Hoy el general José de San Martín estaría preso por violación

Yo también valoro inmensamente los servicios que el militar, con planificación y valentía, otorgó a la patria, arriesgando la vida de su tropa y la de él mismo. Pero hoy, con el código penal actual, estaría preso por violación.

En efecto, José de San Martín nació en 1778, y a los 34 años contrajo matrimonio con María de los Remedios de Escalada. Ella había nacido 20 de noviembre de 1797, y el casamiento se celebró el día 12 de noviembre de 1812. Es decir que la noche de bodas San Martín, con sus 34 años, se acostó con una niña de 13.

Una niña, que, por su edad, carecía de una madurez sexual, que según nuestro código penal se alcanza a la edad de 16 años.

En tal sentido el artículo 120 del código actual dice lo siguiente: “Será reprimido con prisión de hasta 6 años el que tuviera sexo con una persona menor de 16 años, aprovechándose de su inmadurez sexual”.

Podemos tener presente que 3 de cada 10 presos en la provincia de Buenos Aires, se encuentran privados de la libertad precisamente por temas relacionados a algún abuso de índole sexual. Y las sentencias condenatorias sobre estos temas treparon de 3 a 7 cada 10 en el conurbano bonaerense.

Es por ello que el Servicio Penitenciario de la provincia, ha destinado 4 pabellones, solo en las cárceles de Lisandro Olmos y Sierra Chica, para alojar de manera aislada a los condenados por abusos sexuales, en especial contra chichas menores de edad.

Claro está que la idiosincrasia de la sociedad argentina fue mutando y trasmutando a lo largo de los años, y que la normal ha pasado a ser una situación escandalosa en la actualidad comunitaria.

Los propios jueces han decidido ser mucho más severos con los violadores, aunque hubo veces que la severidad se convirtió en una injusticia al encarcelar a un inocente.

Sin perjuicio de ello, hoy el general San Martín no podría, o no debería escapar de la tela araña de la Justicia Penal, y estaría encerrado en una celda común en el marco de lo que establece el código penal a tales efectos penitenciarios.

No sería entonces el gran militar que fue, ni el libertador de esta región, ni tampoco el militar al que se le rinde homenajes de manera consuetudinaria, sino un preso despreciable, en una calda oscura y humera, de las que abundan en todo el país.

Curiosidades de la historia, en Argentina, que trata a las personas y a su moralidad conforme el tiempo que le toca vivir. Pero también lo cierto es que, a esa niña, nadie le preguntó si deseaba compartir la cama con don José de San Martín.

En definitiva, el padre la patria hoy sería un violador.

(*) Hugo López Carribero es abogado penalista.

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