La leyenda de la Viuda Negra

El relato mítico nos ha transmitido diversas versiones sobre quién es y cómo actúa la Viuda Negra. Una de esas versiones nos cuenta que se trata del alma en pena de una mujer maltratada y engañada por un hombre, que transita sin destino por los montes presa de su deseo de venganza. Otra de las opciones es que se trata del alma en pena de una mujer asesinada por un amante celoso, y que intenta tomar revancha con cada hombre desprevenido que encuentre. Una tercera versión sostiene que se trata efectivamente de una viuda que, tras el deceso de su marido, murió ella misma de pena. Sin embargo, su espíritu sigue obsesionado con la idea de reencontrarse con él, por lo que se acerca a cada hombre que se le cruza y, al caer en su error, lo liquida en un ataque de furia. 

El temor que provoca la Viuda Negra hace que los paisanos teman atravesar los montes después de la medianoche, la hora señalada para la aparición de la misteriosa dama. La leyenda asegura que viste de negro, y sus manos no tienen piel: son sólo huesos helados, que queman a su víctima con sólo tocarla. Su cabeza está cubierta por un velo del mismo color, aunque en algunas versiones se asegura que sólo cubre una calavera. 

La Viuda Negra privilegia entre sus víctimas a los jinetes, trepándose a sus espaldas para aplicarle un abrazo mortal. El ataque es precedido por el llanto desconsolado de una mujer. Quienes se le acerquen para asistirla difícilmente conservarán su vida.   

Existen diversas versiones sobre la leyenda de la Viuda Negra. Sólo en la provincia de Salta existen, al menos, dos versiones. Una de ellas la presenta como una mujer alta, bella, de figura seductora y alrededor de cuarenta años. Sin embargo, nadie pudo ver su rostro. En los Valles de Lerma y Calchaquí se la presenta como una anciana, aunque su cara resulta esquiva. 

En estos casos, las apariciones de las Viudas Negras espantan a los hombres. Sin embargo, no se acercan a cualquiera, sino sólo a aquellos que han engañados o infieles con alguna mujer, o bien a aquellos cuyos romances han terminado con la muerte de la amada. Allí la viuda oficia como una especie de ángel de la venganza femenina. 

Los mitos y leyendas tienen una moraleja o afán moralizador. En este caso, la Viuda Negra es un agente o metáfora que, en última instancia, se propone disciplinar a los hombres para que respeten su juramento de fidelidad matrimonial que impone la monogamia católica. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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