Para Storani, “las primeras medidas del gobierno nacional están correctas”

El dirigente radical, Federico Storani, visitó los estudios de REALPOLITIK TELEVISIÓN (www.realpolitik.tel) para analizar el presente del radicalismo, su relación con el anterior gobierno y la nueva línea denominada Radicales Auténticos. 

A continuación, lo más destacado de la entrevista.

RP.- ¿Estuvo cómodo dentro de Cambiemos? :

Nosotros entendíamos en 2015, cuando se hizo la Convención Nacional de Gualeguaychú, que había que tratar de consolidar las dos reglas de oro del sistema democrático. La primera es el equilibrio y el control del poder, que estaba muy desbalanceado en la Argentina. Las últimas elecciones las había ganado Cristina Fernández de Kirchner con el 54 por ciento de los votos y el segundo había sido Hermes Binner con el 17. Eso significaba una correlación de fuerza que luego se trasladaba al Parlamento que producía un desequilibrio. La segunda, que algunos subestiman, es la alternancia del ejercicio del poder.

Lo que tratábamos de evitar era que se instalara un gobierno de carácter hegemónico y que tuviera equilibrio y control; pero queríamos un gobierno de coalición que nunca fue. Esto no significa un cargo por acá o por allá, sino tener un ámbito de debate de políticas públicas esenciales, como el tema de las tarifas, energía, defensa del patrimonio nacional, entre otras.

En ese momento, Macri decidió que no iba a haber gobierno de coalición, que iba a ser del Pro. Él mismo dijo que era el mejor equipo de los últimos 50 años, aunque de nuestro punto de vista hubo un desacierto tras otro en materia económico-social. Entonces, algunos que habíamos estado a favor de constituir ese acuerdo comenzamos a tomar distancia y exhibirlo públicamente.

RP.- ¿Cómo se hace para seguir siendo radical referenciándose en un gobierno que le quita a los jubilados?

Acabamos de sacar un comunicado quienes nos denominamos "radicalismo auténtico”, firmado por miles de radicales, entre ellos el presidente de la Convención Nacional de nuestro partido, Jorge Sappia, y Ricardo Alfonsín, diferenciándonos fuertemente de lo que había expresado el Comité Nacional vinculado, por ejemplo, a la posibilidad de quitarle el status de refugiado a Evo Morales. ¿Por qué? Porque no tenemos ningún tipo de dudas de que en Bolivia ocurrió un golpe de Estado, al margen de los múltiples errores que pueda haber cometido, como tratar de perpetuarse en el poder y no respetar un plebiscito. Esos errores fueron usados como excusa porque estaba en proceso de subsanarse: había convocado a nuevas elecciones, disuelto el Tribunal Electoral y aceptado la auditoria de la Organización de Estados Americanos; por lo tanto el golpe era innecesario. Esto terminó con masacres a la población civil e instaurando un gobierno que tiene como objetivo terminar con un Estado plurinacional e ir para atrás con la nacionalización de los recursos energéticos.

Ése es un caso claro y preciso de nuestra diferenciación con lo que nosotros consideramos una conducción conservadora del radicalismo.

RP.- ¿Qué le diría a la gente de afuera que se fija en la Argentina?

Yo siempre voy a ser un optimista, que podemos revertir la situación; pero estamos en una crisis muy profunda. A mí el primer discurso que dio Alberto Fernández ante el parlamento me pareció en línea correcta: no fue un planteo sectario y reconoció que en materia política de derechos humanos el que había empezado con el juicio a las juntas militares había sido Raúl Alfonsín. También propuso algunas cosas que veníamos diciendo hace tiempo y nos diferenciaban del Pro, como constituir por ley un Consejo Económico Social, que se va a tratar en febrero. Esto significa la posibilidad de sentar a los sectores representativos del trabajo, producción, universidades nacionales y credos religiosos, que permitan ir encontrando denominadores comunes.

En mi punto de vista las primeras medidas están correctas en cuanto a intentar activar el mercado interno, inyectarle una masa de dinero para que la rueda se ponga en marcha y exista mayor consumo. Luego, con el Consejo Económico Social, tenés que fijar políticas a más largo plazo. También tendrá que cumplir con lo que dice de una convocatoria más amplia, que tiene que ser institucional, y nosotros hacer nuestros deberes de alinear un partido a una dirección dispuesta al diálogo.

RP.- Ustedes se denominaron Radicalismo Auténtico, ¿cómo es la relación con el comité nacional de la UCR?

Hay encuentros y muchos desencuentros. Incluso yo mismo, hasta diciembre, fui vicepresidente del comité nacional del partido.

Lo que estamos reclamando nosotros son ámbitos de debate, porque ese mismo pronunciamiento no fue hecho sobre la base de un debate, sino por la firma del presidente y uno más. Era un tema extraordinariamente importante, porque contraviene las tradiciones de mayor prestigio de la historia del radicalismo. Esos ámbitos de debate están fuertemente coartados, por lo tanto decidimos constituir este núcleo, con Juan Manuel Casella, Jorge Sappia, Ricardo Alfonsín, legisladores nacionales, provinciales y concejales. Lo que pretendemos es recuperar las banderas del radicalismo, que permitan ejercer equilibrio y control pero tener una predisposición a construir de manera conjunta.

RP.- ¿Hay una grieta en el radicalismo?

La hay en toda la sociedad. Yo creo que algunos quieren aprovechar un tema puramente electoral, de decir "acá quedaron conformados dos bloques", uno del 48 por ciento y otro del 41, pero son dos bloques heterogéneos. Hay una masa mutable que puede ir de un lado a otro, por eso cambian las mayorías. Lo que ha predominado hasta ahora en ese 41 por ciento es lo anti y nosotros no creemos que se puedan construir políticas sobre el anti. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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