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9 de noviembre de 2019 | Cultura

Diseñadora de marquesinas

Murió Ana María Malagamba, mujer clave en la cultura gamer argentina

La ilustradora fue autora de las marquesinas más emblemáticas de los juegos de arcade durante los años ’80. 

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por:
Juan Provéndola

El jueves falleció Ana María Malagamba, ilustradora clave en la cultura de los videogames en Argentina. ¿Su mérito? Haber diseñado las más emblemáticas marquesinas de los juegos de arcade durante la década del ’80. Ni más, ni menos.

Durante los años ’80 se produjo en Argentina la expansión de los salones de videojuegos gracias al boom de los arcades, las máquinas recreativas disponibles en lugares públicos. 

El fenómeno comercial se produjo no sólo en las ciudades más importantes de nuestro país, sino también en los principales destinos turísticos (fundamentalmente aquellos de la Costa Atlántica, donde los salones tuvieron un singular éxito gracias a la demanda de niños, jóvenes y adultos).

En esa explosión comercial, Ana María dejó su huella de una forma imborrable: diseñando las marquesinas que le daban identidad a cada una de las máquinas. Su talento en el arte de la ilustración contribuyó a darle personalidad a lo que hasta ese entonces no eran otra cosa que armatostes de madera que sólo funcionaban como interfaz entre el juego propiamente dicho y los usuarios. 

Malagamba diseñó más de doscientas marquesinas, pero la más celebre de todas ellas sin dudas fue -es y será-  la que incluye la figura del inolvidable centauro, probablemente inspirado en el peruano Boris Vallejo (reconocido dibujante peruano del género fantástico y erótico).

En algún rincón pequeño de las marquesinas solía firmar como “Ana María” a secas, la leyenda “Industria Argentina” y su propio teléfono en Buenos Aires, que en aquel entonces tenía sólo seis números y no ocho como ahora. 

Fue un personaje clave de la expansión de los salones de videojuegos en aquella década y también en la de los ’90, aunque la aparición y proliferación de consolas hogareñas fue quitándole espacio en el mercado a los locales y, por añadidura, a su trabajo. 

Lo que nadie podrá quitarle es su mérito y su inventiva en la escena gamer, y sobre todo en una época donde la historia estaba por escribirse y era muy difícil abrirse camino siendo mujer. (www.REALPOLITIK.com.ar) 


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Arcade, Ana María Malagamba

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