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De la SIDE a la AFI: “Allan” Bogado, radiografía del famoso espía “buchón”
Cuando Alberto Nisman imputó a varios personajes de las alcantarillas del submundo político (a excepción del ex juez Héctor Luis Yrimia, con quien el fiscal muerto tuvo un entredicho de polleras), uno de los que figuraba en esa causa era el buchón "Allan" Ramón Bogado. ¿Un mitomano?
Ariel Sancheta
La ex ministra Patricia Bullrich junto a un tendal de personas que dijeron haber hablado con Nisman antes de su muerte, dieron fe de que la denuncia del fiscal estaba en lo cierto. De ser así, vale preguntarse cómo es que ahora Bogado se convirtió en uno de los buchones de cabecera del otrora segundo jefe del ministerio de Seguridad, Pablo Nocetti.
Bogado no es un hombre nuevo en la escena pública. Su imagen cobró notoriedad cuando condujo una operación para el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, logrando la imputación de Mauricio Macri por escuchas telefónicas ilegales, en perjuicio de su cuñado Sergio Leonardo y de Sergio Burstein (causa AMIA). Cuando la SIDE de CFK descubrió estas pinchaduras, no hubo juez que se animara a tomar la causa hasta que apareció en escena Bogado, explicando que tenía un juez amigo en su Misiones natal, que, por una retribución lógica, se prestaba a imputar a Mauricio Macri y Jorge Alberto “Fino” Palacios. Era claro que la maniobra estaba destinada a procesar a Macri y dejarlo fuera de la carrera presidencial.
Pero la realidad es que, si Nisman hubiera leído las desgrabaciones de las escuchas telefónicas por el encubrimiento de la AMIA, lo más probable es que, en lugar de imputar a Bogado, lo hubiera enviado a un psiquiátrico. Es que el personaje en cuestión sufre las consecuencias de un alcoholismo crónico, cuyas derivaciones lo llevan a fabular conspiraciones de todo tipo. Su patología se acerca, en pocas palabras, a la de un mitómano serial, lo que, sumado a su bajo nivel de autoestima, lo convierte en un personaje peligroso al momento de abrir la boca.
En una ocasión compartía café junto a dos periodistas (Luis Gasulla era uno de ellos) y casi al unísono, sin saber que estábamos reunidos, Bogado llamó a cada uno de nosotros contándonos diferentes versiones del caso de la triple fuga de los hermanos Lanatta y su cómplice. Se trata de un fabulador compulsivo al que Nisman le hubiera sacado la ficha antes de incluir su nombre en la causa.
En ese marco, el año pasado fueron presos Carlos “Chino” Zannini y el resto de aquellos imputados, a excepción de Yrimia y Bogado. El ex juez salió airoso porque, a todas luces, se sabía que no había tenido nada que ver con el encubrimiento. Y Bogado evitó la cárcel porque fue el artífice, junto a Pablo Nocetti, de ese auto de procesamiento y prisión contra el “Chino”, Luis D’Elía y Fernando Esteche, jefe entonces de “Quebracho”, creado por la SIDE menemista en los años 90.
BOGADO Y LA SIDE K
Es de público conocimiento que el ex fiscal presuntamente suicidado pensaba hacer su presentación ante el Congreso Nacional, antes de aquel final trágico. De allí se desprenden extensas horas de grabaciones de escuchas telefónicas, en las que se destaca un extracto de una conversación entre "Allan" Bogado y el dirigente islámico argentino Jorge Khalil, presunto nexo entre Irán y Argentina según Nisman.
El martes 20 de enero, en horas de la noche, el gobierno nacional salió a negar que Ramón “Allan” Héctor Bogado y ex juez Héctor Yrimia fueran hombres de la SIDE. En la denuncia de Nisman, se revelan escuchas que ponen en duda esa posición oficial.
