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3 de noviembre de 2019 | Cultura

Entrevista REALPOLITIK

Guille Aquino: “Todo lo que me funcionó en la vida fue por accidente”

Entrevista con el humorista que la rompe en Youtube, TV y teatro con el contenido audiovisual “El sketch” y la obra “Antisocial”. De dónde viene y hacia dónde va este actor humilde y trabajador.

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por:
Juan Provéndola

Da la sensación de que Guille Aquino no es muy consciente del impacto que tiene en la calle “El sketch”, ese contenido que cada semana produce y protagoniza mezclando humor con una mirada editorial muchas veces más precisa que la de los propios medios convencionales. Es que, a diferencia de la mayoría de los youtubers de moda, el actor evita forzar su exposición y circular su rostro de aquí para allá con el fin de que le pidan autógrafos, selfies o agregarlo como contacto a alguna red social. “No salgo mucho. De hecho, lo menos posible: soy bastate fóbico y las cosas sociales no me copan”, asegura el actor. “Por supuesto que me gusta el reconocimiento y me parece algo re lindo. Pero al mismo tiempo me resulta raro. ¡Hay médicos que salvan tres vidas por día y nadie les invita una birra en un bar!”.

Antes de que ese formato audiovisual se volviera viral, Aquino ya había acumulado mucha experiencia en televisión a través de programas como “Duro de Domar” o “La Hormiga Imperial”. Ahí se desempeñó primero como guionista y luego como creador y compositor de Paco Cambiasso, personaje ácido e irreverente que generó novedad y también mucha provocación. Todo ese conocimiento y experiencia lo animó a hacer “El sketch”, un contenido de cinco minutos promedio de duración que anduvo por distintos programas hasta desembarcar en “Sobredosis de TV” (aunque el éxito principal lo genera tanto en YouTube como en Instagram).

Sin embargo la carrera de Guille Aquino en la actuación data de cuando vivía en Munro e iba al colegio secundario. “En esa época comencé a ir a talleres de teatro. Me divertía cuando improvisábamos, pero al final empecé a escribir. Y me copé con la dramaturgia”. Ese fue el germen de “Antisocial”, la décima obra de teatro que creó y, además, la que más pegó, en gran parte porque es contemporánea a “El sketch”. De hecho hay dos elementos comunes entre ambas producciones: el tipo de humor y alguno de sus actores. 

“Antisocial es un poco en serio y otro poco en burla. Y además se aleja de algunos de los cánones del teatro, como por ejemplo el de hacer temporada. Nosotros preferimos ir haciendo funciones de tanto en tanto, un formato por cierto bastante rockero”, asegura el actor mientras se prepara para la próxima presentación: será el viernes 8 en el Teatro El Nacional de Buenos Aires. Después de cuatro años, Aquino promociona esta función como la última que tiene previsto hacer en Capital: “Necesito tiempo para pensar y también para producir “El sketch”, que nos lleva mucho tiempo y dedicación”.

RP.- ¿Qué recordás de tus inicios en Duro de Domar?

Cuando tenía 17 años y estaba en el secundario, le llevé un guión de una sitcom a Seba Presta, que era productor del programa “Paf”. Lo conocía del taller de teatro y era el único que laburaba en tele. Me dijo que el guión estaba buenísimo, pero grabar el piloto me iba a costar una guita que en ese momento me parecía una locura para mi nivel de ingresos: algo así como 3 mil pesos, que equivalían a 3 mil dólares, porque estamos hablando de los ’90. “Ah, listo, ¡entonces nunca lo voy a poder hacer”, pensé. Igual lo seguí viendo a Seba, por eso cuando entró a “Duro de Domar” le mandé algo. Era 2007, el programa estaba en su momento cumbre, en Canal 13. Le gustó, me dijo que lo haga… y me llamó como tres años después, jaja. Finalmente entré en 2010 guionando informes, haciendo piso, un poco de todo….

RP.- ¿Cómo surgió Paco Cambiasso, tu primer “protagónico” televisivo?

