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6 de noviembre de 2019 | Nacionales

“Ocho puntos sobre la economía”

Sobre el final del peor gobierno de la historia, Cambiemos intenta instalar su relato

En la reunión de gabinete ampliada que se realizó anteayer en el CFK, se destacó el sólido tridente compuesto por Mauricio Macri, Miguel Ángel Pichetto y Marcos Peña. En su alocución, el senador afirmó que el macrismo no deja "tierra arrasada" y apuntó contra la iglesia católica y el Frente de Todos.

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por:
Alberto Lettieri

“En la última etapa la oposición, con la iglesia, inventaron el hambre. No les alcanzaba la pobreza e inventaron el hambre”. Y agregó: “No entregamos un gobierno con tierra devastada. Es un país mejor colocado que en 2015”. 

También criticó a las organizaciones de piqueteros y en especial a Juan Grabois, e incluso al propio peronismo, del que formó parte por décadas, antes de pegar el garrochazo.

Los argumentos de Pichetto resumen el informe “Ocho puntos sobre la economía”, elaborado por Marcos Peña y Hernán Lacunza, que se dio a conocer en simultáneo. Una suerte de exposición de resultados de la gestión Cambiemos, cuyos puntos centrales son:  “La herencia económica que dejamos”, “Sobre nuestro programa económico”, “Sobre la inflación”, “Sobre la situación fiscal”, “Sobre los impuestos”, “Sobre la deuda”; “Sobre la energía” y “Sobre el empleo”.

“A fin de 2019, el país está listo para crecer. Sin magia, sin mentira, sin ficción”, afirma el documento. Y a continuación ensaya un diagnóstico sobre las condiciones en que asumieron el gobierno en 2015, que parece ser, en realidad, mucho más ajustado a la situación en que dejaran el poder en 2019. “Un Banco Central sin reservas y restricciones cambiarias para importar y viajar; un déficit fiscal brutal (7 por ciento del PBI) con una presión impositiva récord; un desempleo mentiroso y una pobreza estructural altísima; una inflación ya alta durante ocho años y en ascenso; un tipo de cambio atrasado, que perjudicaba la actividad productiva”.

“Es cierto que en 2019 hay problemas. Y que no hemos podido cumplir las mejoras de bienestar que todos anhelamos. La inflación sigue alta. Y a pesar de haber creado 1.250.000 puestos de trabajo en esta gestión, incluyendo formales, informales y autónomos, no fue suficiente, porque hay más gente que busca trabajo”.

El gobierno no asume ninguno de sus fracasos. Ni siquiera la catastrófica situación social ni el inédito endeudamiento externo e interno. Los datos sobre empleo no encuentran correlato alguno, ni siquiera con las fuentes oficiales. A tal punto el informe resulta insostenible, que el propio diario La Nación lo definió como: “El relato antes del relato. Como anticipo del discurso que buscará legitimar al próximo presidente y sus primeras medidas -y que probablemente describa un escenario de crisis-, el gobierno presentó lo que -según su propio relato- es la herencia económica que Mauricio Macri le dejará a Alberto Fernández desde el 10 de diciembre cuando asuma como presidente”. No hace falta adicionar nada más. 

El siguiente cuadro, elaborado por el CELAG, desmiente cada una de las afirmaciones oficiales.  

Los indicadores económicos y sociales de la gestión de Cambiemos son concluyentes. No hay un solo indicador en el que se haya mejorado, y todos ellos sufren una categórica declinación. 

Desde México, Alberto Fernández respondió con indignación: “Aunque les queden diez minutos de gobierno, tienen que parar con la mentira”. 

“Hay que decirle a la gente que este problema de la deuda no existía hace cuatro años y hace dos años nadie pensaba que la Argentina iba a tener la crisis de deuda que hoy tiene, que es producto de la gran inoperancia del gobierno”, afirmó Fernández, quien se excusó de realizar mayores precisiones porque sólo había podido realizar una lectura fragmentaria del informe.

Antes de su partida la nación azteca, Alberto Fernández mantuvo una reunión con Roberto Lavagna, quien definió a situación económica y social de la Argentina como devastada. Una situación mucho peor a la ya muy grave que manejaba el presidente electo.

Por esta razón, Alberto Fernández cerró su encuentro con el periodismo apuntando a bajar las expectativas sobre los cambios reales, en beneficio de la gente, que será posible esperar en lo inmediato tras el recambio presidencial. “El 10 de diciembre va a seguir siendo el mismo país desastroso que dejó Macri, casi sin reservas”, aseguró, en tono lúgubre, para definir el verdadero estado económico y social de la Argentina, en las antípodas del relato de Cambiemos. (www.REALPOLITIK.com.ar)  


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