Pero hay más: en las escuchas, “Allan” da cuenta de la existencia de una “inteligencia paralela” orquestada por César Milani, y se refiere a Yrimia: “Es empleado mío ese…” (comunicación del 7/10/2013). Además, habla de sus comunicaciones con “La Casa”, en referencia a la ex SIDE. Según Nisman, ambos responden al mismo sector dentro de la ex SIDE. Finalmente, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, es nombrado en este parte de las escuchas.
Transcribo la conversación entre “Allan” y Khalil que lo vincularían con la SIDE, según la denuncia de Nisman.
Khalil: Dos cositas… ¿Cómo ves el cambio que hubo en el gobierno? La ida de la mujer (en referencia a Nilda Garré).
“Allan”: No hubo cambios…
Khalil: ¿Cómo que no?, ¿no sacaron a los ministros?
“Allan”: Pero hubo cambios de nombres, no de situación.
Khalil: No, pero el cambio de nombre, especialmente es el de la mina (en referencia a Nilda Garré). ¿como lo ves?.
“Allan”: Y, para nosotros, adentro, donde yo trabajo, es complicado. Para ellos, donde están, es lo mismo, el que estaba laburando era el “loco" (según señala Nisman en la denuncia, haciendo alusión a Sergio Berni).
Khalil: Ah, ok…. Mañana quiero una charla con vos en algún momento.
“Allan”: Sí, sí. Yo te lo digo claro, el director de Interior nuestro estaba porque es el novio de la hija de la señora que se fue (en referencia a Fernando Pocino, director de Interior de la Secretaría de Inteligencia).
EN ESTOS TIEMPO, CON LA EX SIDE MACRISTA
La ficha con el nombre de “Allan" Bogado, además de ser esquiva, no encaja fácilmente en el rompecabezas que intentó armar el juez Claudio Bonadío, cuando tomó la causa de la denuncia de Nisman y reconstruyó un expediente sepultado por una decena de jueces, ahora bajo la inverosímil acusación de "traición a la patria”.
Cuando se reabre la causa, un dirigente de Cambiemos muy cercano a Bogado (y con un cargo ejecutivo en una provincia), lo contacta y le pide reunirse de forma urgente. Siempre según el ex espía, este funcionario le anticipa que se estaba por reabrir la causa y que iba a haber detenciones. "Me explicó que el objetivo era meterla presa a Cristina Fernández de Kirchner, junto a Zannini, Parrilli y varios más”. Cuando comenzó a cumplirse al pie de la letra lo anticipado por el dirigente, Bogado volvió a ser contactado con una propuesta muy concreta: "Yo te puedo contactar con gente del gobierno de Macri, porque hay una forma en que te podrían facilitar tu situación judicial, dependiendo de las declaraciones que vos puedas llegar a dar”.
La increíble negociación se dio en un lugar aún más insólito: la Quinta de Olivos. Allí fueron los abogados del espía y se reunieron con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el secretario General de la presidencia, Fernando de Andreis, con quienes acordó cómo sería su participación en la causa. Lo que sigue es materia conocida: en pocos meses, los portales periodísticos se inundaron de declaraciones explosivas de “Allan” Bogado apuntando al gobierno de CFK, con titulares edificados a partir de los escritos que presentó en las (también) guionadas indagatorias ante Bonadío.
CONVERSACIONES DE WHATSAPP
En ese marco, según se desprende varias capturas de pantalla de un chat privado a las que tuvo acceso exclusivo este medio, en el año 2015 “Allan” Bogado conversaba con un tercero sobre la situación que estaba viviendo. Allí, le pide ayuda para salir del país, ya que se consideraba “hombre muerto” y el gobierno kirchnerista lo quería “mandar a Rusia”.
En otras capturas de ese chat, Bogado afirma que la fiscal Fein -que entendió en primera instancia en el suicidio de Nisman- “había descubierto por los mails de Nisman que el informático Lagomarsino hacia inteligencia”, y acusa que obligaron a mentir a los custodios de Nisman en sus declaraciones.
Bogado representa un peligro para cualquier gobierno. Y sorprende sobremanera que, a pesar de su inestabilidad, los servicios de inteligencia y la Justicia Federal hayan elegido nutrirse de él. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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