La interna misionera empaña el panorama del Frente de Todos

Los protagonistas de la disputa son el histórico mandamás misionero, Carlos Rovira –quien fue gobernador hasta 2007, aunque nunca perdió el control de la provincia- y el senador Maurice Closs, quien desempeñó la gobernación a posteriori, aunque siempre manteniendo un claro acatamiento a la jefatura de su predecesor. 

Pero ahora las cosas parecen haber cambiado bastante, ya que el acercamiento intenso de Closs al gobierno nacional –sobre todo a Cristina Fernández-, motivó el enojo de Rovira, quien lo acusó, en duros términos, de “haberse cortado solo”. 

El malestar es tan grande que, en medio del debate sobre la fundamental ley de Solidaridad que envió Alberto Fernández al Congreso, una senadora y una diputada misioneras pegaron el faltazo, comprometiendo el quórum y los votos indispensables para la aprobación del proyecto. 

De este modo, mientras que Closs negociaba sin éxito con Cristina la presidencia de la trascendental comisión de Presupuesto, aunque obteniendo a cambio la vicepresidencia primera de la Cámara y la designación de Sergio Lanziani como secretario de Energía, la otra senadora de la provincia, Magdalena Solari Quintana, no aparece formando parte de ningún bloque de la Cámara y los tres diputados que responden a Rovira (Ricardo Wellbach, Diego Sartori y Flavia Morales), desistieron de formar parte del Frente de Todos, para incorporarse a la bancada de Unidad Federal para el Desarrollo, presidida por el mendocino José Luis Ramón.

La relación entre Rovira y el kirchnerismo ha sido tensa desde el año 2006, cuando Néstor Kirchner hizo muy poco esfuerzo para favorecer un resultado favorable en la convención constituyente que lo habilitara para su reelección en 2007. En 2011 las cosas empeoraron, cuando se instaló La Cámpora en la provincia, para tratar de impedir el éxito de su armado compuesto por peronistas y radicales. Todo lo contrario a lo que sucedió con Closs, quien siempre mantuvo una relación armónica y cercana con la actual vicepresidenta. 

Este viernes la presencia de la senadora misionera puede resultar fundamental, una vez más, para la aprobación del pliego del juez Daniel Rafecas para su designación como procurador General, que requiere una mayoría de dos tercios de los presentes. Allí Rovira deberá decidir si envía o no a su senador a la sesión, a sabiendas de que un faltazo dañaría gravemente su relación con el gobierno nacional, y con ello, el flujo de Adelantos del Tesoro Nacional (ATN) que podría recibir. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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