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8 de noviembre de 2019 | Legislativas

Frente de Todos

Legislador, docente y ñoqui: Leandro Santoro percibe tres sueldos del estado

Milita desde los trece años en la UCR y hoy es un número puesto para conducir la secretaría de Medios en la gestión de Alberto Fernández. Fue yerno de Leopoldo Moreau y pareja de Cecilia Moreau, con quien tuvo una hija. Pero la sociedad política aún sigue en pie. La familia percibe casi 500 mil pesos mensuales en sueldos del estado.

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Cecilia y Leopoldo Moreau son diputados nacionales. Ambos están enrolados en las filas del Frente de Todos. La primera concluye su mandato a fines de año, aunque en estas elecciones logró renovar su banca durante cuatro años más. A su padre, Leopoldo, aún le resta cumplir la mitad de su gestión. Cada uno de ellos percibe por su trabajo unos 130 mil pesos mensuales.

Pero los recursos de esta familia disfuncional, que se mantiene unida gracias a la política, son aún más elevados gracias a los tres contratos del estado que cobra Leandro Santoro, en un claro choque de intereses y una moralidad cuestionable.

Santoro desempeña funciones como legislador porteño y su mandato vence recién en 2021. Por dicho cargo percibe unos 130 mil pesos mensuales. Sin embargo, hoy espera expectante el baño bautismal de Alberto Fernández, quien buscaría colocarlo al frente de la secretaría de Medios de la Nación para adelantarse a cualquier jugada de Cristina Fernández de Kirchner.

Por otro lado, al menos desde el año 2014, tras su paso por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación, donde también cobró varios sueldos al unísono, el radical devenido en albertista percibe dos sueldos más del estado.

Mientras dedica su tiempo a recorrer el país junto al presidente electo, Santoro percibe 62.757 pesos mensuales como empleado de la Auditoría General de la Nación. Pero, además, obtiene otros 14.118 de la Universidad de Buenos Aires.

Allá por 1896, en lo que se conoció como su testamento político, Leandro Alem planteó lo que terminó por convertirse en una de las máximas de la Unión Cívica Radical: “Que se rompa pero que no se doble”. Muy lejos de ello, Santoro prefirió directamente estrujarlo: hace años que salta de espacios y hace malabares para permitirse “no caer” en el sector privado. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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