Con ayuda de CFK, Lanziani confronta con Rovira por Yaciretá y el control de Misiones

Su titular, Sergio Lanziani, fue designado por su desempeño previo en la provincia de Misiones. En su momento se aseguró que el hombre fuerte de la provincia, Carlos Rovira, habría intercedido ante Alberto Fernández para su nombramiento a nivel nacional. Pero esa sería otra de las fake news que se despliegan sobre la escena política nacional, ya que si bien ambos apoyaron la fórmula Fernández - Fernández, Rovira lo hizo a través de una lista provincial propia, mientras que Lanziani suscribió a la lista “larga” del Frente de Todos. 

La relación entre ambos es insostenible, ya que Rovira mantiene fluidos contactos con Juntos por el Cambio, y ejerce una política de chantaje sobre los intendentes próximos a Lanziani. No sólo les negó la asignación de partidas derivadas por el gobierno nacional, sino que les prohibió mantener contacto directo con las autoridades nacionales, y hasta impidió que se acercaran a Daniel Arroyo cuando visitó la provincia mediante la acción de la policía, que fue provista de un listado de “indeseables” que no podían tener acceso al predio donde se concretó la ceremonia con el ministro de Desarrollo Social.

Las presiones y amenazas que reciben los intendentes misioneros son propias de un estado feudal y autoritario, antes que de un sistema democrático y republicano. Lejos de distenderse, han tendido a agravarse en los últimos días, mientras se espera que el presidente Alberto Fernández tome una decisión crucial para la provincia: la designación del titular de la Represa de Yaciretá. El rovirismo opera con todos los recursos a su alcance para designar a uno de los suyos, lo que, en caso de tener éxito, implicaría un nuevo golpe para Lanziani. Pero en el entorno del secretario de Energía existe cierto optimismo al respecto, ya que recuerdan que Rovira le retaceó sus legisladores nacionales en la votación del paquete de leyes aprobado a fines del mes de diciembre. 

La relación entre el rovirismo y el gobierno nacional no es buena, y muchos recuerdan que, en tiempos del gobierno de Cristina Fernández, había sido directamente espantosa. Muy por el contrario, los entendimientos entre el caudillo provincial y Mauricio Macri marcharon sobre ruedas durante su gestión, a punto tal que Oscar Herrera Aguad, un conspicuo miembro del rovirismo que accedió a la gobernación en las últimas elecciones, hizo campaña levantando la tesis del provincialismo y de la prescindencia entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos. 

Del lado de Lanziani, cuenta con dos respaldos fundamentales a su favor. El del presidente Alberto Fernández y, sobre todo, el de la vicepresidenta Cristina Fernández, quien elogió varias veces su gestión y acaba de recibirlo en una reunión privada con agenda abierta. En el encuentro se discutieron temas relacionados con la política energética y la necesidad de reactivación de las represas de Santa Cruz y de Río Turbio, y  la aplicación de fondos preaprobados mediante acuerdos con organismos internacionales y con el estado chino, que el macrismo deliberadamente no utilizó. 

El área energética es vital para la reactivación de la economía argentina, así como también una importante fuente de generación de divisas a través de la comercialización de los excedentes en el mercado internacional, y, en particular, con los países limítrofes. 

En tal sentido, la decisión que adopte Alberto Fernández en el caso Yaciretá resultará un indicador decisivo sobre el futuro, no sólo de la secretaría, sino de la política energética de su gobierno y del vínculo que se establecerá con la estructura de poder misionera, el feudo de Rovira desde hace un cuarto de siglo. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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