzar las 19 sesiones.

Pero además se le suma a esto una semana compleja para Donda, quien el martes protagonizó un hecho vergonzoso en la vía pública, donde obstaculizó un procedimiento policial contra un joven de 18 años que resultaba tener pedido de captura. En ese sentido, no parece ser muy conveniente aparecer en una foto con la diputada, y mucho menos en la quincena previa a una elección caliente.

Como si esto fuera poco, además el procedimiento para lograr la aprobación formal de esta declaración a la banda Iron Maiden no fue el correcto, dado que ni siquiera pasó por la comisión de Cultura (tal como debiera ocurrir). ¿Para qué requieren entonces la presencia de Filmus?

El flyer que promueve la actividad fue realizado por un fan argentino de la banda y muestra al Congreso de la Nación “amenazado” desde el cielo por Eddie, la mascota de Maiden. Según cuenta el primer dibujante de la banda y creador de su estandarte, Eddie estuvo inspirado en una publicidad bélica durante la guerra de Vietnam, aunque luego se supo que en verdad la influencia provino de una foto que la revista Life divulgó durante la segunda guerra mundial sobre un japonés decapitado. Su cabeza fue colocada encima de un tanque estadounidense y así se hizo “célebre”. 

Iron Maiden es una banda de reconocimiento mundial y referente del heavy metal, estilo musical con gran aceptación en todo el planeta y especialmente en Argentina, país que el conjunto británico visita desde 1992.

Según pudo indagar REALPOLITIK, la propuesta le fue acercada a Donda por un allegado a ella en marzo, mes a partir del cual se iniciaron las gestiones con el entorno de la banda a través de personas en común.

El grupo -celoso de la utilización de su imagen y de acceder a este tipo de propuestas- opuso numerosas exigencias, entre ellas establecer una comunicación con la propia Donda a través de Skype. Así lo aseguró uno de los organizadores argentinos de la movida en una reciente entrevista radial.

A pesar de que el acuerdo entre las partes fue alcanzado hace ya dos meses atrás, en el entorno de Iron Maiden exigieron que la noticia no se diera a conocer recién hasta el lunes pasado. Otro pedido de la banda fue la presencia en el evento de representantes de la embajada de Gran Bretaña.

Entre los aspectos destacables de este reconocimiento, se menciona el hecho de que Maiden será la primera banda extranjera que reciba un reconocimiento de la Cámara de Diputados. La contracara de esto, sin embargo, es que ningún conjunto nacional ha sido merecedor de tal galardón. Una situación que llega al paroxismo con otro detalle: fueron invitados numerosos músicos argentinos del estilo heavy metal a participar del evento, aunque solo en calidad de aplaudidores. Es decir, pasivos aprobadores de un homenaje que les pasará por las narices.

Otro dato contradictorio y que seguramente la diputada ignora es que entre los periodistas especializados en heavy metal invitados a la ceremonia (que por otro lado será privada y con acceso restringido, a pesar de las súplicas de numerosos fans de Maiden) se encuentran aquellos que entrevistaron en 2007 al polémico músico Ricardo Iorio en un reportaje con declaraciones violentas y pro-golpistas.

Iorio, que es considerado uno de los patriarcas del heavy metal en el país pero luego devino en un discurso nacionalista, negacionista y antisemita, llegó a decir en esa entrevista que prefería “a Aldo Rico antes que a Victoria Donda” tras hablar de ella y otros familiares de desaparecidos como parte de un “puñado de indemnizados”. Tal vez a la diputada le convendría asesorarse un poco sobre quienes invita a un recinto que representa justamente lo contrario: la defensa de los valores democráticos y republicanos.

A pesar de que Iron Maiden goza de gran prestigio y numerosos seguidores en Argentina, varias de sus canciones y posturas los ubican en un lugar no de todo claro respecto a un tema sobre el que sus letras merodean: las distintas acciones bélicas del territorio al que pertenecen y que su literatura las menciona como un hecho poético.

Así ha pasado, por ejemplo, con “Paschendale”, canción que hace referencia a una de las tantas batallas producidas durante la primera guerra mundial.

Pero el ejemplo más conocido es “The Trooper”, probablemente el himno principal del grupo. La canción que romantiza la intervención británica en la guerra de Crimea, una de las más cruentas de la historia y cuyo saldo de 600 mil muertos demuestra que los combates a veces no se definen entre un bando bueno y otro malo, sino simplemente entre el desquicio de dos potencias militares empujadas al delirio del poder y la muerte.

En ocasión de la interpretación en vivo de esta canción, el cantante Bruce Dickinson estila salir a escena con un saco rojo que emula la indumentaria militar que las tropas británicas lucían en esos tiempos de dominio territorial a base de fuego y sangre. También, es recordada por muchos fanáticos argentinos la vez que Dickinson exhibió en Buenos Aires una bandera de Gran Bretaña durante la entonación de este tema, comportamiento que le generó un episodio casi ridículo: gran parte del público repetía “el que no salta es un inglés” mientras el músico lo festejaba, seguramente porque al no saber español ignoraba que ese cántico no era precisamente una loa de aprobación.

Además de músico, el vocalista de Iron Maiden Bruce Dickinson es piloto comercial y meses atrás se fotografió tripulando un avión alemán de la segunda guerra mundial. Un gusto que no lo frena ni siquiera cuando sale por el mundo a cantar con Iron Maiden, cuya escenografía incluye una réplica del tristemente célebre Spitfire, caza monoplaza que la fuerza aérea británica usó durante la segunda guerra mundial y también en guerra del Pacífico. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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