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12 de diciembre de 2019 | Provincia

Ruido dentro de la fuerza

Dos polémicos hombres de Matzkin apuntan a controlar la Policía Bonaerense

El flamante ministro de Seguridad de Axel Kicillof define el sucesor del renunciado Fabián Perroni. Los nombres que suenan, generan polémica: uno por tener un ejército de espías y el otro por ser un recaudador compulsivo, al estilo Santiago Montoya.

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Aunque aún no asumió formalmente sus funciones, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, ya hay una interna feroz en la Policía Bonaerense donde dos hombres pugnan por quedarse con el control de la jefatura de la mayor fuerza de seguridad de la Argentina. Serían el comisario mayor Néstor Villegas, actual director de Investigaciones Cibercrimen, y el comisario general Jorge Oscar Figini, superintendente de Institutos de Formación Policial. Ambos naturalmente integrantes del cuerpo uniformado de seguridad escalafón comando.

Este medio supo que el ministro saliente Cristian Ritondo, le recomendó a Berni a ambos comisarios como posibles candidatos a dirigir la fuerza. Con ello queda relegada la idea, que en algún momento cobró vigor, de que un civil conduzca la fuerza que deja el comisario general Fabián Perroni. Pero el tema es que, si Berni nombra a cualquiera de estos dos comisarios haciéndole caso a Ritondo, habría una continuidad en vicios, manejos y estructura.

PRONTUARIOS

El comisario mayor Néstor Villegas, el “gran espía” a cargo de la superintendencia de inteligencia criminal y afines, reportaba directamente al subsecretario de Planificación, Gestión y Evaluación, Vicente “Tito” Ventura Barreiro. Este hombre de confianza de Vidal le reportaba todas las carpetas que hacía Villegas sobre partes de inteligencia e informes sobre algún dirigente opositor con quien la ex gobernadora tenía que lidiar.

Además, Villegas está involucrado en la causa que investiga las bases de operaciones creadas por la AFI en el conurbano. El comisario jugó un preponderante papel en el nombramiento de policías que luego serían exonerados y expulsados de la Bonaerense por realizar trabajos de espionaje tanto hacia la gobernadora María Eugenia Vidal como hacia buena parte de la oposición.

Villegas utilizaría el software “i2”, un programa supuestamente destinado a investigar el crimen organizado de la provincia. Fuentes de inteligencia cercanas al ingeniero Jaime Stiuso confiaron a este medio que la oficina conocida como “i2” está ubicada en el segundo piso del segundo patio del edificio del ministerio.

El uso político partidario de este software es muy grande ya que permite cruzar información de al menos diez bases de datos en pocos minutos. Un trabajo que, de otro modo, demoraría semanas. El i2 asocia bases de antecedentes penales, políticos, teléfonos, familiares, socios, bienes y deudas, pero la información más apetecible de la que se vale el i2 corresponde a ARBA la base más actualizada y completa.

Al comisario Villegas se lo conoce como un gran hacker de la Bonaerense, un todoterreno, aunque no esté necesariamente al servicio de la comunidad.

En el caso del comisario general Jorge Figini, superintendente de Institutos de Formación Policial, se lo acusa de haber sido el recaudador de Martzin. Ex secretario del jefe de Policía declaró formalmente tener un patrimonio más que elevado para un comisario de la Bonaerense: cuenta con seis propiedades, 500 mil pesos y 30 mil dólares en depósitos. Todo, cobrando un salario de 186 mil pesos. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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