Para sacarse de encima a Espinoza, Verónica Magario se radicará en La Plata

En la agenda del nuevo gobierno se incluyen las designaciones de jueces y ministros de la Corte, del director General de Cultura y Educación, el defensor del Pueblo y de representantes en los organismos de control y en el directorio del Banco Provincia.

Frente a ella encontrará el liderazgo de María Eugenia Vidal, alguien que evitó sistemáticamente todo contacto con la aún hoy intendenta de La Matanza. Verónica Magario deberá contener a su bancada y negociar con quien prescindió de ella durante cuatro años.

Ya Magario le lanzó un tiro por elevación a la gobernadora saliente: “En un momento delicado como este hubiera sido importante que nos vieran juntas”. Y anticipó que se diferenciará decididamente de la actitud de su predecesora. “Siempre tendré las puertas abiertas para ella cuando deje de ser gobernadora, por respeto a los ciudadanos que nos han votado”.

No lo hará por amor, sino por necesidad. Debe alcanzar acuerdos mínimos que permitan garantizar la gobernabilidad de la provincia.

Pero, así como Magario deberá oficiar como la pieza fundamental en la relación con la oposición, también necesita cobrar, definitivamente, vuelo propio. Por esta razón comunicó que, durante los próximos cuatro años, se radicará en La Plata. No sólo porque pretende revertir la tradición de las autoridades ausentes de la capital provincial en los últimos quince años, sino también porque necesita, inexorablemente, quitarse de encima la tutela de Fernando Espinoza. Alguien que se le pegó como estampilla durante los cuatro años de su gestión municipal, y que aspira a incrementar su relevancia provincial a través de la vicegobernadora.

No le resultará sencillo, pero está dispuesta a dar batalla. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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