Cuando empieza el año y estás sin laburar porque el programa entra en el receso de verano, te obligan a pensar ideas nuevas que generalmente después no sirven para nada, jaja. En ese fragor, se me ocurrió un tipo que se levanta cada mañana como un famoso distinto. “Bueno, ¿pero por qué es así?”, me preguntaron. “Porque se sube al techo a acomodar la antena de la tele y le pega un rayo”, contesté. “¿Pero lo hace un imitador?”, consultaban. “¡No! Porque no es que habla igual, sino que dice algo que diría ese famoso, o se comporta como tal en una situación determinada”. Como seguía sin entenderse, grabé un piloto. Entonces gustó, funcionó, e hicimos otro. ¡Y así nació Paco Cambiasso!

RP.- ¿Tuviste algún problema por esos chistes tan al límite?

En un momento salió un capítulo con un chiste sobre Magnetto y su garganta, y fue como: “¿¡Qué mierda están haciendo!?”. Un montón de gente nos puteó, incluso hubo varios famosos indignados. Creo que no entendieron la idea: yo también le temo a tener esos problemas en la garganta, porque fumo. Igualmente la gracia está en una especie de pacto donde, si vas a ver a Paco Cambiasso, vas a ver esos chistes. El chiste es el personaje que hace esos chistes, más allá de las imitaciones de ocasión y cada situación en particular. Porque la justificación dramática de ese humor es que Cambiasso en verdad odiaba a los famosos, pero termina siendo como ellos por culpa de una especie del Mr. Hyde que le aparece y no puede reprimir. Había chistes boludos, o políticos, pero los que más pegaron fueron los de humor negro. Era muy exigente hacer eso, porque tenía chistes cada cinco segundos. A la larga se hizo difícil de sostenerlo.

RP.- Hasta que apareció la idea del “El sketch”….

Sí… ¡Y también fue por accidente! Todo lo que me funcionó en la vida apareció de esa manera, casi sin planearlo. Entré a “La Hormiga Imperial” porque me habían echado de (la productora) PPT. Fue después de que ganara Macri. Me pidieron un piloto desde la productora TKM. “¿Otro más? ¡Ya hice mil! Vean uno de los viejos”, les decía yo. Pero me hincharon tanto los huevos, que al final hice uno nuevo. ¡Y menos mal! Porque fue aquel en el que “mi yo” de fines de 2018 me llama a principio de ese año para decirme todo lo que iba a pasar. Salió tipo el 23 de diciembre, y me cambió todo, porque estaba casi por morir después todo un año de reuniones y reuniones que no prosperaban.  ¡Les quiero dedicar esta entrevista a todos ellos, jaja! 

RP.- Más allá del humor, uno de los puntos clave de “El sketch” pasa a ser el ritmo intenso de la edición….

Sí, creo que la edición es todo. Hay gente que la odia, tipo: “Me marean los planos”, “me ponen nervioso”, “eso está mal cortado”. Pero a otros les encanta que sea así de rápido, sin descanso. Al principio jugábamos mucho con los silencios, pero en tele no te dejan hacer cosas largas y en Internet tampoco hay tanta paciencia.

A pesar de que hemos hecho algunos de hasta once minutos, cosa que se dio porque tuvimos tiempo, o porque en la tele salió algo corto pero me quedé con ganas de más, y entonces lo volcamos en las redes. A pesar de que cuando los hicimos, dijimos: “¿Quién mierda va a mirar esto?”. Pero anduvieron bien. 

RP.- ¿Cuál es el eje que ordena a la creatividad, teniendo en cuenta que tienen que producir contenidos todas las semanas?

Originalmente la consigna era que hablara de la actualidad. Lo cual, a la larga, es lo que terminás haciendo: cuando no tenés ideas tan complejas, te agarrás de las cosas que pasan. Este año estamos decidimos abrir un poco de eso para que “El sketch” tenga una agenda más propia y no quede atado a la inmediatez. Aunque también hay momentos de desesperación en los que ejecutás ideas porque no aparecieron otras, aunque después decimos: “Menos mal que lo hicimos, porque funcionó y estuvo bueno”. Ahora que lo pienso, creo que así se tendría que llamar mi biografía, ja. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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